𝕳𝖆𝖕𝖕𝖎𝖓𝖊𝖘𝖘 𝖍𝖎𝖙𝖙𝖎𝖓𝖌 𝖑𝖎𝖐𝖊 𝖆 𝖇𝖚𝖑𝖑𝖊𝖙

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Sus pulmones se llenaron de aire para gritar con tal entusiasmo que hizo a las aves volar y a su novio asustar.

- ¡Sigue corriendo, cariño! —Le gritó Baekhyun, el cual era atacado por una risa histérica segundos después.

Y se preguntaran, ¿por qué esos dos estaban corriendo descalzos en una pradera?
Si me hubieras preguntado hace un año te respondería: Porque es la tradición de sus aniversarios, correr por el lugar donde se conocieron y se amaron. El lugar en donde Baekhyun le pidió ser su novio a Sehun y lo besó por vez primera.

Pero ahora, de manera lastimera te digo: Corren rápido por sus familias.
Y no de buena manera, ellos estaban enloquecidos al ver a sus hijos en el granero revolcándose de la manera menos amistosa posible.

Sehun estalló en carcajadas cuando recordó el rostro de su padre minutos atrás. Desencajado, casi con ganas de llorar, pensando que su hijo perdía la virginidad con hombre.

Hun sólo se rio más al recordar que no había sido la primera vez que pasaba. Que habían perdido la inocencia juntos hace años, mientras que todos pensaban que eran buenos amigos.

Para ellos sólo existía el otro y amó decirle a su papá eso, de manera que lo molestara más.

Escuchó un disparo de la escopeta y corrió hasta al lado de Baekhyun. -¡Agarra mi mano, Baek!

Byun le sonrió, con el cabello revuelto y la camisa abierta. Los pantalones a medio abrochar y una mueca traviesa, como el de un niño que acababa de robar dulces.

- ¡Como mandes, cielo mío!

El mayor pensó en la cara de su madre. En el pesar que ella sentía al ver que su hijo mayor no se casaría con una muchacha, sino que con un muchacho.
Casi podía escuchar la risa burlesca de su hermana Yeri y las palabrotas de su padre.

Otro disparo y Baekhyun empujó a Sehun al suelo, besándolo de manera ardiente.
-Estás loco... -Murmuró el menor.

-Sólo por ti, Hun... -Le besó el cuello y las mejillas- Dejaremos todo el amor absurdo a nuestras familias aquí, mi vida.

El alto cerró los ojos gustoso y asintió. -Sólo puedo llevar el amor que te tengo a ti.

-Hay que escapar, lindo...

- ¡Sehun vuelve aquí con tu amante de quinta!

Ambos se miraron y Baek se paró se un salto, dándole la mano a Hun para levantarlo.

Siguieron corriendo, viendo de vez en cuando atrás con una sonrisa.

Se sentían tan libres y tan eufóricos que podían compararse con los pájaros. Sin cadenas, volando.
Escaparían juntos y los malos días acabarían.

 Rincón sebaekWhere stories live. Discover now