Cap. 15

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La nieve no dejaba de caer en el pueblo, las terapias con Auron se volvieron tan tediosas que estaba considerando dejar de ir, yo podía literalmente decirle que maté a un hombre pero él solo prestaba atención a la ventana, perdido entre sus pensamientos. 

No entiendo por que la gente hacer tanto alboroto por él, era un integrante más del lugar, no veo la necesidad de hacerle una estatua y ponerla sobre su tumba, Rubius no dejaba de lloriquear cuando se fue de aquí, Alex me encerró con llave para que no viera como él pobre Oso se derrumbaba por ese chico.

Esa noche mientras lloraba en el baño por haberlo hecho me di cuenta que en realidad no lo hacía, él merecía sufrir un poco del dolor que yo sentí al regresar y sentirme tan desplazada, algo esa noche dentro de mi se apago, no he vuelto a llorar, no he vuelo a reír, no he vuelto siquiera a tener miedo de que alguien llegue por mi, simplemente lo mataré. 

Seguía con mi plan para acercarme de nuevo a Rubius, por las noches intentaba consolarlo pero finalmente siempre se iba, no entiendo a donde si ya no tiene con quien más ir, me tienen tan frustrada eso, ¿Porqué las cosas no salen como quiero? 

Después de su estúpido funeral finalmente llego Rubius tratando de aparentar su llanto, hicimos de cenar juntos y genuinamente intente animarlo, cuando él estaba trataba de comportarme como él me recuerda, dulce, ingenua, torpe, amorosa e indefensa. 

Logré hacerlo reír un par de veces antes de acostarnos y finalmente dejo que lo abrazara contra mi pecho para que durmiera un poco mientras acariciaba su cabello, no lo había hecho en toda esta semana y creí que esto sería un avance pero apenas dio la media noche se levanto para irse de nuevo, no entiendo a donde va todas las noches. 

Pero aprovechando su ausencia tenía que deshacerme o esconder el arma homicida, no sabía como esconderla por que al final de cuentas si alguien llega a encontrarla todo se acaba, jugaba con la otra daga que Vegetta me regalo, una daga de plata con una empuñadura hermosa, una calabaza en el punto donde termina la empuñadura e inicia la daga con decoraciones azules por todos lados y entonces pasó. 

> Nadie la encontrara si la llevo conmigo a todos lados-pensé

Entonces cada noche cuando el Osito se iba me dedicaba a desarmar mi daga para ir armando la otra, me tardé pero finalmente quedo lista y así si alguien llegaba a encontrarla solo diría que era para protección personal  y así podría quitar las sospechas de mi al menos por un rato. 

No había salido de casa los siguientes días, Rubius se puso muy paranoico con los nuevos, creyó que ellos lo hicieron y estaba convencido que en cualquier momento atraparían al culpable, escucharlo hablar tan mal de quien hubiera matado al ojimorado me revolvía el estomago, no quería saber que pasaría si se llega a enterar que la culpable siempre estuvo a su lado y viviendo bajo su techo. 

Tendría que sentir culpa pero la verdad es que no me siento mal por nada de lo que había hecho, ahora estaba preparando un pastel de calabaza como solía hacerlo pero esta vez la casa estaba en completo silencio y mi mirada perdida en lo que hacía, él pobre Osito no había dejado de dar vueltas por la sala pensando en que otra pista lo ayudaría. 

> Rub, deberías descansar un poco, no has dormido bien en días y...

> No, no Nieves...no puedo parar hasta encontrarlo y estoy muy cerca esta vez, con el cabello que encontramos el otro día pude ser que Alex tenga el ADN del asesino y lo podamos detener, estoy sospechando mucho de ese tal Ibai, se junta mucho con Axozer y eso no me gusta nada. 

Bueno, al menos las sospechas estaban muy lejos de mi y según tengo entendido cuando un integrante de Karmaland muere lo eliminan de la base de datos y según todos yo estaba muerta y con todo esto dudo mucho que les haya dado tiempo de actualizarla de nuevo, además nunca me pidieron que fuera para hacerlo de nuevo así que estaba completamente fuera de peligro. 

Apenas estuvieron listos los pasteles Rubius dijo que tenía que irse y salió volando pero claro que volvió a dejarme bajo llave, la ira me consumió, no entendía por que no podíamos volver a ser como antes, él sentado junto a la chimenea comiendo de mis pasteles, no, ahora perseguía a quien mató al "amor de su vida" 

> Yo soy el amor de tu vida!!!! 

Tiré los pasteles para ir al balcón y una por una arrancar las rosas moradas, él no iba a quitarme mi casa, este es mi lugar y él, él ya esta muerto, junte el pequeño montón de flores en una esquina para prenderles fuego. 

> Vete de mi vida y déjanos en paz sucio lobo! 

Parece que al matarte solo los acerque más y mi propósito resulto en todo lo contrario a lo que esperaba, no podía ser posible que las cosas me salieran tan mal, que rabia, estoy harta de todo esto, nunca debí regresar, nadie me esperaba, nadie me necesita, no pertenezco a este lugar, tú me lo arrebataste todo, me arrebataste lo único que tenía, claramente tenías que pagar entonces ¿Porqué no te olvidan como lo hicieron conmigo?. 

A los meses él había encontrado mi remplazo, entonces ¿Porqué no puede olvidarse de ti? 



La Noche que el Lobo murió | KARMALAND #1Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin