Capítulo 16

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Idiota, idiota y mil veces idiota, habían tramado una maldita emboscada en contra de la casa donde tenía a Atsushi refugiado, aceleraba cada vez más el automóvil donde iba, maldiciendo a Dazai, ese bastardo, ¿porque estaba tan encaprichado con el albino?, ¿porque para ese idiota era un todo o nada?, debió haber tenido más seguridad alrededor, la llamada que le hizo Kouyou, no lo había dejando tranquilo, diciéndole que había demasiado movimiento afuera, es cierto que no veía a nadie pero se escuchaba desde afuera, las ramas de los árboles, fue lo único que le había dicho, y eso sólo podía significar algo, una emboscada

Mientras tanto en la casa de seguridad donde había dejando al albino las cosas no pintaban nada bien, el albino ya tenía 8 meses de gestación por lo tanto la llegada del bebé podría ser pronta, y más con los acontecimientos que estaba viviendo ahora mismo, tratando de correr por el bosque donde Kouyou tomaba su mano, no era fácil, sentía que el aire le faltaba y tenía que parar negando que ya no podía más, que era demasiado para él todo esto, pero la mujer lo animaba a continuar, no podía dejar que de nuevo Dazai se lo llevara

Los seguían, pero no estaban cerca de ellos Dazai lideraba, diciendo que se esparcieran y que lo encontrarán a como de lugar o rogarían por su muerte, no pensó que la estúpida mujer fuera precavida y hubiera previsto la emboscada, para el colmo segura a estas alturas ya debió haber llamado al estúpido de Chuuya, ese maldito como se atrevía a quitarle lo que era suyo, lo que por derecho le pertenecía, apretó el puño con rabia hasta que enterró sus uñas tan profundo, que un hilo de sangre broto de su palma

– ¡Atsushi, deja de correr y vuelve conmigo, no importa cuánto huyas volveré por ti y mi hijo! –

Cuando el albino escucho su nombre saliendo de los labios del castaño, su llanto se dejó liberar, no quería, no quería volver con él, no quería ser de nuevo sometido a abusos psicológico, mentales y sexuales, el solo quería irse de lejos de todo el mundo

– Kouyou, nos está alcanzado...yo yo no puedo mas, duele mucho... – sé sostuvo fuertemente el vientre el bebé estaba más inquieto de lo normal, sentía que quería partirlo en dos –

– Atsushi...vas a tener al bebé...– la mujer miró horrorizada las piernas de Atsushi, ese bebé nacería hoy al parecer –

– No, no, no él se lo querrá llevar, por favor no ahora bebé... –

– Atsushi, mírame yo conozco este bosque bien, más adelante hay una cueva, ahí podríamos escondernos hasta que termines tu labor de parto, con suerte yo ganaré algo de tiempo e informaré a Chuuya donde estas, para que vengo con su equipo a por ti –

– No quiero, que salgas lastimada...¿Porque tarda tanto en venir el señor Chuuya?, justo ahora que mas lo necesitamos... – no pudo seguir hablando ya que otra contracción, llegó más fuerte, Kouyou lo único que hizo fue arrastra al albino unos metros más adelante donde debería dar a luz –

– Vamos al fondo, para que no escuchen por si gritas, afortunadamente en el bolso pude empacar algo de ropa para el bebé y un botiquín...no es mucho pero trata de resistir, ¿si? – caminaron más adelante y Kouyou lo dejo recargado en la pared mientra este respiraba con dificultad y sentía como el bebé estaba bajando dolorosamente, para salir – Atsushi, necesito que estés tranquilo, no debes alterarte mas de lo debido, de lo contrario el parto se complicará y no querremos eso, ¿vale? –

El albino sólo asintió, sintiendo como Kouyou le retiraba las prendas de abajo sintiendo vergüenza de inmediato, pero dejándola a un lado pues sabe que es necesario, siente otro fuerte dolor, no dejando escapar el grito empezando a respirar muy rápido, sentía algo salir abrirse pasó, escuchaba como Kouyou lo animaba, cada vez más a que siguiera que sólo faltaba poco, y ahí estaba el llorido un bebé, nunca se imagino que terminaría dando luz en una cueva

– Mira...esta tan chiquito – lo envolvió en una frazada, más tarde lo limpiaria y pondría un enterizo –

El albino, desvío la mirada hacia donde estaba el bebé y no podía creer el parecido con ese hombre, cabello castaño, piel aperlada, y seguramente en unos días podría comprobar que tenía ojos cafés, empezó a llorar mientras veía al bebé, ¿porque se tenía que parecer a él?, no quería que fuera igual que él

– Es identifico a Dazai, ¿porque? – sollozo aún más fuerte solo viendo hacia arriba, hacia ningun lado en realidad –

– Atsushi, no veas su físico, mira es un bebé inocente y es solo tuyo no de ese bastardo, mira lo chiquito que esta – se lo mostraba acercandolo al albino, quien solo lloraba más y más –

– No quiero que se parezca a él – sus lágrimas no paraban de salir, y el bebé al parecer fue contagiado por la tristeza de su madre tanto así que empezó a llorar de nuevo –

– Shshshsh – empezó a mecer al bebé pero este parecía que no queria dejar de llorar, si no estaba en los brazos de su madre – Atsushi, mira tomalo...

– No...no quiero... – sollozaba más fuerte observando al bebé que sólo apretaba sus puños, y su cara empezaba a ponerse roja –

– Atsushi... –

– ¿Porque llora? Hazlo callar por favor... – más lágrimas salían apretando sus ojos con fuerza, limpiando su nariz con su dorso de la mano –

– Te necesita a ti, no a mi por eso llora, solo cargalo para que se tranquilice –

Sin más remedio el albino estiró sus brazos, recibiendo al bebé empezó a mecerlo evitando verlo, volteando hacia otro lado, el bebé poco a poco dejó de llorar, hasta quedarse dormido

– ¿Porque te pareces a él? – no sé atrevía a verlo a la cara solo empezó a sollozar de nuevo mirando hacia arriba –

DazAtsu ¿Que tipo de relación tenemos? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora