One-shots (Harry Potter)

Charlie Weasley - nos obligan a casarnos

- Bien, el trato hecho. Los niños se casarán en tres meses. - el señor Diggory estrechó la mano del señor Weasley.

- ¡Increíble! Así de fácil. Ojalá los problemas se solucionasen igual de rápido - dijo el señor Weasley ajustándose la chaqueta.

- ¿Por qué no vamos al comedor y dejamos a los niños solos? - propuso la señora Weasley.

La señora Diggory asintió y todos se fueron allí dejando a los dos jóvenes solos.

La chica se sentó en el sofá con los brazos cruzados.

- Lo siento - comentó Charlie sentándose a su lado. - Seguro que no tienes ninguna gana en casarte conmigo. Yo tampoco.

La chica lo miró, sé sonrojó y miró a otra parte.

- La verdad que no tenía ganas ni de tener novio, pero mi padre insiste en que si no salgo, no me casaré nunca. - ella suspiró - Como siempre, mi hermano pequeño será la gran alegría de la familia.

Charlie sonrió - Te comprendo. Todos mis hermanos tienen pareja menos yo. Bueno, hasta ahora.

- ¿No te molesta? - preguntó ella curiosa

- Un poco. Pero porque nos han quitado libertad de elección.

Ella le sonrió - Podríamos hacerlo más llevadero. Sé que nos conocemos poco, pero seguro que empezando de cero, algo podría salir. Y si no, seguro que hay otra opción. Ellos quieren que nos casemos, es su propósito. Lo que hagamos o no, les da igual. Bueno, pero seguro que quieren nietos, pero eso podremos solucionarlo.

Charlie la miró maravillado - Un plan brillante. Bien, empiezo yo. Charlie Weasley, encantado de conocerla.

- Igualmente Charlie, soy Tn Diggory. - ambos estrecharon sus manos.

- Bueno señorita Diggory, ¿qué le apetece hacer?

- Me encantaría leer, o cuidar a los animales que tengas. ¿Tenéis animales? Los amo.

Charlie sonrió y asintió - Acompáñame.

Ambos se levantaron y fueron al gallinero.

- También tenemos gnomos. Pero dudo que quieras conocerlos. - ella sonrió

- ¿Te gusta alimentar a las gallinas? He oído que los muggles también tienen gallinas.

- Me gustan más los dragones - comentaba Charlie tomando un cubo con comida

- Dragones - murmuró ella - Nunca he visto uno la verdad.

- ¿Quieres conocerlos? Son animales majestuosos.

- Me encantaría.

- Por desgracia, la gran mayoría están en Rumanía. Te llevaré algún día.

- ¿Lo prometes?

- Lo prometo.

- ¿Pinky promesa? - ella le enseñó el dedo meñique, Charlie la miró extrañado - Es más fuerte que una promesa normal.

- Pues... pinky promesa - ambos estrecharon sus meñiques.

- ¡Genial! No puedes romper nuestra Pinky promesa.

- ¿Por qué?

- Porque es irrompible.

- Gran explicación. ¿Algo más?

- Sí - la Diggory dio un pequeño salto - ¿Podemos adoptar una gallina?

- Todas las gallinas son de mi familia.