Mentiras e inocentes

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-Espera.. ¿Vamos a tu casa?..-

-No es mi casa Peter..- Llegaron a lo que alguna vez había sido la entrada principal de la cafetería. Cuando la pelirroja tomó el picaporte él se soltó de su agarre.

-No creo que debamos entrar.. Entiendo que te sientas mal, créeme yo más que nadie, pero..-

-Peter, nos conocemos de hace un día que se sienten como años.. Así que te pido que confíes en mí.. No vendría sino pensara que es importante y que nos ayudará en algo.. Por favor..-

-Esta bien.- sonrió. Le había enternecido sus palabras y más la forma en la que sus ojos se abrieron en súplica

Entraron a la cafetería, todo estaba destrozado y quemado. Piezas de madera, cristal y escombros en el piso dificultaban el paso. La estructura era peligrosa e inestable.

-Ya me estoy arrepintiendo..-

-Ya no seas miedoso..-

-¿Miedoso yo? ¿Miedoso yo? Se lo dices a quien peleó contra criminales y lagartos gigantes.. Pff miedo yo.. Nah mas bien tu eres la miedosa..-

-Yo no dije que me arrepentía de entrar y nunca me verás así de ..-algo corrió rozando sus tobillos, provocando que saltara a los brazos de Peter por inercia.- ¡Algo caminó!-

-Si, podrían ser ratas..-Amelia palideció.-¿Quién es la miedosa ahora?..-

Cooper desvió su vista del piso para verlo, estaban tan cerca que podía sentir su respiración en su cabello. Sus manos estaban aferradas a sus brazos y las de él en su cintura.

Levantó un poco más la mirada hasta que se quedó prendada en los labios de Peter, los veía y un escalofrío recorrió su espalda.

-Creo.. que yo...- Dijo con un hilo de voz, sabía que tenía que hablar para no espantarlo, pero su boca actuó antes que su cerebro.

-Estoy aquí .. contigo.. nada te pasará..- Peter respondió de la misma forma.

-Debemos.. seguir.. si.. seguir..- Amelia aclaró su garganta y se separó.

Siguió caminando entre los escombros mientras se maldecía a sí misma.

Recorrieron la cafetería moviendo todo a su paso hasta que llegaron a las escaleras que se dirigían a la casa.

-¿Qué tan seguras crees que sean?- preguntó ella. Se veían podridas y perforadas.

-Déjame revisar..-Peter subió los primeros tres escalones.-Estas parecen en perfecto estado.. bueno si ignoras como se ven, su función está intacta pero no se las demás..-Amelia sonrió.- Oh no, no no no.. Una cosa es entrar aquí, que Ben nos matará si se entera.. o a mi.. Pero ¿subir? ¿qué has enloquecido?-

-Petey.. ¿Por favor?..-

-No.-

-¿Por favor?-

-No.-

-¿Por favor? ¿Por favor?-

-Está bien..- suspiró resignado.- Pero yo iré primero.-

Peter subió con cautela, pisando con cuidado para no romper ningún escalón. No sabía si colapsarían la escalera o el edificio en general y no quería correr ningún riesgo.

Cuando entraron a la segunda planta ahí estaba, no era la casa que recordaba Amelia pero lo suficientemente parecida para darle nostalgia.

-Bien.. imagina esto..- En esa esquina estaba nuestro comedor, con una mesa que tenía marcas de dientes.. Mejor no preguntes..- Ambos rieron.- En la habitación de la izquierda es la cocina, algo pequeña pero donde mi madre casi nos mata por cocinar una pasta..-

-¿Al menos sabía bien?- preguntó Peter divertido.

-¿Has probado la pasta cruda con tomates podridos?- él negó.- Bien, mis hermanas y yo ya.-

-Que... agradable.-

-Asqueroso... Uh uh... Por aquí es mi cuarto..- Amelia jaló a Peter del brazo y lo llevó a la habitación vacía en el fondo.- Bien, creo que es el lugar menos destruido.. Ay que nostalgia, en esta puerta tenía un poster de Robert Pattinson..-

-Supongo que eras team Edward..- Peter soltó una carcajada, a lo que ella respondió golpeando su hombro.- Auch... Ya ya, estaba jugando..-

-No lo estabas..-

-No lo estaba..-

-Bien olvida eso, pero en esa esquina tenía mi tocador que mas bien era el rincón donde mis hermanas pintaban su arte.. Una vez pintaron a un Spiderman, Pet amó tanto el dibujo que lo tuvo de fondo en su celular por meses. Tuve que rogarle que lo cambiara.-

-Yo necesito ver ese dibujo, o quisiera un retrato mío..-

-No creo que te hagan justicia.. Espera... Peter ¿Escuchas eso?- Amelia lo miró aterrada.- Creo que hay alguien abajo...-

-No te muevas ocúltate, iré a investigar..- Sin perder ni un minuto, corrió desapareciendo.

Amelia aprovechó la distracción, la culpa era evidente en su rostro. Se sentía tan a gusto con Peter como para empezar su relación con mentiras, ya bastante malo era mentirles a todos en su vida.

Se agachó y de rodillas buscó gateando. Necesitaba encontrar la cuarta tablilla de derecha a izquierda, aquella de los bordes irregulares.

Cuando por fin la encontró la levantó con cuidado, en su interior no había nada.

-Ebas ol odot euq orbil le ocovni.- susurró.

De repente apareció, un libro viejo y pesado con una pasta negra y simple, sin dibujos ni grabados.

Lo tomó entre sus manos y salió de la habitación.

-¿Qué es eso?- cuestionó Peter curioso.

-Es un libro.. supongo que no se dañó en el incendio...-

Amelia Cooper: Into The SpiderverseWhere stories live. Discover now