Capítulo 1. Toda Historia Tiene Su Inicio.

5 0 0
                                    

–¿Por qué yo?

Fue lo primero que le pregunté a mi jefa cuando me propuso sustituirla en un evento al que ella no pordía acudir.

Nunca en toda mi vida había estado tan nerviosa. ¿Por qué yo? Esa era la pregunta que no dejaba de repetirme mientras el taxi me llevaba a lo que mi jefa me había planteado como un presente, pero que a mi más bien me parecía una completa tortura.

Enfundada en un vestido cuyo valor casi equivalía a dos meses de mi sueldo y adornada con algunas de las joyas de nuestra empresa (y que me hacían echarme a temblar cada vez que la idea de perderlas aparecía en mi mente), bajé de aquel taxi y me adentré en la boca del lobo: la fiesta que organizaba Sarah Bailey, nuestra mejor cliente y una de las mujeres más ricas e influyentes del país.

Pude notar su mirada fija en mi casi desde el mismo instante en que crucé el vestíbulo.

Dylan Bailey. El hijo único de la anfitriona. No sabía demasiado acerca de él, pero le había visto alguna que otra vez en las portadas de las revistas, siempre en compañía de alguna actriz o modelo despampanante.

Quizá por eso no le diese demasiada importancia a su mirada. Yo no era ninguna de esas chicas exuberantes con las que a él solía relacionarse.

Y sin embargo, aunque los minutos corrían y trataba de ocultar la incomodidad tras el champagne más delicioso (y probablemente caro) que había probado jamás, era yo quien parecía estar ganándose toda la atención del chico aquella noche.

Starry NightWhere stories live. Discover now