Empecemos de nuevo.

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No tenía ganas de nada, no quería estudiar, estar en casa o siquiera beber café. Se encontraba en un extraño estado de "Me quiero tirar de un puente pero no tengo las ganas de ir y buscar uno", estaba por cumplir dieciséis años y ya quería que eso de la vida se terminará.

Seguro Butters ahora le estaría diciendo cualquier chiste tonto para sacarlo de esa burbuja de amargura y pereza. Lastima que no compartían más que un par de clases, lo mismo ocurría con Bebé y Stoley. Pip sería su salida si tan solo hubiera asistido a la escuela.

La soledad en el instituto le causaba pánico, pues estando solo cualquiera podría intentar dañarlo y no era tan fuerte como para defenderse.

Mantenía la cabeza pegada a la mesa en la que se encontraba y miraba su termo de café como si fuera lo más interesante del mundo. También estaba tratando de que ninguna de las cientos de personas a su alrededor notarán su insignificante existencia, no quería mantener una conversación con algún desconocido.

—Esto es aburrido.

Tampoco tenía tareas pendientes ya que las hizo en su primer hora libre y su celular lo dejo en casa por estar descargado.


Los últimos años los había estado utilizando para mejorar sus habilidades en la cocina y para estudiar lo que fuera que le llamara la atención en clase, el rubio tenía un buen promedio, al igual que sus amigos.
Y con respecto a los antes mencionados en realidad casi nada cambio, aparte del hecho de que estos ya conocían de su "condición", los desquiciados le ponían todo tipo de perfumes para ocultar el aroma a frutas (aveces creía que era su conejillo de indias) y en ocasiones le prohibían salir si ellos no estaban cerca para protegerlo, ni sus padres hacían tales cosas.

El cuarteto de dementes disfrutaba alejar a cualquiera que se le acercase y eso lo agradecía, maldita fobia social.

—¿Puedo sentarme contigo?.

Maldición.

Agg, un detalle que Tweek clasificaba como desagradable, aburrido, innecesario y de más, era respecto a esa voz.

Un mal día, en el que Kevin lo dejo solo, pues tenía que ir al baño, se topo con un chico que no tardó mucho en intentar conquistarlo. El omega no era fan de las relaciones amorosas por lo que desde un principio le dijo que no y que se alejara de él, pero no le hizo caso, llevaba dos meses intentando "llegar a su corazón".

—Su-supongo que si Bradley.

¿No podemos golpearlo y decirle que se largué?.

Su lobo era el hater #1 de Bradley, siendo seguido por su grupo de amigos que se lamentaban por no haberlo alejado de él ese día.

—Hoy te ves más lindo que de costumbre.

—¿Gracias?.

—¿Qué hacías aquí solo?.

—Haciendo tiempo p-para mí última clase ¿Tú n-no deberías estar e-en la tuya?.

El tipo comenzó a contarle las razones por las que faltó a su clase, y Tweek no le prestó atención a ninguna, no lo juzguen, su omega lo distrajo diciéndole que el lobo de Butters le estaba hablando para notificar que iba en camino al patio y que venía acompañado de Kenneth McCormick.

¿Cómo era posible esa conexión? Ni ellos lo sabían con exactitud. En una ocasión en la que Tweek estaba harto de esperar a que Bárbara terminará de comparar ropa, solo escucho un "Muero por ir a casa" de Butters, así que respondió como si nada, Leo lo miro con los ojos casi salidos y después le explicó que eso se lo había dicho a su delta y que era imposible que él lo haya escuchado.
Jugaron con ese nuevo descubrimiento en todo la hora que Bebe tardo entre las cientos de tiendas.

El lobo del café. --Creek--//Omegaverse//Where stories live. Discover now