- Nena, me encanta que estés estrecha. – susurra

Comienza a moverse penetrándome suavemente para que mi cuerpo se vuelva a acostumbrar al tamaño de su miembro, pasa un rato y acelera los movimientos dándome más duro. Me aferro a su espalda, recorriendo mis manos por ella.

- Siempre serás mía, mocosa, siempre... - susurra con voz ronca

El orgasmo lo siento cada vez más cerca. Mi cuerpo comienza a temblar, suelto un gemido ahogado llegando al orgasmo.

Adrian queda encima de mí por unos segundos, se aparta quitándose el condón botándolo en el basurero, observo que comienza a vestirse.

- La veo mañana comandante. – se despide saliendo de la habitación.

Me quedo en silencio por unos segundos asimilando todo.

¿Me follo y se largo?

¿Qué esperabas? ¿Qué se quedara y te acurrucara?

Cubro mi cuerpo con las sabanas, las lágrimas caen por mis mejillas sin control.

Algo se me viene a la cabeza. Ethan...

¿Quién era Ethan?

Mi novio de 3 años, ¿Cómo fui capaz de hacerle esto?

Aah verdad tu novio.....te habías olvidado del por lo visto. Es que quien no se olvidaría de su novio si esta follando con un semental....

¡Cállate! Solo cierra la boca.

Medio polvo que nos pegamos, hace mucho que no follamos así. Desde hace 3 años, joder como se siente el cambio.

Soy una maldita zorra infiel y lo peor es que estúpida, caí en los enredos de ese imbécil, que creí que había superado.

- Perdóname Ethan - Susurro entre sollozos.

Domingo 09:00 am

Ya estoy vestida con jeans y una camiseta blanca, traigo puestos mis botines negros de tacón, mi cabello amarrado en una cola alta.

Mi teléfono comienza a sonar, es una llamada de Ethan. Joder como podre hablar con el después de lo que hice anoche.

Decido contestar, necesito escucharlo.

- Hola cariño. – saluda

- Hola. – lo saludo

- ¿Estás bien? Te noto extraña. – suspiro.

- Si, solo estoy un poco agotada.. – <<no puedo hacerle daño, a el no>>

- ¿Qué tal Alemania? – pregunto

- La misión va bien, es muy bonito por aquí, las personas son muy amables.

- ¿Oye ayer que hacías en un casino? – me cuestiona.

- Una misión que tuve con el coronel, nada importante. – asiente.

- Ethan... debo decirte algo. – hay silencio del otro lado por unos segundos.

- Dime amor, me estas preocupando.

Las lagrimas caen por mis mejillas en silencio, tomo aire.

- Nada, solo olvídalo.

- Amor, sabes que puedes decirme lo que sea, ya hablamos sobre esto. Recuerda que no te juzgare.

Esas palabras hacen que llore mas sintiéndome culpable, al ser una idiota que se dejo seducir por un imbécil arrogante extremadamente guapo.

peligrosa cercaníaWhere stories live. Discover now