—Mi Señor puede colocarle unos hechizos al niño si desea llevarlo a la Ciudad Fantasma y poco a poco puede retirarlos para que se acostumbre.

Asi lo hizo.

Los rumores no solo se esparcían rápidamente en el reino humano, Hua Cheng podía decir que los dioses y los fantasmas eran incluso más comunicativos que los humanos, asi que la noticia de que Lluvia Carmesí había traído un niño a la Ciudad llegaron rápidamente a la Capital Celestial y por lo tanto a Xie Lian, el Emperador Marcial había sido informado del suceso por Feng Xin quien muy indignado dijo: —Si ese imbécil tuvo un hijo con una mujer lo matare. —Xie Lian solo rio de manera nerviosa. Él estaba seguro de que el niño no era algún hijo de Hua Cheng, pero los demás no lo veían asi y Feng Xin no había sido el único en amenazar con asesinar a su marido si le había sido infiel.

Afortunadamente no había pasado mucho tiempo cuando el mismo Hua Cheng lo contacto y le comento el origen del niño, el cómo lo había encontrado y le comento su deseo de quedarse con el niño y criarlo como su hijo, Xie Lian no estaba del todo convencido, no porque no quisiera criar al pequeño con su amado, sino porque ambos estaban tan llenos de responsabilidades que seguramente no tendrían mucho tiempo para estar con él, pero solo basto con ver al pequeño una vez para que Xie Lian aceptara.

Xie Lian a veces se preguntaba en qué momento su pequeño bebe creció tan rápido y se convirtió en el joven que era ahora, lo habían criado lo mejor que pudieron y estaban orgullosos de haberlo visto crecer y convertirse en el gran ser humano que era, pero con cada año que pasaba el corazón de ambos se hundía, su hijo no era inmortal como ellos, le habían ofrecido a A-Ying el ascender como una deidad pero se negó diciendo que conseguiría la inmortalidad por medio de su cultivo, confiaban en el pero aun asi no sabían que tanto le tomaría a su hijo cultivar la inmortalidad.

Además de que Wei Ying les había expresado que a veces no le encontraba sentido a la inmortalidad, él podría vivir miles de años, pero al costo de ver todo lo que amaba morir y ese era precisamente su miedo, ver morir a su pequeño ya no tan pequeño.

Ellos estaban trabajando en un problema que se había presentado al este del país cuando uno de los vasallos de San Lang llego hasta ellos más pálido que una hoja y gritando a viva voz: —¡El Joven Príncipe fue herido! — fue tanto el escándalo que varios Oficiales se apresuraron a ver que le había ocurrido al Príncipe, Hua Cheng se desplazó a una velocidad alarmante hasta su sirviente.

—¿Qué demonios dijiste? — pregunto sombrío.

—El... el joven Príncipe fue a un adoctrinamiento...— Hua Cheng apretó el cuello de su sirviente al ver que no hablaba lo suficientemente rápido, entonces otro fantasma no tan asustado hablo.

—La secta Qishan Wen ordeno a las demás sectas de cultivo que sus herederos y discípulos principales más unos discípulos fueran enviados a sus territorios para un adoctrinamiento. — Xie Lian entro en pánico, no era nuevo para los Oficiales escuchar sobre los Wen.

—¿Cómo es que resulto herido? —Xie Lian tomo las manos de su esposo tratando de calmarlo, había tenido que hacer lo mismo cuando se enteraron que su hijo había sido castigado en su estancia en Cloud Recesses, pero esta vez no estaba seguro de poder frenar a su marido.

—El joven hijo del líder Wen parece tener rencor conta el Joven Príncipe, asi que cuando nuestro joven Señor lo provoco el ordeno encerrarlo en una celda con...— el sirviente tembló. —... con un perro gigante en ella. — Xie Lian sintió la ira burbujear dentro de él. Su hijo les tenía terror, pavor, miedo esos animales y ese... ese insolente se había atrevido. —La bestia le provoco varias heridas.

Tuvieron que usar la fuerza para retener a Hua Cheng de cometer un genocidio, no fue hasta que Mu Qing y Feng Xin se ofrecieron a ir y ver el estado de Wei Ying que Lluvia Carmesí se calmó solo un poco, Xie Lian les dio una orden: —Quiero que saquen a esos chicos de allí y le ordenen a ese líder castigar a su hijo, sellen el núcleo del chico durante el castigo. — tal y como ordeno los dioses hicieron cumplir sus órdenes, calmar la ira de su marido no fue fácil.

Príncipe Heredero del CieloWhere stories live. Discover now