《Kim prometió jamás olvidarlo...Edward prometió amarla eternamente》
¡Hola! Paso a informar que este libro llevará el curso de las películas de crepúsculo ya que la ignorante de la escritora (osea yo) no leyó los libros. Mil perdones.
Picale a la ☆ y me ayudarás a que mi libro crezca.
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Los meses seguían pasando y yo aún no tenía el valor de volver. No sabía que hacer, estaba perdido, más perdido que nunca. Extrañaba a mi hijo, la extrañaba a ella, extraba su emoción cuando contaba esas viejas anécdotas de Hogwarts.
El enterarme que quizás estaba con alguien realmente me descolocó, y quizás sea muy egoísta de mi parte pero la quiero conmigo pero a la vez alejada de mí. Jano me necesita pero a la vez necesita protección y conmigo ahí solo lo pondría en peligro.
Siempre que decidía algo inmediatamente me contradecía. Estaba realmente confundido y el causante de esa condición era yo mismo.
Pero no dejaría que eso suceda de nuevo, me había decidido por algo y lo concretaría antes de que lo reconsidere y cambiara mi opinión.
Estaba dispuesto y más dedido a salir de aquella casa, iría a buscarlos y arreglaría todo lo causado. Solo cinco pasos y estaría afuera, y si me rechazaba? No, ya empezaba a dudar. Tres pasos más y mis pies tocarían la arena, que pensara Jano? Me perdonará?. Dos pasos más, solo dos, esto es lo mejor?. Un paso y ya estoy en la puerta, mi mano se encuentra posicionada en el picaporte, iba a girar pero alguien me lo impidió.
Edward— ¿Que haces, Esme?—
Esme— Sé lo que intentas, sé que quieres hacer—
Edward— ¿Entonces por que me detienes? Si pierdo más tiempo me arrepentiré y no sé cuándo vuelva a tener el valor de buscarlos—
Esme tomó mi mano y con suavidad me dirigió al sofá, se sentó en el sofa frente a mi sin soltarme.
Esme— Sé que quieres ir por ella. Estas celoso. Pero tienes que saber que aún que vayas ella no volverá contigo, a lo mejor te duela mis palabras, pero es una realidad. Una realidad que todos sabemos, incluso tu. Tuviste la oportunidad pero se fue por la borda gracias a este viaje—
Edward— Yo no lo sabía, ella bloqueó su mente y no pude verlo. Quiero solucionarlo, ayúdame a hacerlo—
Esme— No crees que ya has interferido bastante en su vida?—
Edward— Yo solo quería que ella fuera feliz, que los dos sean felices—
Esme— Y ahora puede serlo, mira cariño por fin encontró a alguien que la ayudara a construir aquella felicidad—
Edward— Pero mírame, mamá. Mira lo que yo hice por ella, sacrifique mi felicidad por su bien estar. Quiero que estemos juntos, los tres, formar aquella familia que alguna vez pudimos ser—
Esme— Es hora que dejes ese cuento de hadas, cariño. Ella es la madre de tu hijo y siempre lo será, tu estarás ahí. Siempre serán parte de la vida del otro, y eso es algo que ningún hechizo podrá cambiar nunca. Decidas lo que decidas, recuerda que ella ya no te espera para que la ames—
