El corazón de Marina está roto, enamorada profundamente de Guru Clef. El gran mago se encuentra al borde de un colapso nervioso ante la probable destrucción de Cefiro que clama por su pilar. Decisiones que tomar y sentimientos que afrontar. Lograrán...
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Cuando la chica abrió sus ojos y dirigió su hermosa mirada zafiro hacia él sonriendo con ternura, el mago sintió que su corazón se había detenido y su respiración se había cortado, definitivamente esa imagen quedaría grabada en su memoria para siempre y como si estuviera hipnotizado por la bella mujer, empezó a caminar distraídamente por el camino de cristal sin apartar la mirada de ella y sin escuchar las voces de los demás hasta que al estar a unos pocos pasos de ella Ceres levantó su cabeza de forma amenazante para que no se acercara mas por lo que no le quedo de otra que detenerse.
-Marina…-
-Clef… ya no estás enojado conmigo… que alegría…-
Al escuchar esas palabras Clef se puso más pálido, nunca espero ella que fuera a decir eso y que sus ojos brillaran con esa felicidad al ver que ya no estaba enojado, tuvo que tomarse unos momentos para hablar ya que las palabras no salían de su boca y menos al ver como ella se incorporaba un poco para quedar sentada entre los pétalos.
-Pues creo que te apresuras Marina… la decisión que tomaste, no estoy de acuerdo con ella-
-Tenía que hacerlo, quería hacerlo, te has esforzado mucho investigando y buscando una solución al problema, ya está arreglado y me siento feliz de ser de ayuda, de conservar el hermoso mundo que tanto amas-
-No hables con tanta tranquilidad como si no fuera nada…-
-Créeme Clef, no hay porque alterarse, ahora Cefiro estará bien y todos podrán ser felices-
-Pero que hay de ti? Te sacrificaste Marina!-
El mago se había alterado y sin querer le grito a la chica en medio de su rabia por lo que el dragón se levanto y rugió molesto hasta que Marina lo acaricio suavemente para calmarlo.
-Tranquilo Ceres, no pasa nada, no tienes porque enojarte-
-El me odia y no lo culpo por ello, tiene toda la razón para hacerlo…-
-Ceres no te odia, es solo que me está protegiendo… Clef, comprendo que no compartas la decisión que tome, pero sé que tarde o temprano lo entenderás y veras que fue lo mejor, Cefiro necesitaba un pilar y no hay razón para sacrificar a un inocente y robarle la felicidad-
-Pero Marina, has dado tu vida por el planeta-
Lucy se atrevió a intervenir ya que junto a los demás continuaba ahí en la entrada de la habitación por lo que acompañada de Anais caminó un poco por la plataforma de cristal al centro de la habitación.
-Lucy tiene razón, pudimos haber encontrado otra solución, no tenias que hacer eso-
-Anais, entiendo que tu y Lucy estén preocupadas por mí, pero esa fue mi voluntad, por qué no quieren entenderlo?-
-No me cabe la idea en la cabeza de que hayas hecho algo así por todos nosotros, por Cefiro-
-Se que así es Lucy, pero al igual que Clef, tu y todos llegaran a entenderlo, lo que hice, lo hice por amor, sin arrepentimientos-
