Día 5: Final girl

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Luna Lovegood estaba delante del pensadero.

El clamor de la guerra resonaba entre las paredes de piedra; un eco lejano, la nota grave de un requiem. Podía ignorarlo, pensó, mientras no hubiese otra explosión. Esperaba que no la hubiese. La última había matado a Fred Weasley, y los Weasley siempre le habían caído bien. Dejó que su mente vagase, más de lo habitual. Sus profesores le decían que tenía que centrarse, pero Luna siempre había estado descentrada, como un cuadro torcido, una foto un poco demasiado cerca del marco. Al menos, así se sentía desde que murió su madre, con la niebla de demasiados pensamientos manteniéndola a flote pero nublándole la visión. Después de los últimos acontecimientos, se sorprendió reflexionando, aquella niebla ya no la dejaba ni siquiera entrever la tierra, donde ocurría la guerra, donde estaban sus amigos. Al menos, lo habían estado hasta hace unos meses.

Los recuerdos la atacaron, implacables y crueles. La conciencia de si misma desapareció de su mente, y volvía a estar allí, asustada y sola.

En la Mansión Malfoy.

Sintió el frío en la piel, en los huesos, en las venas. Trataba de mantenerse despierta, con los ojos entreabiertos a duras penas, porque la realidad era terrible, pero su imaginación era peor. En sueños, veía a su madre muerta. A su padre muerto. A su casa en llamas. Así que trataba de mantenerse despierta, y para ello escuchaba atentamente los susurros de sus guardianes, y los gritos que venían de arriba. A veces, oía un susurro siseante, el sonido de un cuerpo escamoso y húmedo arrastrándose en alguno de los pisos superiores. A veces, oía información. Normalmente no sabía bien dónde ubicarla, pero la iba almacenando casi sin darse cuenta, como había almacenado las historias de su padre; los Torposoplos, Fudgue asesinando vampiros, el famoso cantante Sirius Black, la Varita de Saúco.

Primero llegó Ollivander. Así es como Luna recordó la Varita, y hablaron mucho de ella. Al parecer, el creador de varitas esta allí por algo relacionado con ella.

—Es terrible, terrible.

—Mi padre dice que es fascinante, señor.

—¡Tu padre debería de mantenerse fuera de esos asuntos! ¿No tiene ya suficientes problemas?— exclamó exaltado Ollivander. Al ver la cara de Luna, su tono se dulcificó. —Lo siento, jovencita, pero nadie debería tratar de buscarla. Para ganarse su favor hay que matar al anterior dueño.

—¿No bastaría con desarmarlo? Así es como funcionan el resto de las varitas, señor.

Luego llegó Griphook. Y entonces hablaron de otros objetos mágicos, y de cómo los magos llevaban siglos apropiándose de ellos, robándolos, mancillándolos con magia negra. A veces, Draco se sentaba con ellos. No hablaba, pero escuchaba desde el otro lado de la pared, apoyado en la puerta. Decía que únicamente bajaba para llevarles la comida, que era su deber. Luna sabía que no. Comprendía que Draco, como ellos, se sentía solo.

Por último, llegaron Ron, Hermione y Harry. Y con Harry, llegó Voldemort.

Fue el principio del fin. Los ataron en cinco sillas puestas en círculo, y tuvieron que ver cómo Voldemort asesinaba a Harry. Un sectumsempra. Nagini se encargó de los restos. Luego, los soltaron en a Mansión, cerrada a cal y canto, para cazarlos, como si fuesen un juego. Como si fuesen ratas. Primero cayó Griphook. Luego Ollivander. Luna, Ron y Hermionese escondieron juntos, pero Greyback tenía buen olfato y mucha hambre. Draco le pisaba los talones. Ron se abalanzó contra el hombre lobo, mientras Hermione le pasaba a Luna un frasquito lleno de humo azul. Draco gritó algo, y Luna, sin pensarlo, lo desarmó. Grayback agarró a Hermione por el tobillo. Entonces, como venido del cielo o salido del mismísimo infierno, llegó Dobby. Se desaparecieron escuchando los gritos de Hermione de fondo. El elfo doméstico murió en los brazos de Luna, cubriéndola de sangre, que se endureció bajo sus uñas. No fue capaz de limpiarla del todo durante semanas.

Así que ahí estaba Luna, delante del pensadero donde navegaban los recuerdos de Harry, y la varita de Draco en la mano. Metió la cabeza en el cuenco ovalado, y una vez salió de entre la bruma de la mente de su amigo, ahora muerto, Luna lo supo.

Era ella la que mataría a Lord Voldemort.

Harry Potter fearfest 2021Where stories live. Discover now