Observo que esta detallando mi vestido, se queda en mi muslo descubierto, vuelve alzar la mirada acercando su rostro a mi cuello.

- ¿Estás armada? – pregunta en un susurro

- Siempre lo estoy. – susurre

Me hace girar volviéndome a estrechar contra su pecho, observo que sus ojos están fijos en mis labios.

¿Me va a besar?

Acerca su rostro al mío, intenta estampar sus labios en los míos pero corro la cara a un lado, haciendo que bese mi mejilla.

Se aparta, me observa con lujuria, deseo, y un destello de rabia, seguramente se molesto que haya rechazado su beso.

- Te recuerdo que tengo novio y lo amo. – le aclaro. – guarda silencio observándome con esos ojos azulados, que se ven un poco más oscuros por la rabia y lujuria.

- Tú no lo amas, no intentes engañarte. – susurra. – me amas a mí. – dice seguro, sin dejar de mirarme.

- Deje de hacerlo hace mucho tiempo, le aconsejo que se centre en su prometida. – digo seria.

- Yo no seré una más de tus putas como Alexa, no pienso ser la otra de la relación. – aclare

La canción termina, me suelto de su agarre caminando a la barra donde está el alcohol.

¿Estás segura de que todo lo que dijiste es verdad? ¿De verdad ya no lo amas?

¡Cállate maldita voz en mi cabeza!

Tomo un vaso de whisky me lo bebo de apoco sintiendo como el alcohol cae por mi garganta, quemándola.

- ora capisco perché il mio fratellino è ossessionato da te. – murmuran a mis espaldas. (Ahora entiendo porque mi hermanito está obsesionado contigo)

Ese acento italiano, la presencia hace que me ponga tensa.

Me volteo para enfrentar al italiano, lo miro con seriedad. Recorre sus ojos oscuros por todo mi cuerpo para volverlos a centrar en mi rostro.

Es un hombre alto, de ojos oscuros, piel bronceada, cabello castaño oscuro, su rostro es adornado por una leve barba. Es muy guapo, se nota que tiene los rasgos de los calderone.

- ciao diavolo, è un piacere conoscerti. – me dice con una sonrisa torcida.

Me paro derecha con el mentón en alto.

- è un piacere, antonino calderone. – le digo seria - sonríe

Toma mi mano besándola con caballerosidad y elegancia.

- Te queda muy bien el acento italiano. – dice sin dejar de sonreír. – le sonrió.

- Lástima que mi hermanito no haya podido venir, hubiese estado encantado por conocer a la ninfa de ojos fríos. – murmura

- Lástima, yo también lo quería conocer. – me mira curioso. –

- Querida ninfa te aconsejo cuidarte la espalda, el líder de Italia tiene sus ojos fijos en ti. Y él no descansara hasta tenerte en sus garras. – me susurra

Aprieto el vaso que tengo en mi mano, si no lo mato es porque solo somos adrian y la mafia alemana, no quiero arruinar la fiesta de Bruno.

- No si yo lo mato primero, recuérdale que yo nunca pierdo. – susurre seria. 

Alza la copa que tiene en su mano, bebe de su copa sin dejar de observarme, se aleja caminando junto a su esposa.

Me bebo el resto del trago, suspiro tratando de calmarme.

peligrosa cercaníaWhere stories live. Discover now