DISFUNCIONAL : 1918

PROLOGO : ENTRE LA NOCHE

Con toda la calma del mundo me acerco más a esa mancha roja, notando que esa misma venía en forma de una silueta humana, opacada por ese rojo, esa persona está revisando lo que creo que es un muerto. Sí... se puede notar por el olor a necrosis, la piel muerta, sangre coagulada y ¿Por qué sé esto?

—¿Señor?

Dije a unos cuantos metros del señor, el cual volteo a verme, el habla... pero sus palabras son opacadas por el sonido qué emana de un segundo a otro, este mismo hombre empieza a correr  dejándome a sus espaldas.

—E-Espere por favor...

Mientras veía como el señor se aleja, empecé aumentar el paso poco a poco, siento como las rodillas me tambalean, estoy cansada, sedienta, con hambre, sueño y ese molesto sonido que retumba en la cabeza.

Tampoco es que tenga muchas opciones, a duras penas pude seguirle el paso, sentía el asfalto frío bajo los pies, al igual que la humedad de la misma y el frío en frío la roca del camino.

En medio de esta sutil persecución...

Aunque debería llamarlo otra forma

El caballero da vuelta en un callejón el cual seguí solo para tomarme una puerta de madera, era una especie de casa creo, dos pisos con una ventana y parece que hay más gente adentro... por el olor a perfume barato y talco. Con delicadeza toque la puerta al primer toque, nada pasó, igual que el segundo, en el tercero y en el cuarto.

—¿Hola? P-Por favor... necesito ayuda...

...

—No quiero estar aquí... ni siquiera sé donde estoy... ¡POR FAVOR AYÚDEME!...

...

Supongo que fue un desperdicio de tiempo...

Antes que diera media vuelta la puerta se abrió ante mí acompañada de la silueta de ese hombre, aún no escucho exactamente lo que habla, pero al menos alegra un poco que no me hayan dejado en la calle.

A juzgar por los movimientos del hombre, no estoy segura del todo, pero creo que me invita a pasar... bueno, supongo que en tiempos de desesperación cualquier ayuda es una bendición, doy un paso adelante entrando a la casa mirando esa buena iluminación calmada, pero buena,   siento las astillas de las tablas de madera en el suelo y un toque de humedad en el aire. Pero aun así la sed esta ahí y ese sonido en la cabeza no se calla.

Es simplemente molesto
No puedo hacer que se calle
¿POR QUÉ NO PUEDO?

Entre la histeria, un poco de pánico y el toque especial de demencia, golpeó mi cabeza con mi mano repetidas veces con delicadeza, teniendo la esperanza de que ese sonido se calle, pero solo aumenta. Hasta que siento una mano fría, tocar mi hombro en un movimiento rápido usando las puntas de mis dedos más específicos de la mano derecha, dando un corte bastante profundo en la mandíbula del hombre.

Siento su sangre recorrer mi mano es cálida y suave, con un aroma espectacular... y sabe bien... demasiado.

En lo que estaba perdida en mis pensamientos, miro al hombre agoniza en el suelo, intentando para el sangrado con ambas manos... rápidamente me puse de rodillas, intentando también parar el sangrado.

¿QUÉ MIERDA HICE?
¿QUÉ MIERDA HICE?
¿QUÉ MIERDA HICE?

No sabía exactamente si llorar, correr o quedarme en shock, simplemente no sé qué hacer... juro que esto no lo quise hacer... en serio lo juro ante Dios mismo... solo quería ayuda... solo quería ayuda.

No podía dejar de mirar ese rojo que recorría en mis manos, es simplemente tentador, no puedo dejar de verlo como si fuera la mayor riqueza en este mundo. Entre mi pesada respiración intranquila y errática, el aroma simplemente tentador, no puedo... antes que me diera cuenta estaba bebiendo sangre, era como ver un niño chuparse los dedos después de comer un dulce.

Cuando me di cuenta quise vomitar a la primera, pero en eso note que el sonido se calma un poco... todo poco a poco se aclara cambiando de la tonalidad gris, ceniza algo más normal, aún sigo intentando parar el sangrado, pero en eso noto la presencia de alguien más. Una mujer, su vestimenta era normal, casi igual a la mía, nada mas que en buen estado, rápidamente al verme me puse en pie levantando las manos se puede notar el pánico en los ojos de la mujer y mi sudor frío cae de su frente.

La mujer corre a otra habitación y también la seguí...

¿Por qué sigo haciendo esto, no entiendo nada?

Llegamos a lo que creo que es una cocina, la mujer traía en sus manos un cuchillo de acero, sin dudar me abalance hacia aquella dama, pero antes que pudiera tocar su piel ella apuñaló el cuchillo exactamente en mi yugular interna. Di un paso hacia atrás notando como mi respiración se corta poco a poco... dejando el sabor de mi sangre en la boca.

Pero aun así embestí a la mujer apoyando su cara contra el muro con fuerza, pero en un contraataque ella me da un puñetazo a la cara, el primero lo resistí pero al segundo le mordí la mano arrancándole tres dedos de la misma, puedo escuchar los gritos de la mujer aún opacados, pero eran fuertes, dolorosos y sufribles.

En un ataque de hambre o sed mordí el cuello de la mujer con todas mis fuerzas arrancándole parte del mismo, el sabor rebosaba con belleza... pero con cierto toque de amargura bebí hasta saciar un poco esa sed... y drenando toda la sangre que pude. Dejé el cuerpo justo en el suelo para luego contemplar mis manos envueltas en esa sangre tan roja y calidad.

¿En qué pensaba?
¿Por qué lo hice?
¿Fue necesario?
¿Sus familias?
¿Qué debería hacer?
¿Soy culpable?
¿Este es el plan de Dios?
¿Por qué me paso esto?
¿Qué soy?

En lo que pasaba estas dudas en mi cabeza escucho casi perfectamente, pero algo capta mi atención, un llanto de un bebé... venía el sonido de otra habitación con curiosidad y un poco de miedo también me acerco al origen del sonido abriendo una puerta notando enseguida una cama matrimonial y al lado de la misma una cuna envuelta en sábanas blancas.

Me acerco a la cuna con discreción y tranquilidad... notando una bebé... extendí mi mano hacia esa pequeña cargándola un poco entre mis brazos, su piel era suave... su cabello apenas visible, pero estaba alterada... su llanto solo era un indicio de todo lo que hice aquí...

Creo que es muy evidente lo que hice...

Perdóname... sé que no me conoces... ni yo a ti... hice cosas malas hace unos momentos... y tú pagarás por mi idiotez, no sé cómo pedir perdón por todo lo que hice...

Simplemente, lo siento... mucho...

Aún seguían los llantos del bebé... por favor... no quiero que vean esto... pero no puedo evitarlo... con la misma sed de antes y abrazando al bebé con delicadeza...

Nada más se pueden notar las manchas rojas en la cuna... silenciando el llanto totalmente...

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Y aquí comienza nuestra aventura damas y caballeros

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Un abrazo y un beso 7w7

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