—Mamá.—Hable cortante clavando mis ojos verdes en el reflejo de su rostro.—Aprecio que vengas a mi boda y quieras tener todo este vinculo madre e hija de nuevo, que quieras peinarme y ponerme bonita para mi boda. Pero no toques ese recuerdo con papá como si hubieras sido feliz.

—Fui muy feliz, Skyler.

—¿Y te fuiste?

—¿Sabes? No volvamos a tener esta conversación.—dice mamá.—Olvide lo obstinada que eras.

—Claro que lo olvidaste, te pasaste gran parte de mi adolescencia sin ser parte de ella, te fuiste para jamás regresar haciéndome creer que no era lo suficiente para ti, dejándome aquí sin molestarte en llamar hasta seis años después.—dije molesta volviendo agarrar mi celular.—Maldita Zoe, ¿Dónde esta? Rosie y ella ya debieron haber llegado.

—¿Algún día vas a perdonarme, Sky?—pregunta mamá.—Realmente lo lamento hija, solo...fui egoísta y claro que te amo, solo...

—Entiendo el porque te fuiste.—dije seria.—Lo entendí antes, lo entiendo ahora, pero mínimamente te hubieras esforzado por mantener contacto conmigo, ¡todo lo que tuve de ti fue una seca carta para navidad!, y luego volviste, años después a pedir un divorcio porque te casarías con otro, eres increíble porque encima quieres que te tenga lastima.

—No quiero que me tengas lastima, Sky. Trato de reparar todo.

No alcance a contestar cuando, sin molestarse en tocar, la puerta fue abierta de golpe y tres chicas aparecen. 

—¡Hola!, perdona la tardanza, estábamos muy dormidas, Dios que calor de mierda, espero que mejore para la tarde...—dice Zoe ingresando con bolsas, Dove y Rosie están detrás de ella con los vestidos, los set de maquillaje y demás. Mamá se seca sus lagrimas al igual que yo, Zoe y Rosie nos miran pero ninguna dice nada, solo suspiro mientras le indico a Zoe que me ayude con mi maquillaje, en lo que mamá decide ir a la cocina.

Las chicas se mueven por mi departamento comenzando a prepararse entre ellas, preparándome a mi, veo a Dove morderse el pulgar tras el reflejo del espejo, y la mirada de mi madre tras la conversación que tuvimos.

Horas después, nos dirigimos a la recepción de la iglesia, en donde estoy en un cuarto preparado para la novia mientras todos los invitados ingresan al salón, Tom también esta en otra habitación terminando de prepararse. El cuarto esta decorado con rosas blancas por todos lados, un enorme y claro sillón con almohadas mullidas, mis damas de honor asegurándose que todo este en su lugar, el reloj indicando la hora.

Y aquí volvimos, al principio de esta historia, donde me veo en el espejo y siento que estoy a punto de vomitar. Luzco hermosa, debo admitirlo, con el vestido blanco, la falda ancha con pliegues y mangas cortas con un pequeño escote, mi cabello atado en un lindo moño y demás. Si este es el día mas feliz de la vida de cualquier persona, ¿Por qué luzco tan aterrada? Si voy a casarme con un chico que amo, ¿Por qué Percy sigue en mi cabeza?

Unos golpes suenan en la puerta y me acerco a abrir, me sorprendo demasiado a ver a Niklas frente a la misma. Con un pulcro traje negro y una corbata color borgoña, su cabello perfectamente acomodado con gel peinado hacia atrás y sus ojos cafés que me miraban con amabilidad. Me sonríe.

—Wow, eres una de las novias mas lindas que vi.—dice viéndome. 

—Gracias.—dije y lo invite a pasar.

—¿Cómo te encuentras?—pregunta Niklas.—Gran día, debes estar emocionada.

Niklas acaricia los pétalos de unas flores y suspira pesadamente mientras la hora se iba acercando.

—¿Luna de miel?—me pregunta.

—Iremos a Canadá, ya sabes para...buscar lugar y conocer la ciudad.

Charlas en el tejado (Midas King #1 y #1.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora