Amarte de Nuevo (Saga Destino #1)

Extra 2

DIA DE LA BODA.

Las chicas que contrato Isa terminan de hacer su trabajo, mis uñas están pintadas de un color rosa claro que hace resaltar mi piel, mi cabello está en un moño recogido dejando dos mechones de cabello suelto a los lados de mi cara en forma ondulada, y mi maquillaje es algo suave pero resalta mi mirada, estoy con la bata de seda que mi mejor amiga mando hacer, dónde la parte de atrás dice novia, y la de ella dice Dama, fue a la única que quise como mi dama, no es que con mis compañeras de universidad no las haya tomado en cuenta, pero Isa es alguien muy especial para mí y sentía que era la única que debía ocupar ese puesto, en fin.

Las chicas salen de la habitación e Isa aprovecha que ambas nos quedamos solas para entregarme una caja pequeña negra con un moño rojo, la miro arqueando una ceja no quiero pensar que sea lo que me estoy imaginando.

—Dime que no es lo que estoy pensando — La miró entrecerrados los ojos, por lo que sonríe inocente.

— Venga ábrelo ya, antes de que venga tu mamá y terminé de confirmar que soy una mala influencia para ti y bla bla — hace un gesto con la mano, río divertida.

Es cierto, mamá dice que Isa es una mala influencia para mí que me hace cometer locuras, pero se que en el fondo ella la aprecia como una hija más, aunque es una persona que no demuestres sus sentimientos todo el tiempo.

Coloco la caja en la cama y quito el lazo con cuidado de no dañarlo, y comienzo a a abrir la caja despacio, para encontrarme con una lencería blanca de encajes, en la parte del sostén y pasa una tira entre el abdomen con encaje  con las bragas y otras dos tiras más que llegan a la altura de mis muslos junto a unas medias pantis.

Sonrió divertida pero debo decir que me gusta mucho lo saco completo de la caja y quito mi bata quedando desnuda, no me importa que me vea somos amigas desde hace 4 años y comienzo a colocarlo con su ayuda una vez listo, le quitó las tiras en el brasier y comienzo a colocarme el vestido, que me tiene enamorada desde la primera vez que lo ví, pesa un poco pero nada que no pueda manejar.

Una vez lista me miro al espejo y siento unas terribles ganas de llorar, el vestido es de ensueño, tiene encajes por todo mi pecho y las mangas desde la altura de mis hombros para bajar por toda la falda en pequeñas y delicadas formas, dejo de observarme cuando escucho la puerta de la habitación ser abierta. Mi madre se lleva una mano a la boca y me mira sorprendida, sonrió para estirar mi mano por lo que ella la toma.

— Estás preciosa hija — sonríe feliz.

— gracias mami — le doy un apretón en su mano — me encanta el resultado.

— Quiero que seas feliz hija — Secó una lágrima que se desliza por su mejilla.

— Soy feliz mamá, lo soy — no dice nada más, solo sonríe aún más.

Mi mente viaja a la noche que Bruno me propuso matrimonio, luego de salir a cenar por nuestros aniversario de novios, fuimos a la playa donde me encontré con un largo camino de petalos de rosas con antorchas a cada lado formando el camino, hasta llegar a un espacio formado por las rosas en forma de corazón, está sorprendida y emocionada recuerdo que había una pequeña mesita con una caja disminuta, la observé confundida hasta que caí en cuenta de lo que era, me gire sorprendida a ver a Bruno y lo encontré arrodillado en frente de mí, llevándome una mano a la boca para retener un sollozo que quería salir de la emoción.

Miro a Bruno que no dice nada y una música comienza a sonar de fondo es marry me de Jason derulo, una forma muy peculiar de pedirme matrimonio, se levantó y me pidió bailar, al terminar la canción me preguntó si quería casarme con él y despertar junto a él por el  resto de su vida, no dice en decirle que sí y se que jamás me arrepentiré de mi respuesta.

Salimos de la habitación, ya esta apunto de comenzar la ceremonia, veo a mi papá llegar junto a mi y abrazarme para decir entre bromas que Bruno está que se desmaya de los nervios. Al llegar a la iglesia entro en brazos de mi padre, que le da una advertencia a Bruno de no hacerme daño o si no se las vera con él, sonrió negando desde que lo conoció en cada oportunidad que tiene lo amenaza con que le disparará con su arma lo que me causa risa porque mi padre no tiene una y Bruno cree que sí.

El sacerdote comienza con su discurso y nos pasamos todo el rato mirandonos y sonriendo uno al otro ganandonos una mirada de regalo por el cura. Al terminar  vamos a la recepción del hotel donde se llevará a cabo la fiesta y damos nuestro primera baile como esposos.

Me siento feliz, soy feliz y se que apartir de ahora habrán muchos obstáculos en nuestra vida de casados, pero daré todo de mi para superarlos y demostrarnos cuanto nos amamos.

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Segundo Extra preciosas 🤩