➪ 02.

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Se quedó congelado en medio del pasillo los próximos dos minutos después de que Mikey entrará a su habitación. Cuando se recobró del shock inmediatamente se acercó a su puerta y tocó con fuerza.

Mikey abrió la puerta un poco después y lo miro de la manera más fastidiada que pudo.

—¿Que? — pregunto, con mal humor palpable.

—¿Que? Hace doce años no nos vemos y eso es lo único que vas a decir? — se tomó la libertad de sentirse ligeramente ofendido.

—Es tu culpa que no nos viéramos en doce años, a dónde carajos fuiste? ¿Narnia? — el tono de Mikey, lleno de resentimiento no disminuía ni por un segundo.

Draken se quedó en silencio y Mikey estuvo a punto de volver a cerrar la puerta en su cara pero el atravesó el pie, impidiéndolo.

—Lo siento. — ambos guardaron silencio una vez más —Por desparecer...

—Claro, con eso es suficiente, estás perdonado, no es como que quiera una explicación o algo así — menciono sarcásticamente, rindiéndose de cerrar la puerta pero aún así se fue, dejando a Draken en la entrada.

El lo siguió.

—Fuera de mi habitación o llamaré a seguridad

—No lo harías.

—Lo haré.

Draken suspiro y se limito a recargarse en la encimera de la cocina, Mikey le veía con una mueca de indignación pura desde el comedor.

—Te estás tomando demasiadas comodidades, no crees?

—Quizá.

—Largo de aquí — se quejo Mikey, volviendo su voz más aguda después de acercarse y dejar cientos de golpes y empujones en el pecho de Draken, los cuales por cierto, no buscaban lastimarlo realmente.

Draken lo dejo ser, hasta que los golpes se volvieron más débiles y lo próximo que escucho fue un débil sollozó, casi imposible de escuchar si no ponías suficiente atención.

—Eres un idiota... — murmuró él rubio.

—Lo se, lo siento — dejo que Manjiro se apoyará en su hombro mientras escuchaba los débiles sollozos e hipidos que salían de sus labios, no trato de alejarlo o interrumpirlo.

Él rubio se sentía mal, realmente mal. De todas las maneras en la que imagino reencontrarse con Draken está no era precisamente su idea. Imaginaba que iban a verse y el podría gritarle lo mucho que lo odiaba y como no lo necesitaba más, sin embargo termino llorando en sus brazos.

Definitivamente se sentía patético.

Pasaron unos minutos cuando Mikey finalmente se alejo, tenía la nariz roja y los ojos hinchados, además sorbía su nariz con insistencia. La vergüenza se apoderó de él y no se atrevió a mirar a Ryuguji a la cara.

—¿Que fue lo que pasó? ¿Porque te fuiste..? — pregunto el rubio, con voz rota y débil.

Draken suspiro, esperaba con ansias jamás tener que dar esa explicación, pero al parecer finalmente tendría que hacerlo. Aún así se encargaría de no estar sobrio, de estarlo no podría pronunciar ni una palabra.

—¿Quieres ir al bar? — pregunto, en respuesta a la pregunta de Mikey.

Finalmente el más bajo levantó la mirada y observó a el pelinegro a los ojos, como si buscará en ellos la respuesta a si aceptar su propuesta era buena idea.

—De acuerdo. — contestó finalmente.

Acordaron verse dentro de unas horas en el bar del hotel y Draken partió a su habitación de hotel, dejando solo a Mikey.

•••

Estaba esperando a Ryuguji en el bar, tan solo llevaba unos minutos ahí pero ya comenzaba a impacientarse.

Dos minutos después ahí estaba, luciendo como un completo estúpido desde la perspectiva del rubio.

Lo observó inspeccionar al lugar hasta que sus miradas se encontraron y se dirigió a su persona, done tomó asiento en la mesa, frente a el.

Ninguno dijo nada hasta que un mesero se acercó y ambos pidieron algo de beber, Mikey por su parte estaba bien con una piña colada con alcohol y Draken, que sentía necesario alcoholizarse para poder hablar, pidió algo mucho más fuerte.

—¿Y bien? — comenzó Manjiro.

—Si te digo la razón, es probable que me odies más de lo que ya lo haces. — Draken mantenía su expresión seria, mientras Mikey se mostró confuso y a la defensiva.

—Habla o nunca lo sabremos realmente.

—Me harté. — Mikey lo observó con una mueca de confusión plasmada en el rostro, esperando que continuará así que el lo hizo — Después de la muerte de Baji, después de la muerte de Emma... Me harté, de esa vida, de la ciudad y de mi mismo, así que me fui, creí que si lo hacía encontraría una manera de volver a sentir paz.

Ambos guardaron silencio, un prolongado silencio en el que Ryuguji se preguntaba si finalmente se había ganado el odio de Manjiro y en el que Mikey trataba de entender las razones de Draken, y para su mala o buena suerte lo hizo más rápido de lo que pensó.

Quiso no entender a el pelinegro, para poder odiarlo por haberlo abandonado sin decir nada. Sin embargo lo comprendió totalmente, la empatía iluminó sus ojos y no pudo evitar que sus ojos se humedecieron ante el recuerdo de su amigo y hermana. Se sentía patético, había llorado más ese día que en todos esos doce años. Con nostalgia noto que Ken Ryuguji seguía causando ese efecto en el, como el de un niño que necesita unos brazos a los cuáles sostenerse.

—Lo lamento, debí haber dicho algo, debí pensar en ustedes.. en ti. Pero sentía que si lo hacía, no tendría la voluntad para marcharme. — continuo el, en vista de que Manjiro seguía en silencio y había agachado la cabeza, imposibilitandole ver su rostro pero creyó alcanzar a vislumbrar las lágrimas acumulándose en sus ojos.

El resto de la noche, por más incómodo que suene, ambos la pasaron en silencio, bebiendo hasta que fueron echados del bar por ser demasiado tarde y después comenzaron a tambalearse hasta el elevador, para subir a sus habitaciones.

—Ken-chin, cargame — ordenó Mikey, parándose como pudo frente a Ryuguji y estirando los brazos hacía arriba.

Draken se mostró sorprendido por la familiaridad con la que Mikey se dirigió a el, por primera vez en la noche, pero se lo atribullo al alcohol. Aún así acato la orden del rubio y lo subió en brazos, por el resto del camino hasta la habitación del rubio donde lo dejo en su cama antes de marcharse.

Ya lo buscaría el día siguiente, para aclarar todo sin alcohol de por medio.

SUMMER ⸻ DrakeyWhere stories live. Discover now