°.•*¨♡ Alpha and his Puppy ♡¨*•.° YoonMin

ʚ• Capítulo 8 •ɞ

Cuando Jimin le dijo a Yoongi sobre las compras, el alfa se imaginó que simplemente irían a una tienda exclusiva a conseguir unos cuantos trajes. Sin embargo, la realidad era muy diferente. El omega lo llevó al centro comercial y entraron a varias tiendas. Jimin principalmente compraba ropa casual.

Justo ahora lo observaba tomar una camiseta, más bien parecía un pequeño crop top que le quedaría muy bien y se ceñiría perfectamente al delgado cuerpo que su jefe poseía.

Jimin entró al probador, sacándose la camisa se colocó la prenda que tenía en la mano.

Le encantaba la ropa que le hacía lucir sexy. En el trabajo usaba trajes formales, pero cuando llegaba a su departamento disfrutaba lucir aquellas prendas. Era joven y amaba verse lindo y seductor, muy diferente a los atuendos fríos que usaba para la empresa.

Se observó en el espejo y vio como sus caderas eran apresadas por el pantalón negro de tela, su cintura relucía y el crop top le encantaba.

Podríamos provocar al alfa.

"Hasta que dices algo coherente"

Si hubieras seguido mis consejos ya nos hubiera marcado y también estaríamos esperando unos cuantos cachorritos.

Quería continuar peleando con su lobito, pero tenía un alfa al cual seducir. Sonriendo coquetamente, salió de vestidor y para su buena suerte el lugar estaba despejado, Yoongi lo observaba sentado en una silla cerca de la entrada a los probadores.

Mueve esas caderas, Jimin. ¡Muévelas, muévelas!

Aceptando el consejo, se pavoneó moviendo sus caderas seductoramente hacia su secretario.

—¿Qué opina? —interrogó con una pequeña sonrisa.

Yoongi tragó pesado. Por su cabeza pasaron un sin número de situaciones.

Escenas en donde él y Jimin vestido con ese pequeño crop top hacían cosas para nada decentes.

—Le luce.

Jimin se sintió satisfecho con el carmín que adornaba esas pálidas mejillas. No quería apresurar nada, así que asintiendo volvió al probador para sacarse la pequeña prenda. Continuó viendo ropa y cuando se cansó le pidió a Yoongi pasar a comer en algún lugar.

El alfa supo que esa era la oportunidad perfecta para empezar su disimulado cortejo.

Porque después de decidir que quería conquistar a su jefe, analizó los pro y contras y aparecieron varios problemas.

¿Cómo diablos le iba a pedir al omega que se dejara cortejar?

Diablos.

Llevaba menos de dos meses trabajando para Jimin, y aunque sabía que era su destinado, era tan difícil. Un alfa de veintiséis años con problemas de adolescentes era realmente gracioso.

Así que aprovecharía esta pequeña oportunidad.

—Este lugar es muy bonito —alagó el omega.

Jimin estaba feliz observando los detalles del restaurante, las partes laterales del techo estaban cubiertas por plantas, el verde resaltaba perfecto y justo en el centro entraba la claridad iluminando el lugar. Varios focos con luces tenues rodeaban la vegetación.

El lugar era sencillo pero acogedor.

—Está cerca de mi departamento, a Daehyun le encanta venir a comer.

Es nuestra quinta cita.

"Las salidas a comer por trabajo no cuentan Minie"

Déjame soñar.

Chilló el lobito de Jimin, estaba demasiado emocionado.

El señor que atendía llegó a tomar la orden. Yoongi sabía lo que debía pedir y Jimin le solicitó que le recomendara algún plantillo. El omega pidió unos mochis extras, moría por probar unos cuantos.

—¿Le gustan los mochis?

—Me encantan.

—Usted parece uno. —Jimin no pudo evitar sonrojarse—. Y ahora lo parece aún más.

—No me diga esas cosas —pidió Jimin negándose a avergonzarse.

Suficiente era con el rubor pintando en sus mejillas.

—Y se ve tierno cuando sonríe. Debería hacerlo más a menudo.

El corazón de Jimin empezó a bombear desesperadamente, su lobito correteaba en su interior y el omega supo que Yoongi se estaba vengando por las numerosas insinuaciones que él le hacía.

Aún así, se sentía tan bien ser halagado por la persona que se adentraba en su corazón y que esperaba que se quedase para siempre.

Con sus manos cubrió su boca, pues las sonrisas que se le escapaban delataban que le encantaba la atención del alfa.

Oh Min Yoongi, me las pagarás. —Pensó.

Cuando los platillos llegaron, degustaron la comida con total deleite. Todo estaba delicioso y la charla amena que se había formado entre el alfa y el omega era lo más cómodo y entretenido.

Nuestro omega es fantástico.

Concordando con su lobo, Yoongi escuchaba atentamente como su jefe le relataba una historia de su infancia en la que él había participado en un concurso de belleza y terminó tropezando en pleno escenario.

Sintió tanta ternura al imaginarse a un mini Jimin con mejillas gorditas.

El tiempo pasó volando, no había nervios ni rastro de vergüenza, solo eran una pareja unida por los lazos del destinos, conociéndose y amando lo que llegaban a descubrir sobre el otro.

💐Restaurante en el que Yoonie llevó a comer a nuestro Minie💐