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Jeongin salió del hospital una semana después del nacimiento de Jihoon. Ambos estaban bien y Jeongin comenzaba a recuperarse muy bien gracias a los cuidados que su alfa le daba.

Ahora han pasado dos meses. El cabello de Jihoon es oscuro. La gente siempre hacía comentarios acerca de cuán bello es el bebé. Sus ojos aun van tomando color, y porque lo que Christopher y Jeongin notan, el derecho es negro y el izquierdo es azul, igualmente claro. Jeongin no sabe si eso es bueno o malo, pero hacen ver a su bebé muy lindo.

El alfa de Christopher ha estado muy sobreprotector estos días. Todo el tiempo se mantiene cerca de su familia, alerta de cualquier amenaza. A Jeongin le encantaba.

-¡No me voy a volver un puto vegetariano! -el omega grita, vestido en pijamas y caminando a la habitación para ver a Jihoon, quien había comenzado a llorar.

-¡No estoy pidiéndote eso! -Christopher dice, de igual manera. -Sólo creo que debes comer más vegetales.

-No me gustan. -de la cuna, alza al bebé, pegándoselo al pecho y arrullandolo.

-A mí tampoco me encanta. Deberías comerlos, Innie. El doctor dijo que eran buenos para ti y Jihoon.

-Jihoon no puede comer aún.

Chris rueda los ojos.

-Lo que quiero decir, es que todos tus putos nutrientes se los pasas al niño a través de la estúpida lactancia.

-Ew, no digas eso.

-¿Decir qué?

-Lactancia. Suena muy ew.

-Okay, no lo vuelvo a decir, pero promete que comerás más vegetales y menos dulces.

-Me gustan los dulces.

-Lo sé, Yang. Pero no es sano, ni siquiera para ti.

-Okay, lo haré. -se sienta en la cama, alzando su camiseta para darle de comer a Jihoon.

-Entonces iré a comprar cosas para el almuerzo. -besa la cabeza de Jeongin y aprieta, suavemente, la mejilla del bebé. -No me extrañes.

-No lo haré el castaño dice, riéndose.

Cuando cree que su bebe ha tenido suficiente, lo acomoda sobre su hombro, escuchando los quejidos bajitos de Jihoon, pidiendo más.

-No seas así. Eres un gordo. -palmea la espalda del bebé para hacerlo eructa. -Has tenido suficiente, amor. -Jihoon suelta un gran aire y Jeongin se ríe. -Ew, eres igual que tu padre.

Vuelve a ponerlo en la posición original, entre sus brazos. En estos dos meses había aumentado bastante de peso y crecido unos 2 centímetros.

-No crezcas muy rápido. -le dice a su bebé, y él sólo bosteza, chupando sus puños. -Vamos, Hoonie. Verás un poco de televisión conmigo.

Jeongin siempre hablaba con su hijo cuando estaban solos, él creía que era bueno, para que así pudiera identificar su voz y reconocerla fácilmente.

-¿Qué crees que debería de ver? -se sienta en el sillón, con cuidado de no lastimarse a él ni a su pequeño bebé. -¿Una película o un documental? -Jihoon estornuda. -Película será.

Comienza a pasar los canales, buscando algo bueno. Cuando al fin encuentra una que llama su atención, la puerta es tocada con insistencia. Debía ser Chris, últimamente olvidaba las llaves y su celular en casa. Acomoda a Jihoon, poniendo su rostro en su cuello.

De puntas, checa por la mirilla de la puerta y frunce su ceño.

-¿Si? -abre la puerta.

Fuera está una mujer regordeta y de piel oscura, viste un traje femenino y tiene gafas sobre su nariz.

-Buenas tardes, ¿es aquí el domicilio del señor Christopher Bang?

-Dígame que no golpeó a nadie ésta vez. -ruega, cerrando los ojos.

El mes pasado, en una visita al super, un alfa se le quedó mirando a Jeongin más tiempo de lo debido, haciendo molestar a Christopher, tanto que le soltó un puñetazo en la mandíbula. El pelinegro había ido a la comisaría por un día entero.

-Gracias a Dios no. -la mujer aclara su garganta. -¿Se encuentra él en casa?

-Salió a comprar unas cosas, pero si gusta puede pasar, por favor.

Jeongin se hace a un lado, apretando a su bebé, protectoramente.

Ella agradece, sentándose en los sillones. Parecía amable, incluso elogió a su bebé, diciendo que era muy bonito.

-¿Sus ojos son diferentes? -pregunta ella, desde su lugar.

-Si, eso parece... ¿Se le ofrece algo de tomar?

-Agua estaría bien.

-Espere un momento.

El omega nota a su bebé dormido, así que primero lo lleva a su cuna y después va a la cocina por el vaso de agua. Volviendo. la puerta se abre y Chris entra, con bolsas en sus manos, alzando lo más que puede los brazos.

-¡Juro que no golpeé a nadie ésta vez!

Jeongin rueda los ojos, dándole el vaso a la mujer. Ella bebe un sorbo y se ríe.

-Tranquilo, chico. No estás en problemas.

Christopher expulsa aire contenido. Se disculpa, diciendo que volverá pronto.

-Ahora sí, ¿qué pasa? -toma asiento, a un lado a su omega y frente a la señora.

-Okay. -de un pequeño bolso, saca una foto de tamaño considerable. -¿Conoce a ésta chica?

Jeongin frunce el ceño, viendo la foto. Ya la había visto en algún lado, nunca olvidaría esa melena rojiza, pero... ¿de dónde?

-Oh. -el ojimarrón habla. -Yo una vez la ví en el supermercado.

-¿Qué? -Christopher voltea a verlo.

-Fue hace mucho tiempo.

-Debió serlo. -la mujer guarda la foto-, Minatozaki Sana, originaria de Japón. 19 años de edad, omega. -ella dice. -Hace una semana la encontraron muerta en su departamento en Gangdong-gu.

-Y... ¿yo que tengo que ver? -comienza a desesperarse.

Jeongin aprieta su mano, buscando calmarlo.

-Ella firmó, en una carta de suicidio, que dejaba la custodia total de la pequeña Yuna en manos de usted.

-¿Quién es ella?

-Minatozaki Yuna. Hija única de Minatozaki Sana. -del mismo bolso, saca una hoja papel, parece ser arrancando de un cuadernillo de notas. -Ahí mismo dice que usted es el padre y que la única manera de salvar a la niña era así. Vivían con un alfa que las maltrataba.

-Ella no es mía. -le devuelve la carta, enojado y con los ojos húmedos. -Ella tuvo un aborto.

-Al parecer no, joven Bang.

-Sana tiene padres, que se la den a ellos. -suelta con rudeza.

-Chris, cálmate. -Jeongin posa una mano en su pecho, sintiendo como su corazón latía acelerado.

-Eso es posible, sí. Después de hacer pruebas de paternidad, a las cuales usted está obligado.

-No pueden hacer eso. Es mi cuerpo.

-Mire, señor, joven, lo que sea. Veo que usted y su omega tienen un bebé, ¿vale? -Christopher asiente. -Imagino que los quiere más que a nada en el mundo. -el alfa asiente nuevamente. -Imagine, que la pequeña Yuna no es ella, sino el bebé. Usted no sabe cuánto ha sufrido ella, total, si las pruebas salen negativas, usted no habrá perdido ni ganado nada.

Chris voltea a ver a Jeongin, quien le sonríe y asiente.

-Está bien.

-Perfecto. -la morena sonríe, ahora, sacando otros papeles para que el alfa firmara.

𝘃𝗲𝗻 𝗮𝗾𝘂𝗶́, 𝘆 𝗮́𝗺𝗮𝗺𝗲.  ♡ chaninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora