The Ballad of Heidi Trumbauer *ESPAÑOL* shingeki no kyojin

𝙎𝙤𝙡𝙙𝙞𝙚𝙧

 Los titanes se estaban reuniendo frente al castillo de Utgard. Un titán anormal corrió y empujó a otro titán de tamaño similar y le arrancó la oreja con una sonrisa. Tiró del pelo del titán caído y el titán caído le mordió la otra mano. Si tan solo el resto de ellos se distrae tan fácilmente. Los demás, grandes y pequeños, convergieron en la torre. Gelgar se abalanzó sobre el gran titán que había golpeado la torre con sus espadas desenvainadas. El titán se retorció y se estiró para agarrarlo con una de sus manos.

-¡No puedes atraparme! ¡¡Estúpido... pedazo de mierda!! -Gelgar gritó, cortándole todo el dedo para que no pudiera agarrarlo. Nanaba pasó volando junto a él y le cortó la nuca al titán. El gran titán cayó y aplastó a algunos de los más pequeños que intentaban derribar la puerta de la torre. -¡Mira eso...! ¡También aplastó a los pequeños...! ¡Je! ¡El gran idiota! Estoy tan impresionado como siempre, Nanaba. ¡Ese fue otro corte profundo!

-Gelgar... Ese fue un movimiento arriesgado. -dijo Nanaba. -¿No podrías haberlo esquivado sin desperdiciar hojas en sus dedos...?

-Así es como peleo... no retrocedo fácilmente. -dijo Gelgar. -¡Será mejor que cuentes eso como una ayuda!

-Eres tan terco... Bien, lo tengo. -dijo. Uno de los más pequeños que solo fue aplastado parcialmente trató de arrastrarse hacia afuera para atacar la base de la torre. Lynne estuvo en él en un instante, matándolo antes de que pudiera llegar a la puerta.

-¡¡Ugh...!! -gruñó mientras le cortaba el cuello. Aterrizó en el suelo y vio que la puerta ya se había roto y la cosa astillada colgaba de sus bisagras. -...¡Llegamos demasiado tarde...! -le dijo a Henning, quien mató a otro titán y aterrizó a su lado. -La puerta... -Volvió a aparecer para dirigirse a Nanaba y Gelgar. -¡Se abrieron paso! -Volvió a aparecer para aterrizar en el techo para hablar con Heidi y los otros reclutas. -¡Los titanes han entrado en la torre! ¡Vuelve adentro y levanta barricadas para detenerlos! -les ordenó. -Nuestro equipo de maniobras será inútil por dentro. Si no puedes detenerlos... entonces... en el peor de los casos... escapa a esta azotea. Solo recuerda... no puedo prometerte que iremos a salvarte . Ni siquiera sé si estaremos vivos o no... No podemos decir cuántos titanes quedan... o si nuestro gas y nuestras espadas durarán lo suficiente... pero haz lo que siempre haces. ¡Denle todo lo que tengas, mientras estés vivo! ¡¿Entendido?!

-¡Sí, señora! -gritaron en respuesta, moviéndose inmediatamente para cumplir las órdenes. Reiner llegó primero a las escaleras y tomó la delantera. Agarró una antorcha y la llevó consigo.

-¡Veré qué tan lejos han llegado los titanes! -Dijo Reiner. -¡El resto de ustedes, junten todo lo que puedan! ¡Tablas, postes, lo que sea que encuentren!

-¡Reiner! -Krista gritó mientras se alejaba antes de que pudieran discutirlo.

-¡O-Oye...! -Connie dijo, preocupada por él.

-¡No vayas solo, desarmado! -Heidi le gritó detrás de Connie cuando Bertolt pasó corriendo junto a ellos.

-¡Reiner, espera! -Bertolt gritó, persiguiéndolo.

-¡...! -Dijo Connie.

-¡Espera! -Bertolt gritó.

-¡Reiner...! -Heidi llamó, adelantándose a Connie y Bertolt. -¡Lo buscaré! ¡Busquen algunas herramientas que podamos usar! -les dijo a los demás por encima del hombro mientras corría.

-Son los mismos que estaban en el entrenamiento... Siempre el primero en correr hacia el peligro... Nunca podría hacer eso... -dijo Connie mientras él y Bertolt también intentaban acelerar el ritmo. aún más.

-Sí... es un mal hábito de él... -dijo Bertolt, frunciendo el ceño. Connie lo miró, preguntándose qué quería decir con eso.

Reiner llegó primero a la puerta de al lado. La abrió con cautela y exhaló un suspiro de alivio. Pero las escaleras continuaron, y había otra puerta al final