-Junmyeon, no hagas esto. Es mi familia...

-No me gusta tu familia.

La voz que sale de su garganta hiela la sangre en las venas, presagia muerte rápida y limpia. Aunque todavía puede describirse como "hombre" tiene la piel de los brazos cuarteada como arena seca en el desierto y líneas negras serpentean desde el centro de su pecho hacia su cabeza, mientras un aura oscura que huele a muerte se arremolina en torno a él.

Sin embargo, son sus ojos los que evidencian al demonio que lleva dentro. Completamente negros, se hunden en las cuencas envejeciendo la piel alrededor y poniendo una horrible mancha oscura en su rostro.

-Y tendrás que vivir con eso, chico grande. Apuesto a que no me va a gustar tampoco tu familia.

El omega tiembla incontrolablemente pero su voz no. ¿Este es el pequeño Yixing? Con sus manos frota la piel del vampiro intentando empujar hacia abajo aquellas horrendas líneas que suben por su cuello y se cruzan sobre su rostro.

El omega ni siquiera se ha despeinado, no lo ha tocado ni una partícula de polvo en aquel caos, evidencia clarísima de la posición del vampiro con respecto a él.

A medida que su voz gana la atención de su pareja, la cabaña deja de crujir y afloja la presión contra las personas dentro de la habitación, pero nadie mueve un músculo como si temieran romper el encantamiento que el chico está poniendo sobre el enemigo. Yixing tiene la vibra de un mago poderoso.

-¿Qué fue lo que te dije?- Yixing pone un beso en la frente de su pareja y deja que sus labios dibujen una línea hasta su nariz - Te dije que "esa" era la persona que más amaba en este mundo...

-¡Mío!- el vampiro no está dispuesto a ceder ni un milímetro de su pareja.

-Ah, ah, ah. Son amores diferentes y tú lo sabes.

Lo besa en los labios muy tiernamente. El brazo de Junmyeon se aprieta en su cintura. Los ojos del vampiro empiezan a aclararse, se limpian y se enfocan en el hermoso rostro que tiene delante. Definitivamente la presión se afloja para todos. Ahora pueden respirar pero no bajan la guardia.

-El perro intentó alejarte de mí y no voy a compartirte con nadie. ¡Jamás!

-No insultes, no es educado. Mi hermano está tratando de protegerme porque me ama mucho. Él no te conoce, su única referencia son las palabras del anciano Park y tendrás que coincidir conmigo que no son las más alentadoras.

-Yo soy lo que soy.- es su sentencia.

El duro tono de su voz destila rabia, desprecio y odio por todo lo que lo rodea. Esta criatura se sabe en la cima con el mundo entero a sus pies. Está clarísimo que si no fuera por Yixing ninguno de los presentes estuviera vivo en estos momentos.

El príncipe Junmyeon no está acostumbrado a mediar palabras entre la vida o la muerte de una persona. Su voluntad es lo único que importa, su punto de vista es verdad universal.

-Y yo soy tu Mate.- el omega se mantiene firme, mirándolo directo a los ojos, Junmyeon puede oler inseguridad  en él pero Yixing no cede.

-No tires de mí...- es una mezcla entre advertencia y amenaza que hace temblar el estómago en un escalofrío involuntario.

-Oh, si, lo haré, seguro que lo haré. Dile adiós a tu aburrida y estirada vida. Dijiste que muchas cosas iban a cambiar, bueno, supongo que tenías razón.

Hay un duelo de miradas entre los dos. ¿Quién iba a pensar que el pequeño omega que vivió siempre bajo las sombras del Doc es este hombre que ahora muestra entereza, inteligencia y aplomo en una situación caótica como esta?

Omega BrujoWhere stories live. Discover now