Ep. 22: 苦乐参半

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—¿No podrías hablar tú por mí?

—¿Por qué hablaría por ti?— preguntó con lentitud, ahora tenso y completamente a la defensiva.

Yunho supo que debía de tener cuidado.

—Para... volver.— El ángel negó y antes de poder decir una sola palabra, lo volvió a interrumpir notablemente apresurado.— No merezco esto por la eternidad.

—Por suerte para ti, no es eterno.— YunHo tragó saliva. El alado hizo el amago de levantarse, caminó certero hacia la puerta. El hecho de no dirigirle si quiera una mirada, aunque fuera de desprecio enfureció internamente al caído, quien apretó los puños.

—No merezco este castigo.

HongJoong lo miró por encima del hombro con la mano sobre el pomo de la puerta. Contuvo un suspiro de decepción.

—Si crees que esto es un castigo, es que me equivocaba, y no has cambiado.— Abrió la puerta. San lo miró perplejo, pero el ángel solo le dedicó una mínima sonrisa en forma de saludo.

—¡¿Lo debo de tomar como un regalo divino?!— Alzó la voz, pero HongJoong lo ignoró y caminó por el pasillo como si no fuera más que el caer de la lluvia.

San, incrédulo, miró a ambos individuos. A HongJoong, porque nunca lo había visto serio, o hablando de manera tan fluida, o simplemente manteniendo una conversación a pesar de llevarla un poco más lenta. A YunHo, porque nunca había imaginado al sereno Jeong temblando de la impotencia , con sus orejas rojas como el fuego y sus ojos cristalizados fijos en el suelo tratando de retener el llanto.

No sabía qué hacer.

—YunHo...— El llamado no contestó. Dudoso, cerró la puerta siendo lo más silencioso posible. No quería que nadie viera a su amigo así si él no decía lo contrario.

Nunca había sido bueno consolando a nadie, no trataba de evitar esas situaciones, al final del día eran cosas que no podían ser apartadas, pero jamás encontraría las palabras adecuadas para hacer que la persona afectada se sintiera mejor. Lo único que se le ocurrió, fue rodearlo con sus brazos y pegarlo a su cuerpo. YunHo tardó unos segundos en responder, pero se aferró al cuerpo de San como si no existiera otra cosa.

Por un momento San sintió paz en aquel mundo de palabras sin acallar que resonaba en su mente.

—¿Estás bien?— Preguntó susurrando, y luego se quiso dar contra la mesa. Era obvio que no.

YunHo no contestó.

—Lo entiendo si no quieres.— Continuó hablando el rubio.— Pero sabes que puedes hablar conmigo de lo que sea ¿sí? Somos amigos.

Lo sintió suspirar, estaba encorvado para apoyar su mentón en el hombro ajeno, notaba su cuello mojado por el llanto silencioso.

—San.

—¿Hm?— Murmuró sobándole la espalda en lo que aún era un abrazo.

—¿Qué es lo que sabes sobre HongJoong?— Y YunHo lo separó agarrándolo por los brazos para mirarlo a los ojos. San no dijo nada sobre su rostro enrojecido, solo lo miró, atontado, mientras que el ajeno secaba sus lágrimas avergonzado.

—¿Lo que sé?— Preguntó sin dejar de mirarle.

—¿Qué te han dicho sobre él? ¿Qué te ha contado él? ¿YeoSang?

—Yo... es que no he hablado mucho con HongJoong que digamos, MinGi... MinGi ha estado con él desde que lo encontramos y no me ha dicho mucho, en general.— Contestó pasándose la mano por el cuello, se obligó a centrarse.— Sé que es un ángel, sé que lo secuestraron y que alguien lo invocó. No sé mucho más.— YunHo asintió con la cabeza, pensativo.— ¿Por qué me preguntas eso? ¿Se conocían de antes?

𝐒𝐄𝐃 || MinJoong [CORRIGIENDO]Where stories live. Discover now