Un mundo sin dioses 1

Sin deidades

CARTER

Soy Carter Kane, mago egipcio, ex avatar de Horus... Y hasta unos segundos creía ser un loco. Creí estar demente cuando desperté en un lugar que ni siquiera conocía, en New York, viviendo con mi tío Amos cuando él debería estar en el Cairo, y cuando no encontraba por ningún lado a mi hermana.

Me sentí como un desquiciado cuando hablé de dioses y héroes, de serpientes y magos, y mi tío quien aún más que mi padre me había introducido al mundo de la magia me miró como un extraño. Una vez había sido uno con un dios, y desde entonces me sentía diferente, es por eso por lo que cuándo lo dejé de sentir y de poder ver el Duat aquella misma mañana supe que algo no iba bien.

Creí incluso que me había vuelto loco cuando sin importar a dónde iba no encontraba rastros de dioses o a nadie que conociera fuera de mi tío. Bast, Zia, Sadie, Walt, no podía encontrar a nadie, y eso me asustó bajo la idea de que todas mis aventuras no habían ocurrido.

Tuve que ir a una biblioteca, reuní la información que pude a toda prisa y busqué un mapa. Si no había un mago que me convenciera de que lo que estaba mal no era yo, tal vez lo podría hacer un semidios, recordé todo lo que sabía de ellos por las pocas notas que por seguridad habíamos intercambiado las dos veces que me encontré con aquella facción, revisando cada palabra dicha por Percy y Annabeth.

Sabía que estaban en Long Island, así que eso redujo mi espacio de búsqueda, luego consideré que era un campamento, así que las zonas urbanas deberían estar fuera, y cuando estaba a punto de descartar las zonas mapeadas noté un camino que no recordaba. Yo era un viajero, cuando estaba con mi padre mi pasatiempo era leer mapas, así que algo de una de las ciudades que más conocía no me fuera familiar me alertó.

Al parecer el camino llevaba un campamento llamado en honor al dios Apolo, aunque indagando di en cuenta que era por las misiones de la NASA. Estuve a punto de descartar el lugar, después de todo podía ser que sólo fuera una coincidencia y que de verdad había olvidado aquel detalle, pero recordando un sabio consejo de mi hermana "no todo es lógico, señor Wikipedia" decidí ir hacia allá en taxi.

Me sentí raro a cada paso, como aquella pieza faltante en donde debía estar Horus era como un agujero negro. Al llegar y toparme con un chico de piel clara, ojos verdes como esmeraldas y cabello oscuro, con jeans y un polo azul de cuclillas derramando lágrimas sobre un árbol supe que no estaba loco... O quizás los estaríamos los dos.

Posé mi mano sobre su hombro, y en cuanto él giró a mirarme hubo un incómodo cruce de mirada donde ninguno parecía poder iniciar a hablar. Inicié con un suspiro y entonces sólo dije:

—No estamos locos... ¿Verdad?

—Depende, ¿También recuerdas que el mundo no era así ayer?

Él asintió con frenesí.

—Desperté viviendo con el ex esposo de mi madre... ¿Por qué siquiera estaría viviendo con él?, ella se casó con Gabe para protegerme. También... —suspiró con pesar—. Ella está muerta. Voy a una escuela que no recuerdo, mi novia no me reconoció y está con alguien que debería estar muerto, y salgo con una amiga... Y esto... Esto es campamento mestizo.

Sentí una gran pena por Percy, comparado con lo que me había pasado él se llevó la peor parte. Le hablé un poco de mi despertar.

—¿Tienes más amigos que puedan ayudarnos o que recuerden que esto no era así?

—Tyson, Clarisse, Groover, Leo Valdez, Frank Zhang, Hazel, Piper, Nico di Angelo, Magnus Chase, Thalía y Ja... —se interrumpió antes de terminar el último nombre, corrigiéndose de inmediato—, sólo Thalía Grace.