Chaeyoung tira su toalla y vuelve a cubrir su cuerpo con su bata semi transparente. Creerías que ella recuerda lo que me causa esa bata y que vendría bien para la seria conversación que vamos a tener. Su pequeña casi burlona sonrisa aparece en sus labios mientras se mueve por la habitación, quitando los cojines de la cama, sin duda consciente de mi mirada siguiéndola a ella y a su cuerpo por todo el cuarto. Yo también tiro mi toalla y busco entre los cajones un par de mis boxers que sé que ella guarda y usa, también una camiseta y me los pongo.

— Entonces... —Murmuro una vez que nos sentamos en la cama. Aunque estamos cerca, ella no se mueve para abrazarme como normalmente lo haría. Las dos levantamos las rodillas y nos giramos para quedar frente a frente, nuestras rodillas siendo la única conexión entre las dos hasta que no puedo más y le acaricio un brazo desde arriba hasta su mano que dejo en la mía.

— Creo que necesitamos hablar de algo, Jisoo. —Dice finalmente, sus ojos no queriendo ver los míos, se concentran en la manera en que mi pulgar acaricia el dorso de su mano—. Primero, quiero decir que lo siento mucho por como actué en casa de mis padres. Sé que no debí intentar nada contigo, no era apropiado y sé que tú no estabas en la misma página que yo. Estoy consciente de eso y lo siento mucho, no estaba pensando. —Trato de interrumpir, decirle que ya no importa, pero ella continúa—. También siento mucho lo que pasó esta noche con Tzuyu. —Mi pecho se aprieta ante el nombre y realmente no quiero que continúe, pero sé que lo hará—. Yo no la besé, te lo puedo prometer. No creo haberle dado ninguna señal para que ella lo hiciera, pero ese no es el punto. El punto es que no me alejé lo suficientemente rápido y aunque el beso fue breve, no debió pasar en absoluto. —Chaeyoung mantiene su voz baja todo el tiempo, como si ella tampoco quisiera discutir sobre ella y Tzuyu ahora. Quiere mantenerlo callado. Quiere mantenerlo escondido, pero sabe que no puede—. También le dije algo que no debí. Algo que quería hablar contigo primero.

Su voz se estira con eso, como si estuviera a punto de llorar. Disimuladamente niega con la cabeza como si tratara de quitarse la culpa. Sus ojos todavía están fijos en nuestras manos, fijos en cómo su pulgar pelea por quedarse quieto, ahora jugando y acariciando el mío. A pesar de su conflicto interno, aún se ve hermosa. Mi mirada viaja por su cuerpo, de los mechones de cabello moreno que caen en cascada por sus hombros y su pecho, a su figura, la hermosa curva de su cuerpo y la aún más hermosa piel bajo su bata. Todavía desnuda, pero modesta.

— ¿Jisoo? —Dirijo mi atención de vuelta a su rostro cuando veo sus ojos ahora fijos en los míos—. ¿Estás segura de lo que dijiste en el baño? —Curiosidad. Es lo único en sus ojos, nada más. Asiento en silenciosa respuesta, queriendo ser honesta, pero no queriendo decir las palabras otra vez. Ojos verdes se amplían casi cómicamente cuando responde.

— Yo también te amo, Jisoo. —Mi shock es más que obvio y ella se ríe ligeramente de mi reacción—. Creo que te he amado por un tiempo ya. —Ella no podría amarme. ¿Por qué me amaría?—. Aunque solo me lo he admitido a mí misma hace poco. No pensé que tú también me amabas.

— ¡Por supuesto que también te amo! —Ninguna de las dos esperaba tal explosión de palabras, pero dudo que a ella le importara por la pequeña risita que salió de sus labios—. Por supuesto que te amaría también, Chaeng. —Repito, quitando mi mano de la suya para acunar su mandíbula, atrayendo su cara hermosamente esculpida hacia la mía—. Te he amado por tanto tiempo.

Pensé que no volvería a probar estos labios, pero estoy tan jodidamente agradecida de poder hacerlo. Ella niega el acceso a mi lengua a su boca y se aleja ligeramente de mis avances.

— No quiero que nada nos arruine. —Susurra Chaeyoung, su voz casi temblorosa.

— Nada va a arruinarnos. —Digo severamente, sosteniendo su cara en mis manos—. Nada va a arruinarnos porque nada va a cambiar. No quiero que nada cambie. Quiero exactamente lo que tenemos. —Su rostro es ilegible. Ojos muy abiertos, quizá llorosos.

the donor » chaesooWhere stories live. Discover now