Eviterno || Terminada

Capítulo 7

—¿Cómo estás, pulga?— Pregunté dejando un beso en su cabeza.

— Con tarea.— Rió dando la vuelta en su silla giratoria, sonreí.

— Eso veo, al menos ya vas a graduarte del colegio.— Me senté en su cama.

— Para luego ir a la universidad, me van a exprimir cómo una naranja.— Se quejó viendo al cielo, reí.

— Sabes que por mi no hay problema si te tomas un año sabático. A veces no sabemos ni que queremos comer, peor una carrera que definirá tu vida.— Me encogí de hombros viendo a mi copia.

— Lo sé, veremos qué hago luego.— Contestó parándose de su silla para acostarse en la cama, hice lo mismo.

—¿Qué tal el trabajo?— Indagó Vale cómo todos los días, suspiré.

— Pesado. Raro. Confuso.— Me limité a responder, ella chasqueó la lengua.

— Rayos, entonces si estuvo malo.— Rió contagiandome su humor.

—¿Qué tal si cenamos pizza?— Ella celebró, reí parandome de la cama.

— Al fin comida rica.— Exclamó, abrí mi boca ofendida.

— Yo cocino todos los días.— Mencioné indignada.

— Poch, no te ofendas, pero ocupas un cursito de cocina.— Solté una carcajada, sabía que no tenía dones culinarios.

— Prometo hacerlo, por mientras seguirás comiendo mi comida.— La apunté con mi dedo índice, ella hizo una mueca graciosa.

— Pido la pizza, me ducho, comemos y me voy a ver a Audrey.— Dije viendo el reloj en mi muñeca.

—¿Vas a ver a tu novia?— Vale alzó sus cejas pícaramente, reí negando con mi cabeza.

— Audrey es mi mejor amiga, pulga.— Respondí obvia saliendo de su habitación, ella venía detrás de mi.

— Una vez las encontré besándose.— Soltó riendo juguetona, rodé los ojos.

Algo bueno, es que mi hermana no le importaba con quién andaba o donde salía, solo quería mi felicidad y si eso dependía de un hombre o una mujer no le importaba.

— Solo fue un beso y ya. Confusiones que pasan.— Llegué al refrigerador tomando el número de la pizza.

— Uy, la señora psicóloga habló.— Uso un tono de voz divertido, negué con mi cabeza marcando el número.

Quedó un momento en silencio mientras pedía la pizza, jugaba con sus dedos, el chico de la pizza gritaba algo que no entendía para luego ponerme atención, pedí una pizza grande y el chico volvió a gritar y colgó.

— Éste chico siempre grita cosas raras.— Comenté viendo a mi hermana, rió.

— Volviendo al tema de Audrey.— Murmuró, bufé tapando mis oídos yendo a mi cuarto, ella soltó una carcajada siguendome.

—¿Por qué siempre evades el tema?— Indagó curiosa, entré al clóset y Vale se sentó en mi cama.

— Porque ni siquiera es un tema. Audrey es mi mejor amiga y ya, pulga.— Hablé lo suficientemente alto para que me escuchará, tiré prendas en la cama volviendo al clóset.

— Además, ¿Por qué eres tú la que insiste en el tema?— Pregunté poniendo ropa interior negra de encaje en la cama.

— Uuuh, lindos.— Halagó Vale poniéndose mi ropa interior en la cabeza, reí.

— Porque estás soltera desde que tengo uso de razón. Audrey siempre se preocupa por ti, se besaron y pues es algo obvia.— Respondió encogiéndose de hombros.