Same airplane➼ c.h

9.

Ladeo una sonrisa, son las primeras veces desde hace mucho tiempo quizá que me están saliendo sonrisas naturales y no forzadas. Me hace sentir diferente, aunque sigue doliendo.

"Aunque si hay algo que nunca me dejara vivir en paz, lo odio mucho, no se que voy a hacer con ella" dice con una mueca. Mi sonrisa automáticamente se borra.

"¿Que sucede?" Pregunto. Con desesperación. Un matiz de desesperación.

"Esto"

Dice ella con la voz molesta, triste y molesta y entonces por primera vez me doy cuenta de la herida que lleva en el brazo después del codo. Parece ser que apenas le retiraron los puntos porque la delgada línea esta roja y la piel se ve estirada. Pero tiene un tamaño considerable.

"Estas con vida Kira" es lo primero que se me ocurre decir y al instante me arrepiento, no quise sonar duro.

"Si yo lo se.." Comienza a decir pero la interrumpo.

"Déjame terminar. Estas con vida, estas gracias a Dios y todos los Ángeles bien, quizá la cicatriz a ti no te guste pero hay personas que tienen una peor cicatriz en alguna parte de su cuerpo, en su cara también, no te sientas mal al contrario siéntete orgullosa para que cuando te pregunten como te la hiciste seas parte de una grande historia que contar y que fuiste fuerte y grande como una roca"

Me sorprendo con mis palabras porque en realidad yo casi nunca fui un hombre de palabras.

Ella sonríe y ya no importa si en verdad lo dije yo porque me hace sentir satisfecho, por ahora.

"Tienes razón, tu también tienes razones para contar una grande historia" dice.

Siento fruncir mi ceño.

"¿Donde?"

Ella sonríe tímida y se acerca aun mas. No.

"Aquí" dice tomando la sabana que cubre la parte de mis piernas quitándola.

Señala mi pantorrilla y ahora lo recuerdo, estaba grande la herida esa, no recuerdo bien como era pero gracias a Dios aun tengo la pierna y gracias a ella sigo aquí con vida.
Pero ella dijo razones y debo tener otra.

"¿Y la otra?" Inquiero.

"En esta parte" dice casi tocando la parte izquierda superior de mi cadera, pero no lo hace porque sabe que quizá me va a doler.

Kira.

Sus ojos me miran y desvío la mirada apenada, jamás me ha gustado que me vean, menos cuando es una persona tan bella como el.

Un sentimiento florece en mi cada vez que su voz suena en la habitación y cuando sonríe y se que el motivo esta vez soy yo.

Miro con detenimiento sus piernas, pies y no es porque sea una morbosa de alejados pensamientos, no, es simplemente que su piel sigue viéndose frágil, demacrada, seca.

Se que tengo un bote de crema en una de las tantas cosas que me trajo Adam porque ya sabe como soy de especial, el problema es que soy lo bastante cobarde y tímida para preguntarle o decirle algo sobre ello.

"Dilo ya" lo escucho decir, parece estar dentro de mis pensamientos.

Mi mirada sorprendida lo hace dar una pequeña risa y niega, estoy tan apenada.

"Oh-h no es nada malo, yo no soy así... Es que, quería preguntarte si te gustaría que te echara crema en tus piernas, estas muy resecas y..."

"Feas" termina el. Asiento con timidez.

"Esta bien, sí" termina por decir y yo me apresuro por mi crema.

Cuando por fin tengo el bote acerco mi silla al final de la cama donde están sus piernas y abro el bote.