El otro - Itadori x Lectora x Sukuna (Yandere)

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Día 20

-"Creo que ya entiendo lo que está pasando aquí" Satoru dijo en una sonrisa mientras te miraba cruzado de brazos

-"A qué te refieres? Sólo quiero hablar contigo" dijiste mientras caminabas por el patio con él para poder hablar en privado

-"No es necesario que lo ocultes linda" dijo en una risilla "No sería la primera vez que pasa"

-"No-" dijiste volteando a verlo "Te estas confundiendo! No sé que estará pasando por tu cabeza, pero no es eso, te tengo que hablar de algo en serio!"

-"Esta bien, esta bien" dijo riendo leve "Cuéntame, cuál es el problema?"

-"Tu sabes algo de los señores Itadori?" fuiste directa

-"Mm? No has leído el correo de ellos? Cada vez que venía te dejaba el correo en la mesa junto con las reservas, te llegaban bastantes cartas"

-"...Nunca leí ni una" dijiste mirándolo en blanco

-"Puede ser que Yuji te las haya quitado, viendo que eran de sus padres seguro se emocionó y nunca te las dio, deberías preguntarle" él comentó "Yuji es mayor, pero sigue actuando como un niño"

-"Si... Creo que sería lo mejor..." dijiste mirando a la casa

En ese momento que volteaste, viste la silueta de uno de los chicos mirando por la ventana y luego irse rápidamente cusndo miraste hacia allí.

-"Aunque ahora que lo pienso, esta semana han dejado menos cartas, y son de hace unos días ya, quieres ir a verlas conmigo? Aún las tengo en la camioneta" Satoru dijo sacandote de tu pequeño shock

-"Si, por favor" asentiste para seguirlo hasta su camioneta

-"Deben estar por aqui, las dejé en el asiento..." dijo mientras las estaba buscando, tu estando a su lado "Que extraño..."

-"Qué pasa?" preguntaste enseguida

-"No están aquí, quizás ya las-" se alejó de la camioneta un instante

Y observaste llegar a uno de los gemelos, con una pala en la mano, teniendo su máscara puesta.

No tuviste tiempo a siquiera advertirle de la situación, que Satoru ya había sido golpeado con la pala.

Y no sólo una vez, sino repetidas veces, su sangre llegando a salpicarte mientras te quedaste paralizada viendo aquella horrorosa escensa que ocurría frente a ti.

Ni siquiera pudiste distinguir cuál de los dos había cometido tal atrocidad.

Caiste de rodillas al suelo, sin poder moverte, sin poder hablar.

Lo viste acercarse a ti y susurrarte.

-"No te preocupes, nosotros nos vamos a encargar del cuerpo"

Te dijo, y tampoco pudiste identificar su voz, estabas demasiado aturdida por aquel suceso.

Te quedaste estática en aquella posición el resto del día.