Capítulo 4; ¿Ge-ge esta borracho?

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La música suena a un ritmo estridente y provocativo, cada nota musical penetra la piel y la hace vibrar, el sonido viaja a una velocidad incandescente por cada sentido y lo deja momentáneamente ciego de euforia. Siente su cuerpo ágil, cada movimiento sincronizado por el ritmo, solo cierra los ojos y se deja llevar.

Meng Yao sonríe levantando los brazos y moviendo las caderas, siente un cuerpo duro contra su espalda, unas manos que lo sostienen de la cintura y una respiración acelerada

Su amigo Xue Yang hace unos diez minutos vino a suplantar a Huaisang, quien había sido robado nuevamente por su demandante novio, Jiang Cheng, quien con el ceño fruncido lo aparto de Meng Yao y se lo llevo consigo.

Meng Yao tuvo que aguantarse la risa y voltear la mirada a otro lado por lo bruto que podía llegar a ser el posesivo de WangYin con el menor de los Nie. Huaisang era su amigo de hace bastantes años ya, y nunca habían ido más allá de meterse mano como parte de un juego tonto. Meng Yao nunca se metería a la cama con un amigo suyo, pues le gusta mantener la amistad intacta. Claro esto es algo que el heredero de la fortuna Jiang no entiende. Meng Yao y Huisang bailaban muy bien juntos, se sincronizaban y rozaban sus cuerpos de una forma armoniosa y erótica, que puede ser visto por un público conocedor como arte, y por otros con la mente atrofiada como Jiang Cheng como algo inmoral.

Meng Yao solo rodo los ojos y decidió bailar unos minutos más antes de regresar y hacerle compañía al mayor de los hermanos Lan. Meng Yao estaba recordando ese hermoso y perfecto hombre cuando su amigo Yang Yang se le unió y comenzó a bailar con él.

—El perfecto príncipe Lan dejo sola y desamparada a cenicienta. —La burlona voz del pelinegro se filtró ante la estruendosa música, pegándose demás a su cuerpo y acercándose demasiado a su rostro.

—Yang Yang esta celoso de que este mendigo haya encontrado por fin a su elegante príncipe.

—Naaa más bien creo que ese Lan deberá conformarse con mis sobras.

Meng Yao rodo los ojos, entre Xue Yang y el nunca existió nada, era amigos que se habían conocido en el peor momento de su adolescencia, notando lo parecidos que eran en cuanto a las calamidades que trae una sociedad tan podrida como la actual. Los dos se acompañaron y entendieron, se ayudaron mutuamente, se comprendieron. Hasta que esa etapa oscura paso y cada uno logro hallar una luz en el camino. En el caso de Xue Yang, fueron dos hombres que hoy en día mantienen una relación cerrada de tres. Meng Yao no logra entender esto, mas tampoco lo juzga, en el amor hay caminos incomprendidos. Solo que, en su caso, si Meng Yao tuviera entre sus manos a su alma gemela, sabe que no la compartiría con nadie. Y posiblemente su instinto asesino se haría presente con tan solo imaginarlo. Meng Yao es posesivo, lo que es suyo, es suyo y de nadie más.

—Yang Yang, lo dices como si alguna vez hubieras probado algo de esto—se mueve contra el cuerpo del otro y se retuerce un poco en su regazo —más nunca tuviste nada, así que no hables de lo que nunca conociste.

Xue Yang esta por responder cuando sintió un fuerte tirón de un hombro, apartándolo completamente del menor y lanzándolo hacia un lado con tal fuerza que termino desparramado encima de la demás gente que bailaba causando cierto revuelo.

—Pero que mierda...—gruño molesto levantándose del suelo. Subiendo la mirada rabiosa hacia su actual atacante, llevándose una sorpresa ante la sombra de una mirada que lo fulminaba desde arriba.

Meng Yao parpadeaba mirando con estupefacto asombro al hombre de 1.88 de pura elegancia y belleza, con porte de Dios, Lan Xichen quien miraba con ojos profundos a Meng Yao y le devolvía una mirada oscura a Xue Yang.

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⏰ Son güncelleme: Oct 11, 2021 ⏰

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