—No, —mastico un poco decepcionado de eso— les darán mantenimiento a las motocicletas y llegará un nuevo diseñador.

Sin darse cuenta jugó con el tenedor, un puchero infantil y que la señora Xiao notó, pero no dijo nada.

—Entonces no llegarás tan tarde ¿verdad? —a Yibo le gustaba como la familia Xiao no se cansaba de su presencia, ni les parecía incómodo, simplemente lo aceptaban con confianza y hasta le pedían que hiciera favores— Puedes llevarte las llaves, nosotros no volveremos hasta mañana.

Debería dolerle que supusieran con facilidad que él no se había arreglado con su madre aún, pero eso lo tenía sin cuidado.

Oh, Yibo recordó, ese día era su aniversario. Sin poder evitarlo, como siempre le pasaba en esa casa, sonrió.

—Claro, disfruten su día y felicidades —los adultos compartieron una mirada cómplice frente a él. Una relación así era una buena meta.

—Igualmente, hijo. Dejaremos algo de comida guardada para cuando vuelvas —La señora Xiao no pudo evitarlo y pasó una mano con suavidad sobre el cabello teñido. Haciendo que Yibo se sintiera como un niño a pesar de que ya tenía 19 años.

Tarareo en aceptación y termino de desayunar con rapidez.

—¡Nos vemos, señores Xiao! —gritó desde la puerta, alcanzando las llaves colgadas y el casco.

*    *      *    *    *

El camino al circuito de carreras fue relativamente fácil, ignorando el inmenso tráfico, al que estaba acostumbrado, y sus pensamientos sobre Xiao Zhan.

¡Una semana sin hablar con Xiao Zhan!

Habían peleado por una situación ridícula, como en otras veces, Yibo esperó dos días y le mando mensaje, pero no contestó, ni siquiera lo dejó en leído, le marcó y entró al buzón de inmediato. Le dio espacio, pero Xiao Zhan no daba señales de vida.

Yibo empezaba a sentir desesperación, ni siquiera había sido algo serio, solo comentó sobre la cita doble a la que fue obligado a asistir. Tenía planeado decirlo y luego soltar algo como "Pero ella no es Zhan-ge" cuando este le cortó la llamada de golpe.

No sabía que había hecho mal y tenía muchas preguntas al respecto que no podía satisfacer, pero como igual consideraba la opción de que su Gege estuviera ocupado en la universidad no lo había molestado de más.

Aunque las ganas no le faltaban.

Pero...¿Tan ocupado como para no hablar con sus padres en su día especial?

—¡Wang! —lo llamaron nada más se estaciono fuera del estadio, sacándolo de sus pensamientos, Yibo se desacomodo un poco el cabello mientras se quitaba el casco y observó como Yubin se acercaba a él, sonriendo.

—Buenos días a ti también —comentó sarcástico.

—Ah —su amigo se llevó una mano al pecho con dramatismo— tu tono frío congela mi corazón.

Yibo le lanzó una mirada iracunda y Yubin se rió entre dientes con poca sutileza.

—No sigas enojado conmigo, Wang —pidió.

—Me arrastraste a una cita doble.

—En mi defensa, no pensé que aceptarías —La irritación creció en él, ¿cómo no aceptaría si las primeras palabras que salieron de su boca fueron "Colección de motos clásicas"

¡No esperaba que se refiriera a la chica que trabajaba para el dueño de la colección! Ni siquiera respiro cerca de alguna motocicleta en esas tortuosas horas, la amiga de la chica, su cita, les tenía pánico.

—Pues me vas a perdonar con la sorpresa que tengo —guiño un ojo y puso un dedo sobre sus labios mientras se apoyaba en su hombro, ambos caminando juntos, hombro contra hombro, hacia donde se mantenían las motos.

Varias personas pasaron de un lado, agitados y Yibo se sorprendió ante la cantidad de gente que se apresuraba, tambien note que varios miraban en su dirección con nerviosismo.

—Te estoy llevando a conocer a nuestro nuevo diseñador, —anunció, moviendo las manos en gestos de grandeza— es un pasante de diseño gráfico...pero tiene talento.

Yibo alzó una ceja.

—¿Contrataste a un estudiante? —Yubin sonrió como si guardara todos los secretos del universo.

—El mejor de su universidad, y es de aquí, así que se pasará todas las vacaciones aquí —Yibo medio asintió, poco interesado.

—Mientras cambie ese horrible logo.

Yubin era encargado del lugar, su tío era el dueño y básicamente se lo dejaba a él mientras descansaba en su casa. De todos los lugares, Yibo nunca esperó encontrarse con el chico al que soborno en la pista. Y ambos obligados, a pesar de que con el tiempo le habían tomado gusto.

Yibo más, la primera vez que monto en una aún seguía grabado en sus recuerdos y casi podía sentir el rugido del motor contra sus manos inexpertas, pero mientras corría todo cambió y decidió quedarse ahí para siempre.

—Te va a gustar, lo prometo —se detuvo ante la puerta que llevaba hacia la bodega de Yibo— hasta le permití iniciar con tu moto.

—¿Qué? —abrió la puerta con rudeza.

Los rayos de sol llegaron un momento, alguien había levantado la cortina metálica que daba directo a la pista y ahora toda la habitación estaba bien iluminada. En medio su preciosa motocicleta había pasado de un simple negro a tener patrones en verde y un león en líneas blancas.

Su casco estaba en una mesa, medio pintado en verde con detalles rojos.

—Es bueno ¿no? —Yibo muy a su pesar tuvo que aceptarlo.

—Me alegra que te guste, didi —el diseñador entró de nuevo, una pequeña sonrisa tirando de sus labios, en su mano derecha un bote de pintura spray. La camiseta corta dejaba ver sus brazos manchados y Wang Yibo se paralizó.

—¿Zhan ge? —el joven diseñador sonrió aún más.

—Feliz cumpleaños, didi.

Ah, sí, es cinco de agosto...

TURURURU YA ES JUEVES y les traigo un capítulo recién salido del horno

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TURURURU YA ES JUEVES y les traigo un capítulo recién salido del horno.

Pasaron cuatro años en el fic y muchas cosas que nos enteraremos luego, les daría spoilers de lo que viene (porque me emociona un chingo) pero tengo sueño, byeeee.

Gracias A MamáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora