27

5.1K 380 18
                                    

La cena transcurre con tranquilidad. Salimos del restaurante mientras él pasa su brazo por mis hombros y yo el mío por su torso. Salimos riendo de un camarero que casi se cae llevando una sopa, su cara ha sido de película.

-¿Has visto su cara? Ha sido demasiado- noto como él se ha parado, me freno con él y me percato de que su risa también ha cesado -¿Qué pasa?- le miro y veo su vista clavada en algo que hay en frente de nosotros.

Miro en su dirección y descubro a "nombre de perro". ¿Qué hay con ella? ¿Qué pasa? No entiendo porque se ha frenado tan bruscamente y de esta manera sólo porque ella esté aquí. Es decir, me cae fatal y esas cosas, pero me es indiferente que esta tía me vea con Joyce.

-Pero qué sorpresa, si es Joyce Pharrells- suelta ella con una risa y se acerca a nosotros -Y mira con quién va de la mano, con pega-Parker- dice. Recuerdo su cara hecha un mapa al día siguiente y me entran ganas de reírme en su cara, pero por Joyce me controlo. ¿Y esta tía de qué conoce a mi novio?

-Hola Tara- dice él.

-Esto es demasiado bueno, ¿en serio estáis saliendo?- pregunta ella riéndose. ¿Por qué se ríe todo el rato? ¿Qué clase de retraso padece? -Madre mía, cuándo se enteren sus hermanos- bufa. Ah, que ahora resulta que también conoce a mis hermanos, me estoy perdiendo.

-¿De qué la conoces?- pregunto a Joyce.

-¿Y tú?- me pregunta.

-Va a mi clase- le digo -Y nos peleamos- me encojo de hombros. Veo su cara de sorpresa.

-Qué poca comunicación veo en esta pareja, esto no puede ser- dice ella.

La miro sin comprender. Estoy perdida, aquí hay algo que yo no sé y ellos sí.

-Iris, ¿por qué no le cuentas por qué nos peleamos?- se burla ella.

-Por que estás loca- le digo -Me acusó de estar enrollándome con su novio, ¿te lo puedes creer?- le digo a Joyce, pero él tiene la vista fija en ella.

-No le vas a decir nada a los gemelos, Tara- ordena él.

-¿Confías en que tenga futuro?- pregunta ella.

-Claro que sí- brama él.

-Entonces es hora de decirles que su hermanita tiene novio, ¿no crees?- los dos estamos en silencio, esta situación es demasiado extraña -Aunque, pensándolo bien, yo no pondría la mano en el fuego por ella- dice ella, ¿y esta de qué va? -¿Sabes que se ha estado viendo cada noche con un tío a tus espaldas?- ella se cruza de brazos mientras se apoya en el coche de Joyce. 

Por primera vez Joyce me mira. ¿Cómo sabe ella lo de Blake? No estoy demasiado segura de la relación que ambos mantienen, pero estoy segura de que es algo estrecha. ¿Acaso él le ha estado contando todo lo que ha pasado entre nosotros a ella? Que no es que haya pasado nada, pero aún y así, no tiene derecho a hacer tal cosa.

-¿Es eso verdad?- me pregunta Joyce.

-Claro que sí, con Blake, no hace falta que te diga el apellido, sabes perfectamente a que Blake me refiero, ¿verdad?- Joyce se torna rojo. ¿Qué une a Joyce y Blake?

-Eso no es así- entro yo en la conversación -No me he visto por las noches con Blake- Joyce me suelta estrepitosamente, tan brusco que se siente un empujón.

-¿Te estás viendo con Thomson?- me mira sin acabar de creerlo -Me pides que tengamos cuidado, que vayamos despacio para que tus hermanos no nos vean, y ahora resulta que metes a Thomson en tu casa cada noche, esto es acojonante Iris- dice él.

-Yo no tengo nada que hacer aquí ya- dice ella y se va igual de rápido que ha venido.

-Escúchame, no me he estado viendo con él Joyce- le digo -Únicamente me lo he encontrado un par de veces, he coincido con él, eso es todo- le digo, está muy nervioso.

-¿Y cómo sabes si quiera quién es?- se posiciona frente a mí -Iris, no me mientas- me pide serio.

-Es mi amigo Joyce, no ha pasado nunca nada con él- chista con la lengua.

-¿Y cómo esperas que me crea eso, eh?- pregunta él, totalmente a la defensiva -Si me has estado ocultando todo este tiempo que es tu amigo, por algo será- me reprocha.

-No te he engañado- le digo seria, aunque realmente, tiene todo el derecho del mundo a enfadarse. No sé bien bien porqué, pero creo que me merezco esta bronca.

-No estoy diciendo eso, pero...- parece desesperado -Déjalo Iris, sube al coche, te llevaré a casa- y dicho esto no volvemos a cruzar palabras.

La tensión se palpa en el ambiente, y yo lo único que hago es estrechar esa caja entre mis manos. Frena en la entrada del bosque, espero varios segundos a que diga algo, pero no dice nada, cero.

-¿No me vas a decir nada?- mi voz suena más apagada que de costumbre, odio pelearme con él.

-¿Qué quieres que te diga?- suspira apoyando los brazos en el volante.

-No lo sé- me encojo de hombros -Algo- le digo.

-Pensé que no eras así- dice finalmente, y eso me provoca nauseas.

-¿C... cómo?- le pregunto entrecerrando los ojos.

-Confiaba en tí- ahora está mucho más tranquilo, y eso me pone aún más nerviosa -Y los mandado todo a tomar por culo- sentencia.

-Yo no...- me corta antes de que me excuse nuevamente.

-Ya sé lo que me vas a decir, que no has hecho nada y sé que es así, pero aun y así me siento engañado- me dice -¿Acaso sabes quien es ese tío?- asiento y él mete detrás de mi oreja un mechón de pelo que se ha escapado.

-No, no lo sabes Iris- dice. Tengo ganas de que me grite, su pasividad me inquieta, me pone muy nerviosa -¿Sabes que es lo que más me jode?- me pregunta -Que, a diferencia de tí, yo si que siento cosas muy fuertes por ti- trago saliva sonoramente. Mierda.

Seis hermanosOù les histoires vivent. Découvrez maintenant