Capitulo 26

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Desde su escondite, Hanji había escuchado el alboroto, no sé atrevió a salir hasta que todo estuvo en completo silencio; la habían olvidado una vez más, pero esta vez ella estaba bien con eso. Se sentía como una tonta, el estómago le revoloteaba y el pecho le pesaba, sentía que no cabía dentro de su propio cuerpo y no era más que felicidad.

Tenía que aprovechar el momento para tranquilizarse y ordenar sus pensamientos, no podía seguir el resto del viaje con esa constante tensión entre los dos.

Pensó es esa como la ocasión perfecta para descansar y poner su mente en orden, pero no contaba con que un par de chicas se dirigían hacía su habitación.
Un par de toques en la puerta llamaron su atención.

-Hola - Petra sonrió con la potencia de mil amaneceres -No te vimos marcharte con los demás así que vinimos a acompañarte - le mostró una bolsa grande a la castaña que acababa de abrir la puerta.

-Hola chicas, no tenía idea de que querrían estar conmigo... - la de anteojos dudo si dejarlas pasar, pero era tarde las chicas ya se estaban acomodando en el piso.

-Ay no te preocupes, tardarán unas horas en volver - Rico destapó la primera cerveza.

-Si, es nuestra oportunidad para pasar una tarde de chicas - la pelirroja comenzó a sacar varios artículos que la castaña a penas sabía que eran para maquillaje.

...

-Claro que no, no tenía ningún derecho, además, ¿quién se cree que es? Yo digo que se vaya al demonio - Nana mantenía una animada conversación con Erwin mientras Mike, nervioso jugaba con sus dedos en el asiento trasero.

-Opino exactamente igual, que se vaya al demonio, pueden reemplazarlo con alguien más en cualquier momento - Erwin respondió mientras notaba que los rubios eran los únicos que parecían tener lengua en el auto o tal vez eran los únicos en haber visto la serie de la que hablaban.

El de cabello negro observaba el exterior con su rostro casi inanimado, casi parecía hecho de cera, pero por dentro, era una revuelta de sentimientos y pensamientos volviéndolo loco, y toda esa locura brotaba de una sola cosa... Hanji Zoe.

Por otro lado Mike esperaba encontrar su auto en una pieza, pero comenzaba a perder la esperanza, conforme la civilización fue desapareciendo y la naturaleza se abrió paso supo que su bebé debía estar en un tiradero o un cementerio de autos con el metal como único sobreviviente.

-Ya casi vamos a llegar - la voz de la única chica llamó la atención del grupo. Ella observó su teléfono con la ubicación -Es la próxima salida a la izquierda no la vayas a pasar.

Mike sintió el peor retortijón de su vida, el estómago casi se le salía por el trasero de lo nervioso que estaba, por un momento no vieron más que árboles y arbustos, pero de pronto un sonido que antes era casi parte de su imaginación, sacudió los oídos de todos.

-¿Eso es...? - Erwin frunció el seño incrédulo de lo que escuchaba.

-Música... - Levi respondió estupefacto.

-Hay una puta fiesta ahí al frente - Nana se inclino en el asiento del copiloto.

-No jodas... Es una fiesta en el lago - el rubio de ojos azules no lo podía creer.

Pero aunque nadie lo pudiera creer las patrullas de policía indicaron el lugar exacto dónde debían buscar.

Los cuatro bajaron del auto y comenzaron a caminar hacia los agentes que parecían rodear a dos personas, en ese momento Mike vio los faros traseros de su auto negro como la sangre y corrió casi al instante, un nudo se formó en su garganta al ver que estaba intacto al menos de la parte trasera, ignoró completamente a los presuntos ladrones y fue en busca de su bebé.

Mientras tanto los tres restantes se acercaron a los policías y se sorprendieron al ver a dos niños en custodia.

Ninguno debía superar los doce años; sin embargo, la niña parecía más madura y ruda que el niño, el pobre temblaba como un ciervo asustado y lagrimeaba desde sus ojos color avellana.

-Esto es bastante serio, saben que es un delito muy grave - uno de los policías los sermoneaba.

-¿Estos son... Los ladrones? - Nanaba fue la primera en intervenir.

-Lo... Lo lamento muchísimo - el niño de cabello rubio se puso de rodillas avergonzado, sin poder ya contener el llanto.

-No somos ladrones - la niña se cruzó de brazos mientras levantaba la vista sintiéndose tan alta como Nanaba.

-Mocosa mal educada - Levi frunció el seño desaprobando esa actitud de bribona.

-No somos ladrones, solo lo tomamos prestado, lo íbamos a devolver justo esta tarde lo juro, no pueden juzgarme por algo que no robé.

-Gaby, no has escuchado que no se debe hablar de tus crímenes con la policía - el agente negó con la cabeza.

En ese momento Mike giraba para ver el frente destrozado de su auto, casi sintió que iba a morir, su mente le había hecho ver un golpe pequeño como si fuera una destrucción total. Se frotó los ojos y analizo el daño, tendrían que reparar el capó y reemplazar uno de los faros, nada que tardara demasiado, entonces giró y se dirigió para conocer a los ladrones.

-... Además soy una niña muy tierna, no podría cometer un crimen como este - Gaby continuaba con su discurso tratando de convencer a los agentes de que los dejarán en paz -Miren mi carita, estoy arrepentida, solo quería ser cool, no pueden maltratar a una niña tan linda y lista como yo...

-¡¡Cállese rata!! - Mike le golpeó la cabeza con la palma de la mano abierta para hacerla callar -¿Tienen idea del valor de ese auto?

El golpe no fue fuerte, pero sirvió para silenciar a la pequeña insolente que casi se salía con la suya. Sus amigos lo observaron con muchas ganas de echarse a reír.

-Ellos no, pero yo si - un joven rubio se acercó al grupo.

-Colt, has llegado rápido, lo que tú hermano ha hecho es un delito y ahora dependen de si estos foráneos deciden denunciarlos o no - uno de los policías explicó la situación al hermano mayor del niño que ahora se había quedado mudo de miedo y vergüenza.

-Comprendo, les ruego no levanten una denuncia - el joven se inclinó respetuosamente frente al grupo de chicos -Mi hermano no es un mal chico, estoy seguro de que lo hizo por impresionar a la chica que le gusta, yo me encargaré de que aprenda la lección y a cambio costearé la reparación del auto y ayudaré a liberarlo del trámite con más rapidez.

-¡¡Gaby!! - una mujer gritó y se acercó al grupo -¿Y ahora qué hiciste?

En cuanto la vio pasar Levi la reconoció como la señora que lo había atendido en la tienda de especias -Ahora lo entiendo todo - se dió cuenta de inmediato que esa gente eran unos estafadores y que la mocosa solo había aprendido el negocio incluso recordó la frase que le dijeron al salir de la tienda seguramente había sido esa misma mocosa escondida tras el mostrador.

...




¡¡MI MEJOR AMIGO ES UNA MUJER!! Where stories live. Discover now