24. Mercurio retrógrado

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En el nuevo sitio de reuniones, que en realidad es un cuarto más del gran sitio que se alquiló para quedarse hicimos un mini convivio. Es para ella sola, me llamó la atención que no hubiera incluido a los hermanos igual, asumí que habría razones secretas detrás de ello.

Mientras se arreglaba para salir, me tiré sobre el sofá más cercano a verla en lo que hablamos. Incluso con ella al estudiar solo carreras financieras, parecía gustarle mucho el mundo de la farándula, las creaciones y el arte, me preguntaba por qué no se dedicó a eso si es un monumento hecho mujer.

Se me fueron los colores del rostro, hasta ese momento lo había olvidado. Las bromas que hacía sobre ser novia de Astrohada jamás pasaban a Mar, pero creo que me escapó el nombre un par de veces de la emoción por la otra noticia.

Me levanté indignada.

—Escríbeme si pasa algo.

Agarré mis cosas, ella me había pedido un chofer para llevarme a mi destino, lo hizo con Mar hace unos minutos de igual manera. Me sentía como si fuera nuestra niñera puesto que son cosas que no debería hacer.

—Sabes que no lo haré.

—Hazlo —repetí, tomando mis prendas de encubierto—, voy a salir. Te veo luego.

Fui a un mercado de rocas con Luna, quedamos de encontrarnos allí para que me entregue el cristal que le compré, pero olvidé en su cuarto luego de pelearme porque creía que me quería quitar a Mar.

Fui de encubierto porque sabía que si había un lugar en donde las seguidoras del Honnmar estuvieran seria ese meollo, me puse una gabardina roja, lentes de corazón y un pañuelo alrededor de la cabeza. Luna hablaba de sus propiedades curativas, he de admitir que muchas veces me perdí en los datos.

Solo observaba a mi alrededor por lo que me paralizaba al pensar ver a Mar en todos lados, asumí que en ese sitio todas le robaban su personalidad llena de facha.

Un sujeto alto con gorro de ranita verde nos fue siguiendo, asumí que nos quiso robar.

Ella me mostró una canasta de piedras, la tomé pasándola para que me la sostenga en lo que pagaba. 

El sujeto con gorrito de rana se quedó a metros a comprar inciensos, me preocupaba porque no sé tratar con turros de otros paises, me valí de sus hombros para pasar atrás suyo, mi brazo la rodeó por al lado para tomar la canasta otra vez.

Pensé que Mar, eso le gustaría; le dejé que haga lo que quiera la primera vez, es mucho más divertido cuando creen que son quien manda. Es mucho más divertido su risita malvada también, que me destruya los órganos si quiere, es un angelito.

Corrí a la parte donde tienen estatuas de personas de baja altura ladronas, una falta de respeto que representen a los argentinos así. Sin embargo, equivocado no es.

Mi mayor error fue agacharme a tomar una vestida de hada, los lentes se me cayeron y en un inútil reflejo levanté la cabeza para ver quienes pudieron darse cuenta. La encargada del local chilló.

Puse que era momento de marcharme, busqué el contacto de "Mi niña".

Yo:

Bebéeee, ya tengo todo planeado para la próxima fecha que dijiste que es importante 💕

¿Estás durmiendo? Es tarde, DESPIERTATE. O TE VOY A IR A QUITAR DE LA CAMA YO.

Te quiero mucho, cuídate.

respondeme cuando puedas :c

Esperé por quince minutos a que dijera algo, incluso me apareció que estaba conectada así que no lo entendí. Luna me animó a llamarla pero por no recordar si podría estar grabando, preferí no sentirme como una intensa, aunque sí me preocupó.

Si ellos supieranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora