➪ 05.

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La cosa era así, habían pasado dos días desde la vez que salieron y no lo habían vuelto a hacer, de hecho ni siquiera se habían hablado. Ryuguji casi podría jurar que ese repentino acercamiento que tuvieron de nueva cuenta fue resultado de el tremendo anheló que sentían por recuperarse entre ellos y ahora que tenían esa certeza, la incomodidad por los años separados y las preguntas como "¿y que haces de tu vida ahora?" quedaban vagando en el aire sin hacerse.
El se había quedado encerrado en su habitación de hotel, disfrutando de cualquier cosa en el menú de servicio al cuarto, los programas de la televisión y la paz que le brindaba esa soledad para reflexionar los sucesos de los últimos días.
Por su parte, Manjiro había decidido salir a cualquier restaurante y lugar turístico en la zona, principalmente la playa frente a el hotel, más que nada para jugar en la arena tal cual niño pequeño.

Finalmente, al tercer día después de su salida, Manjiro se harto y fue directamente a buscar al pelinegro en su habitación, sabiendo de sobra que estaría ahí.

—¡Ken-chin! — gritó, cuando la puerta no fue abierta pronto, como el quería.

El aludido abrió unos segundos después, luciendo una pantalonera negra holgada y un una camisa gris sin mangas, no llevaba el cabello negro recogido en su trenza habitual porque lo que le caía por los hombros hacia el lado derecho. El chico llegó cubriéndose un bostezo con la mano derecha, tenía el aspecto de que claramente acababa de despertar y Mikey no pudo evitar pensar que con el paso de los años el se había vuelto más responsable respecto a su horario, después de su alejamiento de Ryuguji tuvo que comenzar a valerse por si mismo en cosas tan simples pero que antes ni siquiera había notado porque Draken se encargaba de ellas sin decir nada, como por ejemplo el simple hecho de recoger su cabello o despertarlo por las mañanas.  En algún punto de su vida como adulto decidió simplemente cortar su cabello, para ahorrarse ese primer punto.

—Mikey — llamo Draken, de nuevo, en vista de que el más bajo parecía sumergido en su letargo.

—¿Eh?

—¿Que pasa? — pregunto.

Manjiro recobro en ese momento la razón por la que había ido ahí en primer lugar y en vez de contestar se hizo paso en la habitación como quien entra a su casa. Draken le miro, sin decir nada, porque sentía familiaridad con esa acción. Dejo que Mikey avanzará hasta el sofá y se sentará ahí, el le siguió después.

—¿Aja? — pregunto de nuevo, buscando razón a su presencia ahí.

—Estoy aburrido, no quiero salir pero la televisión es aburrida y no puedo usar mi celular — aclaró.

—¿Y yo que cuadro ahí? Además, porque no puedes usar tu celular, ya lo tiraste al mar?

—Tu, mi amigo, cuadras ahí porque a partir de ahora eres mi única fuente de entretenimiento. — dijo, dedicándole una sonrisa antes de continuar —Y respecto a mi celular, el otro día envié una curiosa foto a mis amigos y ahora no dejan de joder, me da jaqueca solo ver sus mensajes.

—¿Tus amigos? — pregunto Ryuguji, Mikey supo reconocer el ligero cambio en la estoica voz de Draken, como siempre. Noto la pizca de añoranza y esperanza en ella.

—Nuestros, a pesar de todo. — contesto el, aclarando las sospechas de Ryuguji sobre a qué amigos se refería.

—¿Cómo están ellos? — pregunto, bajando la mirada al sentir un escalofrío de culpabilidad.

—Bien, en su mayoría creo. Takemichi está casado con Hina pero tiene un trabajo mediocre, Pah también se casó pero sospecho que pasa más tiempo con Peh-yan que con su esposa — hizo una pausa, en la que soltó una ligera risa y continuo —Hakkai es modelo, no es genial? Si soy sincero ya me esperaba algo así, después de todo siempre está rondando cerca de Mitsuya y hablando de él, es un gran diseñador, después están mis gemelos favoritos que tiene un restaurante de ramen, aunque eso no me agrada mucho, no importa cuántos años llevemos de amistad jamás me hacen un descuento, son terribles — Manjiro volvió a reír, mientras tanto Ryuguji trataba de procesar todo lo que había pasado mientras el jugaba a esconderse —Y Chifuyu, el tiene una tienda de mascotas.

Ryuguji se debatía mentalmente si preguntarle o no algo sobre Kazutora Hanemiya, después de todo parecía que Mikey lo había omitido a propósito. Finalmente decidió no hacerlo, pero si que pregunto más, inevitablemente su atención se centro en quien considero uno de sus amigos más cercanos, por no decir que el segundo después de Manjiro.

—¿Mitsuya es diseñador entonces? — pregunto con una ligera sonrisa, inevitablemente recordando con nostalgia cada momento de "los dragones gemelos" que acudía a su mente.

—Sip, no he visto mucho de su trabajo, pero el vestido que le hizo a Hina para su boda era precioso — contesto el. Le pareció divertido que Draken preguntará primero por el chico de cabellos lilas y que a la vez ese chico fuera del que el tenía más mensajes por la foto que les había enviado días antes.

Ambos se quedaron en un cómodo silencio, Ryuguji trataba de hacerse una imagen mental del como era la vida de sus amigos y mientras tanto Manjiro se debatía en si contestarles o no. Al final decidió no hacerlo, esas vacaciones de enfocaría plenamente en recuperar a su mejor amigo, después ya habría mucho tiempo para explicaciones.

—¿Que hiciste estos años? — pregunto, genuinamente interesado en la vida del pelinegro —Quiero decir, a dónde fuiste, como, como sobreviviste, ya sabes, ese tipo de cosas.

Ryuguji pensó su respuesta detenidamente antes de atreverse a hablar.

—No fue fácil, para empezar fue una desición impulsiva del momento y para cuando quise arrepentirme ya era tarde. — aclaró, pensando sus siguientes palabras —Nunca tuve a nadie fuera del lugar donde crecí y la Toman, así que no tuve algún apoyo e hice todo solo. Un día simplemente metí lo más importante en una mochila y compré un vuelo a Estados Unidos con el único dinero que tenía.

—De acuerdo, entonces me estás diciendo que no solo te fuiste de la ciudad, si no que te fuiste del país y aparte más pobre que vagabundo de la esquina? — cuestionó el rubio, ligeramente preocupado.

—Si, empecé a buscar trabajo apenas llegué y solo dormí algunas noches en la calle, después conocí a un ángel y todo estuvo mucho mejor. — contesto, sonriendo ante el recuerdo de su "ángel" y el como seguramente estaba en ese momento horneando algún postre.

—¿Un ángel?

—Una de las noches que dormí en la calle, conocí a Alizee Harrison, era maestra particular de idiomas y sabía japonés, se acercó a mi, hablamos algunas horas, le expliqué a medias la situación y me invitó a dormir en su cobertizo — rió suave, como si el recuerdo de la mujer le causará infinita tranquilidad —Después simplemente nos volvimos unidos, deje el cobertizo y pase a la sala de la casa, mucho después tuve mi propio cuarto, luego me obligó a regresar a la escuela.

Mikey escucho atentamente la historia, sin hacer comentarios al respecto, se dedicó a observar la suave sonrisa en el rostro de Ryuguji, la cual apareció cuando comenzó a relatar a "Alizee Harrison."

—Me dio un hogar, comida, oportunidades, me enseñó inglés, me apoyo y me dio cariño sin interés de por medio, una vez incluso le dije mamá por accidente, fue tremendamente vergonzoso. — concluyó, riendo.

Manjiro sintió ternura por ese último detalle, las chicas del lugar donde vivía Draken eran cariñosas y lindas con el, sin embargo aquel mundo era cambiante y no muchas continuaban ahí por bastante tiempo, así que inevitablemente sintió cariño por la mujer de nombre Alizee, porque pese a no conocerla, por la manera en que Ryuguji la describía, realmente parecía un ángel.

—¿Y dónde está ella? — pregunto.

—Esperándome, en estados unidos. — dijo.

Manjiro bajo la mirada, había olvidado que pasadas esas vacaciones, lo más cercano a esa cercanía que compartían serían mensajes de texto y quizá llamadas.
Deseo no tener que irse jamás.

SUMMER ⸻ DrakeyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora