Dejo de hacer líneas cuando escucho ruido en el exterior de las celdas, pensó que eran esos dos, ya que eran los únicos que bajaban a esa parte de la mansión y hasta la ves veía a alguien más que no sean esos dos y el elfo que le traía comida de vez en cuando.

-Te lo advierto, Gellert, no volveré a hacer algo que órdenes- siseo con odio, sabiendo que su amenaza era vacía pero no podía adaptarse y no quería obedecerlo. Al no recibir repuesta, giro con cautela y se asustó por lo que vio.

Seis pares de ojos relucientes lo miraban desde la oscuridad y cuatro de ellos tenían una emoción alegre que los hacia brillar con más intensidad, vio vagas figuras y luego un par de risita se escucharon.

-¡Lo encontramos!- exclamaron dos voces que sonaron distorsionadas al entrelazarse entre sí.

Voldemort se pego más a la pared en silencio, esperando que esos extraños no decidieran venir a molestarlo, pero no quitaba el sentimiento de anhelo que sintió al escuchar esa voz, sentía que los conocía pero no lograba ubicar a los dueños de esa voz.

Los gemelos saltaban de alegría al ver al ser, aunque un poco diferente a lo que recordaban, que buscaban frente a ellos. Frisk con un movimiento creo algunas llamas que iluminaron el lugar por completo y Voldemort pudo verlos por fin.

Aunque le resultó extraño ver a cinco jóvenes y a una bebé en el lugar, la sorpresa le llegó al reconocer a la niña sonriente en los brazos del joven peli-blanco. Iba a hablar, pero no logró ni abrir la boca cuando los jóvenes más altos de cabellos rojo y azul, tomaron las rejas de la celda y las arrancaron de un tirón. Cerró la boca al ver el acto y como el par de gemelos entraban alegres por la puerta que crearon.

-Usted vendrá....- empezó el peli-rosa.

-....con nosotros- termino el peli-plata.

Al parecer estaban alegres, ya que parecía que saltaban mientras caminaban. Los vio acercarse y quitarles las cadenas, cuando empezaba a sentirse libre el par de gemelos le ataron las manos con unas sogas, exaltado los miró.

-Es para prevenir- corearon sonrientes.

Luego lo levantaron para salir del lugar, pero vieron que les faltaban dos personas.

-¿Dónde están Frisk y Sabrina?- pregunto Kolly notando que ese par le encantaba explorar los lugares.

Los otros dos iban a alzar los hombros en señal de no saber, pero un grito de Sabrina y el posterior golpe que escucharon los hicieron correr a tres celdas de distancia. Voldemort se sintió arrastrado por los gemelos ya que no podía controlar para donde iban.

Zack y Marshall llegaron primero a la celda y de un solo jalón arrancaron casi todos los barrotes del lugar, viendo a Frisk y Sabrina que estaban mirando a un tipo en el suelo, Sabrina se encontraba abrazando del cuello a Frisk por la espalda y el peli-blanco tenía un pedazo de madera en la mano para defenderse.

-¿Qué pasó?- pregunto Zack confundido, viendo que más atrás había tres cuerpos más.

-Sabrina y yo estábamos explorando el lugar cuando entramos a esta celda- empezó a explicar el Vampiro.- Y de la nada este tipo se sentó mientras abría los ojos, lo que nos asustó fue que nos miro con ojos asesinos, lo que hizo que tomara un palo y lo golpeara en la cabeza- terminó mientras pateaba ligeramente el cuerpo para saber si estaba despierto.

Los gemelos fruncieron el ceño al oír eso, se acercaron más al tipo y lo giraron con una sola patada, tenían pensado matarlo pero el susurró que provino del ser que aún sostenían les causó curiosidad.

-¿Regulus.....Black?- Voldemort miró sorprendido al hombre tendido en el suelo, recordando claramente que debería estar muerto.

-¿Lo conoces?- pregunto Marshall.

-Es el hermano menor de Sirius Black- respondió aún sorprendido.

-¿Quién es Sirius Black?- cuestionó Seiya curioso.

-El padrino de Harry Potter- Voldemort los miró después de sentir el silencio.

Los gemelos hicieron una mueca, tal vez no podían matarlo todavía.

-¿Quiénes son ellos?- preguntaron Zack y Marshall al jalar los otros tres cuerpos.

Voldemort abrió los ojos al reconocerlos.

-¡Imposible, deberían estar muertos!- exclamó exaltado mirando esas caras.

-¿Quiénes...son?- preguntaron los gemelos alargando las palabras.

-Son James y Lily Potter, junto a Cedric Diggory- explico.- Pero estaban muertos- susurró sorprendido.

Los seis jóvenes se quedaron en silencio una vez más, viendo a la pareja Potter notando que el hombre era casi igual a su madre, se miraron entre sí y decidieron que no era momento de revelar  a esas personas, tenían que asegurarse que no fueran peligroso o suplentes de las personas originales.

-Frisk, llévalos al bosque prohibido y esconde los, ven después de hacerlo- ordeno Seiya mientras acomodaba a las personas.

Frisk asintió y Sabrina lo siguió cuando desaparecieron los seis, unos diez minutos después regresaron para irse del lugar con los demás.

-Vamonos- Zack puso sobre su hombro a Voldemort, el cual aún no procesaba los hechos que pasaron.

Los seis jóvenes se llevaron al mago tenebroso, mientras se fugaban en silencio, Severus los siguió extrañado al sentir que los chicos descubrieron algo. Se fueron después de dos horas de haber llegado y sin que los descubrieran.

Al día siguiente sería el desastre y la furia del Usurpador al ver que su títere había desaparecido, lo cual llevaría a la destrucción de los calabozos al ver que los otros cuatro rehenes no estaban, la mansión temblará ante su ira destructiva pero nada podría hacer ya que los que hicieron la hazaña se habían asegurado de borrar todos sus rastros del lugar, lo que llevaría a una falla infructuosa de encontrar a los culpables de ese maldito acto que arruino todos sus planes a futuro y lo que planeaba hacer para atraer al chico Potter.

Destruiría a esas personas insolentes que se atrevieron a robarle.

Dimensión Extraña ¡¡¿Y Tú?!!Où les histoires vivent. Découvrez maintenant