La vida secreta de Emma

2 | Stacy

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Matilda, you talk of the pain like it's all right

But I know that you feel like a piece of you's dead inside

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Emma

Siempre fui buena para sacar excelentes calificaciones en la escuela. Y es irónico porque saco diez en todas las materias pero en realidad odio la escuela. La única razón por la que iba al colegio era por la presión de mis padres y para ver a Mackenzie, mi mejor amiga era un gran pilar en mi vida que si ella no estuviera conmigo no sé que haría. 

Ella y yo nos conocíamos desde segundo de secundaria, y a pesar de que son pocos años de conocernos, la considero una de mis mayores confidentes y a la única persona a la que le confiaría mi alma. 

—Odio a este maestro —me quejo saliendo del salón. Mi mejor amiga que va a lado mío me ve con extrañeza.

—Emma, tu odias a todos los maestros —Mackenzie ríe mientras me ve y yo solo resoplo. 

—Si, pero es diferente, creo que es porque la materia es historia y el profesor se veía demasiado serio y...ay no... ya siento que me odia. ¿Y si no apruebo su materia? —lamento encaminándonos a los casilleros. 

—Quéjate de todo lo que quieras Emma, pero siempre terminas sacando buenas calificaciones. De hecho, debería preocuparme yo que no estoy preocupada por esa materia —Mackenzie empieza a preocuparse ahora por no estar preocupada, yo niego con la cabeza y abro mi casillero para sacar unos libros que me iba a llevar a casa para poder repasar lo que vimos en el día. 

—Lo único bueno es que ya era la última hora de clases, agh siento que mi cabeza va a explotar de tanta nueva información —Mackenzie bromea mientras se agarra la cabeza, yo suelto una risita y bufo al ver que un libro se había quedado atorado en mi casillero. 

Ah, otra cosa que odiaba de la escuela era que el casillero que siempre me tocaba cada año era cada vez más pequeño, así que tenía poner mis libros y cuadernos acostados, también a la hora de sacarlos tenía que hacer una maniobra para que salieran sin atorarse. 

—Te ayudo —Mackenzie toma el cuaderno atorado en el casillero y después de una que otra maniobra saca el cuaderno sin problema. 

—¿Qué haría sin ti? —dramatizo cerrando mi casillero y empezando a caminar con mi mejor amiga a mi lado hacia la salida.

—Probablemente... 

—Morir —nos detenemos al escuchar una tercera voz provenir a un lado de nosotras—. Emma, kenzie. Vamos chicas, no se queden así como si hubieran visto a un ser desagradable. 

—Stacy, un gusto en verte, nos vamos —tomo el brazo de Mackenzie para irnos pero Stacy vuelve a hablar:

—Sabes que tengo razón Emma —la rubia, que estaba recargada en los casilleros se acerca a mi—, no eres nada sin tu mejor amiguita. 

—Y tu eres el claro ejemplo, tu ya no eres nada sin tu novio Stacy. Así que no trates de intimidarme de nuevo, porque desde que tu y el rompieron tu te quedaste sin nada —Mackenzie se tapa la boca al notar que yo alcé ligeramente la voz llamando la atención de los que iban pasando por el pasillo. Stacy frunce los ojos y me muestra una pequeña sonrisa. 

—Te recomiendo que te mantengas con la boca cerrada Emma, se demasiadas cosas sobre ti. No te metas conmigo —me mira de abajo hacia arriba y se va dejándonos a mi y a Mackenzie con una cara sorprendida.