Capítulo 22🌻

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Bruno.

Terminó de cambiarme, tirando la ropa mojada en el cesto que está a una esquina del baño, me miro en el espejo notando mi cabello un poco húmedo paso mis manos por el y lo sacudo un poco, despeinandolo totalmente.

Camino hasta la puerta y la abro suavemente, y me detengo en el umbral sorprendido por lo que estoy viendo. Eva está en ropa interior, oliendo mi camiseta; en otra circunstancias diría que es perturbador pero con ella siempre todo a sido distinto, se que ella aunque nunca llegó a reconocerlo le encantaba mi perfume, y no solo eso me ha puesto mal, si no verla en ropa interior.

Es que vamos, su cuerpo ha cambiado y..... Mucho la verdad, está mucho más definido que cuando estábamos juntos, y eso era porque no era muy fanática del ejercicio pero al parecer las cosas han cambiado, su trasero ¡Mierda! Me está poniendo mal y muy mal.

No digo absolutamente nada, solo me quedo ahí de pies observando cada movimiento que hace, se inclina un poco hacia la cama tomando el mono y su trasero apunta hacia mí, y mis manos pican por tocarlo y apretarlo, pero se que mínimo sus dedos quedarán marcados en mi cara, y tampoco lo haría sin su consentimiento, no me caracterizo por tomar las cosas a la fuerza.

Así que volteó la cara hacia la ventana de la habitación, y espero que termine de vestirse y comienzo a pensar en otra cosa antes de que mi semi-erección continúe creciendo.

—¿Cuanto tiempo llevas ahí? —Pregunta, por lo que la miró y ya está completamente vestida.

—Acabo de salir — Miento descaradamente — Solo ví que estabas como pensativa y no quise interrumpir —Me rasco la nuca nervioso.

—ya —Dice observandome fijamente — Bueno creó que debería poner esto a secar — Toma su ropa —Podrias decirme dónde está la secadora.

—Si, he ven conmigo — comienzo a caminar hacia la puerta de la habitación.

Ambos caminamos por el pasillo de la segunda planta hasta llegar de nuevo a las escaleras, y bajamos uno al lado del otro sin decir nada y nuestros brazos rozándose.

Al llegar al cuarto de lavado, le quitó la ropa suavemente de las manos y la meto en el secador.

—Veamos, esto — Miro los botones sin saber cuál debo presionar— creo que es este — Miro uno que tiene una maquinita dibujada con agua cayendo.

Escucho la risa de Eva y me volteo a mirarla — ¿Que? —Pregunto confundido.

— Dios Bruno, como es que nunca has aprendido a usar estas cosas — se burla — a verdad que tienes personal para todo — Señala como si fuera obvio.

—Pues, como verá Señora Moretti —Comienzo — Mi trabajo no me permite pasear por mi casa, y aprender a usar los aparatos que habitan en ella — Me cruzo de brazos.

—Oh cierto su majestad, que su tiempo es muy limitado — habla sarcástica — déjame a mí, que ha cambio de ti, no tengo quien me haga todo.

Se acerca hasta la secadora y presiona una de los botones, haciendo que la máquina comience a hacer su trabajo.

Ambos nos quedamos mirando fijamente, sin decir nada, mientras la máquina continúa su trabajo; pienso que sería la oportunidad perfecta para pedirle una cita, una de verdad.

Miró fijamente la pared detrás de ella, y puedo notarla muy incómoda por lo que la miró y se coloca un mechón de su cabello detrás de su oreja, se ve muy tierna con mi ropa todo le queda grande. Así que me acerco a ella un poco y la jalo de la camiseta, para luego arrodillarme y enrrollar un poco el ruedo del mono para que no lo arrastre y se vaya a caer.

Puedo sentir su mirada sobre mí, pero en ningún momento levanto la mía para verla, siento su mano posarse sobre mi cabello y acariciarlo suavemente, podría quedarme así toda la eternidad, solo por sentir sus caricias sobre mí.

Cada día que pasa, me doy cada vez más de cuenta que siempre estaré arrepentido de mi error, de engañarla, de haberla dejado ir, porque Eva es una gran mujer, una gran amiga y sobre todo una gran esposa. Se merece la vida entera con tal de que sea felíz.

Estoy seguro que en estos años que no estuve junto a ella, debieron de haber muchos hombres a su alrededor pidiendo aunque sea un poco de su atención, pero también se que ella no es alguien fácil de tener y eso me genera un cierto orgullo en mi pecho, porque yo tuve el privilegio de que me escogiera; tuve la puta fortuna de que fuera mía y decidí echarlo a perder.

Pero está vez no será así, haci tenga que arrastrarme, bajarle la luna,el sol o entregarle la tierra completa, haré que vuelva junto a mí, quiero volver a tener la Maldita dicha de que sea mía, y yo absolutamente suyo y está vez si que ser para siempre.

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Solo diré. Disfrútenlo en el próximo capítulo ya iremos dándole con todo, he estado pensando en que está historia solo tenga de 35 a 40 capítulos como mucho aún no estoy segura.

No la quiero tan larga y que se vuelva tediosa.

Con amor Ros 🌺

Amarte de Nuevo (Saga Destino #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora