Amelia Cooper: Into The Spiderverse

Notas y golpes bajos

En la clase de biología Amelia se sentía como pez en el agua, era la mejor en esa materia. Podía darse el lujo de no prestar atención, pero prefería hacerlo.

-Pss.- Una voz detrás suyo llamó. Giró su cabeza no queriendo ser descubierta.

Peter extendía un pedazo de papel, ella lo tomó. La caligrafía descuidada de Parker se hacía notar.

"Amy ¿Podríamos hablar? Podemos ir donde quieras o en mi casa, si te parece."

Se le revolvió el estómago ¿Acaso él ya había tomado la decisión? Pensó ella. Su mente le daba mil y un vueltas al papel.

"¿De que se trata?" Fue lo único que logró escribir y a discreción le entregó la nota a Peter.

Los minutos en los que esperó la respuesta eran eternos, sin embargo; de nuevo sonó el siseo.

Tomó la nota y la leyó. "No es nada malo, pero no hemos pasado tiempo juntos. Y lo extraño. May me preguntó por ti."

La profesora pasó cerca de su lugar y Amy arrugó la nota entre sus manos. Miro de reojo a Peter y asintió.

-Entonces ¿Lista? ¿No tienes que trabajar en la cafetería hoy?- preguntó Peter. Las clases habían terminado, menos mal que la última del día era su asignatura preferida para ella.

-Hoy no abrirán, toca inventario y mi padre me cubrirá en eso. Ya le escribí, pero no debo tardar, ya sabes mis hermanas.-

-¡Bien! Caminemos.-Los dos siguieron el camino hasta el departamento de Parker.- ¿Y... como va todo lo demás?-

-Bien, supongo. Sigo odiando química pero no voy tan mal.- Mordió su labio.-¿Y tu?¿Cómo te has sentido?- preguntó haciendo referencia al asunto de Tony Stark.

-Lo sigo extrañando, ya sabes era importante para mí. Y su ausencia pone mucho peso en mis hombros..-

-Te dije que dejaras de intentar ser él y comenzaras a ser tu mismo.-

-Lo sé, pero es más difícil de lo que parece.- Suspiró.

-Peter.. ¿Puedo preguntar algo?-

-Dime.-

-¿Acaso esto rompe las reglas? Quiero decir, salir los dos juntos solos. ¿No rompe alguna regla?- Peter tragó saliva nervioso.

-No, no, no lo creo. No le veo lo malo, somos dos amigos que pasarán el rato.- Amelia bajó la mirada.- No, espera no quise decir eso.. yo..-

-Esta bien Peter, no importa.- "Porque ya se cual es tu elección" pensó la pelirroja.- Si tu dices que no está mal, te creo.- Sonrió.

De pronto, un escalofrío inundó el cuerpo de Amy. Giró para ver a su amigo quien al parecer estaba ya en alerta.

-¿Peter?- preguntó como si estuviese confundida. Claro que sabía que ese presentimiento aparecía cuando un crimen ocurría.

-Yo.. creo que ..- La sirena de policías lo interrumpió. Peter miró a Amelia, esperando su aprobación.

-Ve, te espero allá.-

-Gracias, gracias.- La besó en la mejilla, lo suficientemente cerca de los labios para paralizarla, sin verlo partir.

Las mariposas revoloteaban molestas en su estómago, quería aferrarse al pensamiento de que fue un error, por las prisas de él.

Hasta llegar al complejo de departamentos donde vivían May y Peter, Amelia fue con las mejillas coloradas. No se consideraba una mujer tímida o cohibida en general, pero esa acción la había atrapado con la guardia baja.