Día 1: Eye contact

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Antes de leer...

Traducción: "Eye contact" se refiere a contacto visual. 

Durante una fuerte nevada, Mikaela Shindou se dirigía a comprar un pastel para su pequeña hija Yuumi, quien estaba cumpliendo ocho años y había hecho toda una escena porque su perro Holdem se había comido todo sin dejarle nada

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Durante una fuerte nevada, Mikaela Shindou se dirigía a comprar un pastel para su pequeña hija Yuumi, quien estaba cumpliendo ocho años y había hecho toda una escena porque su perro Holdem se había comido todo sin dejarle nada. Claramente no podía quedarse sin comer aunque fuera un trozo en su día especial, así que, como padre, tendría que ingeniárselas.

Pensó en preparar uno, pero apenas al día siguiente haría las compras para la semana, ya que lo último que había llevado a casa había sido para prepararle unas deliciosas comidas especiales a su princesita. Y ahora estaba luchando con la nieve para llegar a la tienda de conveniencia más cercana, en donde, rezaba, encontraría un pastel, aunque pequeño, o sino, los ingredientes para uno.

Corrió como alma que lleva el diablo cuando notó que la persona encargada estaba girando el letrero de "abierto" a "cerrado" e irrumpió en el local. Su respiración era agitada, tenía nieve en todos lados y seguramente parecía un loco que iba a robar.

—¡S-Señor, estamos cerrando! —chilló el empleado.

—¡Lo sé! ¡pero no puedo volver sin un pastel! ¡no hoy! —le respondió en un grito. Apenas recuperaba el aire perdido—. Por favor, déjeme echar un vistazo. Le prometo que no serán más de veinte minutos.

—P-Pero, señor...

—¡Por favor! —suplicó haciendo una reverencia exagerada.

El encargado se vio algo acorralado. ¿Cómo se le dice que no a alguien tan determinado e insistente? Diablos. Bueno, aunque no era que tuviese a alguien esperándole en casa, de todos modos.

—Está bien, pero por favor hágalo rápido —murmuró.

Y fue en ese preciso instante cuando Mikaela se irguió luego de la reverencia y sus ojos se conectaron. Hubo una chispa y una descarga eléctrica en sus corazones. Oh, vaya. ¿Qué era eso?

—M-Me apuraré... —susurró un muy embelesado rubio, que no podía sacarle los ojos de encima al encargado.

No supo de dónde sacó la voluntad necesaria para despegarse del suelo e ir en búsqueda del bendito pastel o los benditos ingredientes. Sus pies parecían haberse quedado fundidos allí y su mirada parecía constantemente atraída al bonito chico que llevaba el uniforme de la tienda.

Era joven, quizá de unos veintitantos. Su cabello era negro y estaba atado en una coleta en la parte trasera de su cabeza. Su piel era un poco morena y sus ojos, dios santo. Benditos hayan sido los tornillos de la cama donde los padres de tan perfecto espécimen echaron pasión para traerlo al mundo.

Era condenadamente lindo. Más que lindo, adorable. Y además...

¡Basta! Se abofeteó a sí mismo. No había ido allí a buscar con quien coger, tenía una misión. Ignoró cualquier sentimiento y revisó los estantes y vitrinas. Para su mala suerte, no había pasteles. Pero para su buena suerte, había una rebanada de esas que se venden en solitario. La puso en su canasta.

Entonces dio otra vuelta y pasó por harina, huevos, leche y demás para preparar un pastel más grande. Con la porción la entretendría mientras le preparaba uno mucho más delicioso. Sí, era un genio. Después de conseguir los ingredientes, finalmente dirigió sus pasos a la caja registradora, donde el lindo chico le esperaba.

Su uniforme decía "Hyakuya Yuu". Le sonrió mientras ponía los artículos en la banda.

—A-Así que... ¿compras de último momento...? —preguntó el moreno tratando de hacerle plática.

Se sintió más que halagado.

—Tuve un accidente en mi casa, así que había que arreglarlo —respondió amigable. Le vio sonrojarse—. No podía dejar a mi princesa triste en su cumpleaños.

Sus manos se detuvieron por un corto instante para verle, mas luego retomaron su acción rápidamente.

—Oh... Su pareja...

—¿Eh? Me refería a mi hija —rió, lo que lo descolocó aún más—. Hoy es su cumpleaños.

—Y-Ya veo... —rascó su mejilla a la vez que empacaba los productos—. E-En ese caso, como un obsequio, lleve esto de mi parte —musitó enseñándole una barra de chocolate con fresas—. Es mi favorito, así que seguro le gustará.

—A mí me gustará también —susurró pasándole sus ojos por encima de arriba a abajo. Hacía muchísimos años no veía una sola persona que fuera su tipo.

Incluso la madre de Yuumi había sido una aventura de una noche motivada por un amigo suyo que acabó por abandonarla apenas nació. Ignoró el pensamiento cuando aquellos bonitos ojos verdosos se volvieron a clavar en su persona.

—Luce muy joven para tener una hija...

—Apenas estoy en mis treintas —le guiñó—. Aún soy buen partido.

Yuu se rió con nerviosismo, y mientras salía la factura de compra, se atrevió a hacer algo que se había prometido no volver a hacer: escribir su número en la parte de atrás.

—Gracias por su compra —dijo mientras se la entregaba—. Espero volverlo a ver.

Mikaela sonrió y agarró la bolsa junto con el recibo y su cambio. Guardó el dinero y por costumbre giró el pedazo de papel, viendo el número allí escrito. Soltó una risita y lo puso en su bolsillo.

—Y yo que creía que era malo ligando —suspiró. Extendió una mano hacia el azabache y sostuvo su mentón, acercándolo a su rostro de forma peligrosa. Le vio sonrojarse aún más de lo que ya estaba—. Nos vemos, Yuu-chan.

Y dicho esto, le soltó para después salir corriendo.

Yuu perdió la fuerza en las piernas, así que cayó sentado al suelo. Sus manos temblaban y su corazón estaba decidido a saltar de su pecho por lo rápido que latía. El recuerdo de aquellos deslubrantes ojos azules viéndole con intensidad agitaba su alma desde lo más profundo.

 El recuerdo de aquellos deslubrantes ojos azules viéndole con intensidad agitaba su alma desde lo más profundo

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Estos one-shot's serán más cortitos, olvidé decirles xD

Como saben, me es mucho más fácil escribir fluff, así que estoy enfocando el 80% de mi esfuerzo en el Kinktober uwu, será toda una experiencia xD

Y gracias a la maravillosa Midori_Sama_7u7 por los separadores <3

En fin, espero les haya gustado <3

Bye!

Flufftober 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora