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46. Terapia exitosa y noticias

Y estaba feliz de compartir pronto algo de esto con el mundo.

El día de hoy estaba haciendo un postre. Había encontrado una nueva receta en internet y se había decidido hacerla después de no dejar de pensar en ella durante muchas horas. Sus hijos venían esta tarde y se quedarían el fin de semana, eso le hacía muy feliz porque sería la primera vez desde que se divorció de Louis que los chicos vendrían. Tenía montones de comida, bebidas y dulces, también frutas y verduras porque a él le gusta comer balanceado y sabía que a Saige también.

Fue cuando el reloj dio las 6:30 de la tarde que el auto de Tom se estacionó en la entrada de la casa, Saige, Tom y Cayden bajando de él. Harry observa a su niña ya no tan pequeña sonreírle a su novio cuando este le ayuda con el bolso, ella le besa la mejilla y Tom le sonríe abiertamente. Aunque fue un poco sorprendente para Harry enterarse de que Saige tenía novio, básicamente porque el la seguía y seguiría viendo como una bebé, estaba feliz de que ella y Tom hayan tenido la suficiente madurez y respeto para hablar con ambos, con Louis y con él. Además, no era ningún secreto que ellos están locamente enamorados y para Harry saber que su hija está con alguien que la respeta y ama, es lo mejor del mundo.

Harry se encamina hacia la puerta, abriéndola y viendo a sus hijos venir hacia él. Cayden corre a abrazarle, está más alto y muy guapo. Harry le sonríe y besa la parte de arriba de su cabeza.

—Hola grandote—Le dice sonriéndole —Es bueno verte ¿Cómo estás?

—Muy bien Hazz, ¿Y tú? ¿Nos cocinaste algo delicioso?

—Claro que sí y preparé un postre—Harry ve los ojos llenos de felicidad de su pequeño y eso le causa ternura—Ve a lavarte las manos y pone tus cosas en la habitación, cenaremos pronto.

—¡Vale! —Con eso ve a Cayden decirle adiós a Tom y correr al interior de la casa, perdiéndose en el pasillo.

Tom y Saige se acercan a la entrada, su rubia niña le abraza con fuerza cuando está frente a él y le besa la mejilla.

—¿Cómo estás Harry? —Le pregunta regalándole una bella sonrisa—¿Te has sentido bien?

—Mejor que nunca pequeña, no te preocupes ¿Cómo estás tú? —Le pregunta antes de voltearse y ver a Tom, le regala una sonrisa y estira su mano hacia él. —Hola Tom es bueno verte, gracias por traerlos.

—Hola Harry, no hay problema—Le responde sonriendo.

—¿Te quedas a cenar? —Le pregunta, el chico niega

—No puedo, pero gracias. Tengo una reunión con mi agente, yo solo vine a dejar a Saige y Cayden.

Harry asiente y les da una mirada, luego les sonríe y vuelve a hablar;

—Les dejaré despedirse, entra cuando estés lista Saige.

Saige asiente y Harry cierra la puerta dándoles privacidad.

Se interna en el pasillo yendo a la habitación, donde está Cayden poniendo su pijama sobre la cama. Harry le observa desde la puerta, a veces le cuesta creer el tiempo que ha transcurrido y lo grande e independiente que sus hijos se han vuelto. Meses atrás, estaría atormentándose por no disfrutarlos cuando eran pequeños, por no pasar tiempo con ellos cuando pudo, por no ser parte de su crianza y más importante, de su vida. Pero la terapia le ha ayudado a entender y comprender que el tiempo pasado ya no puede recuperarse, que lo que ha ocurrido debe quedarse ahí, en el pasado porque no volverá y atormentarse y pensar constantemente en ello, no ayuda en absolutamente nada.

—Hey—Dice con cuidado, no quiere asustarle. Cayden se vuelve hacia él y le regala una sonrisa—¿Listo para cenar?

—Oh sí, tu comida es deliciosa y yo muero de hambre