El penultimo rehen Final

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-¿Por qué estas llorando?-
Miré hacia arriba y allí estaba mi hermano Anthonio. Sonriendo a pesar de ver mis mocos y lagrimas.
-¡Creí...que...que no vendrías a buscarme!- Rompí en lagrimas y seguí hablándole entre mi llanto de pequeña.
Anthony...
¡Si supieras!
Mamá me ha dejado sola desde entonces.
Quiero que me vea como su bebe de nuevo.
Quiero que me abrace de nuevo.
Como lo hacia antes.
Quiero que salga menos con ese tipo nuevo y que se quede en casa conmigo.
Que sea infeliz igual que yo. Que no salga adelante. Quiero que extrañe a papá como yo. Como yo.

-Tu me salvaste- Dijo el muchacho sacándome de mis pensamientos.- Te arrodillaste frente a mí, corriste hacia mí, y allí te quedaste...-
Lo mire y el aun tenia su mano en mis muslo. No quise decir nada al respecto. Tenia mucha vergüenza sobre mi aspecto pero...
-Y le disparaste- Dijo de repente. Esperó un momento y se apoyó en la puerta de entrada.- Pero fue en defensa propia. Ella estuvo a punto de matarte sin razón alguna...digo, tu muerte no tenia razón. La mía si.-
-No digas eso. Nadie tiene derecho a dominar el destino de otro.-No era el momento Helia.
-Lo se. Dijiste unas cosas muy valientes allá afuera...-Se aclaró la garganta.- Ahora lo importante es que estas bien, aunque te disparó en el muslo. Otra cosa, no se el estado de esa mujer, lo lamento. Y por último, debes salir de este hospital ahora.-

-Tres días después-

Hermano, estoy en un pequeño edificio bastante extraño. Acabo de llegar de beber algunos tragos, en el primer piso tienen un bar de lujo.
¿Qué hay del trabajo? Vona esta aquí conmigo.
¿Que hay de mi madre y sobre el "accidente"? No me interesa, y espero a ti tampoco.

¿Recuerdas el muchacho de la mascarilla en el café? Resultó ser el chico que salvé. Me ha traído por razones que aun no estoy segura.
Estoy mejorando de mi pierna.
Él tiene una hermana. Parece hecha de chocolate blanco. Es todo lo que puedo decir. Tu sabes que mis comentarios son así.
De alguna forma no quiero saber nada por ahora.
Estoy sana y salva, siendo la sanguijuela de Vona. Tengo sus grandes senos para mí.

Y a Leo. El muchacho de la mascarilla. El muchacho hermoso.

En unas horas más debo ir a encontrarme con unos muchachos en el bar. Debo dormir por ahora.

P.S. Mental: Leo cree que lo salvé. Yo también creo que lo salvé. Pero la verdad es que solo estaba cometiendo suicidio. Mi bala escapó por ser una inútil.

Y ahora debo escapar.

El penúltimo suicidioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora