Capítulo único

116 15 8
                                    


⚪⚫⚪⚫⚪⚫⚪⚫⚪⚫⚪⚫⚪⚫⚪⚫⚪⚫⚪⚫

Una tormenta, una tarde lluviosa después de la escuela fueron las circunstancias por las que pude verte por primera vez, entraste empapado junto con tu grupo de amigos en la cafetería donde me encontraba refugiado de la lluvia.

Tu cabello rubio dejaba caer gotas de la lluvia deslizándose sobre la blanca piel de tu rostro hasta llegar a tus labios, tus ojos miel se encontraron un segundo con los míos, si me permites decirlo ese fue el mejor momento de mi vida hasta ese instante.

O eso pensé hasta que tus labios se tocaron con los míos, en un pequeño beso tímido pero que expresaba todo lo que sentíamos por el otro, no fuiste mi primer beso, ni tampoco mi primera pareja, pero en el instante que nuestras bocas se encontraron fue simplemente perfecto, la mejor sensación, tus labios eran suaves y dulces, con un ligero sabor a fresas, y como no si era lo que más te gustaba.

Los postres de fresa, en especial el pastel de este eran tus favoritos, cada oportunidad que tenía te llevaba por uno para ver aquella cara que ponías de un niño pequeño cuando le daban el regalo que esperaba para navidad.

Cada día a tu lado era excelente, lo disfrutaba como no tenías idea y el saber que aquellos esos sentimientos eran mutuos me encantaba, simplemente todo era tan perfecto, no tengo más que palabras de gratitud hacia ti, a tus amigos, a los míos, al universo, al destino, a quien fuera el responsable de permitirme tenerte junto a mí.

Molestarte y hacerte sonrojar era lo mejor de mi día, mi actividad favorita.

Tu voz, la música favorita de mis oídos.

Tu sonrisa, la imagen perfecta de mis ojos.

Tus labios, mi sabor preferido.

Aún recuerdo mi cumpleaños número veintiuno, cuando después de una hermosa cita a tu lado, en mi departamento, tú con diecinueve años, yo con los veintiuno recién cumplidos nos unimos en cuerpo y alma, nos hicimos nuestros, más de lo que ya lo éramos antes, como en aquellas películas románticas que tanto le gustan a bokuto aunque no lo admita.

Despertar esa mañana contigo en mi pecho me hizo enamorarme nuevamente de ti, tenerte en mi cama a mi lado, en mi habitación, en mi apartamento que después de ese día fue nuestro ya que después de 3 años de relación aceptaste irte a vivir conmigo.

A tus padres y tú hermano sin duda cuando les diste esa noticia no les gustó mucho la idea, ya que tu familia y yo empezamos con el pie izquierdo, bueno eso fue al principio, pues claro ellos estaban pesando de seguro que les estaba robando a su hijo, y no, no estoy exagerando, en un momento que nos dejaste a solas tu madre me lo confeso, pero yo le prometí que te cuidaría, qué te haría feliz, y eso es lo que trate de hacer día a día desde que te conocí.

Casi al cumplir los 7 años de conocernos, de amarnos como locos, me arme de valor y te pedí que te casaras conmigo, te acercaste lentamente y me dijiste que me levantara, tuve miedo, miedo a que me rechazaras, pero antes de que pudiera decir algo, me abrazaste, colocaste tu cabeza entre el hueco de mi cuello y entre pequeños sollozos que pude escuchar me dijiste que sí, me dijiste que sí, mi pecho se llenó de alegría y entre los gritos de alegría de nuestros amigos te alce mientras te besaba, estaba feliz de que el chico más hermoso del mundo se quisiera casar conmigo, era feliz, completamente y esperaba que toda esa alegría durar mucho tiempo más.....

























Fue un día con tormenta, una tarde de lluvia cuando te conocí...






















Un día de lluvia Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang