─Me alegro de que estés aquí, pero siéntense.

Le invita a que Jungkook tome asiento junto con Namjoon.

─Tú debes ser Kim Namjoon.

─Así es, un placer. ─saluda cortés.

Les tiende cada uno una bebida, ambos la toman esperando que el hombre hablé.

─Bueno si nos dejamos de rodeos hay algo que quiero hablar con usted y sobre Salieri, tu abuelo.

Bebe su Martini mirando al pelinegro.

─Te escucho.

─Yo sólo quiero lo que le quitó a mi padre. ─empieza a decir─ Porto Romano debe regresar a mí con la intención de destruirlo. La órden suprema no quiere involucrarse en esto, le da igual si Porto Romano se esfuma de la paz de la tierra.

─¿Cuál es tu plan?. Salieri no es alguien que te dará el edificio así como así. ─responde Namjoon.

─A eso voy. Supe por una buena fuente que tiene a su lado gente sucia que no está involucrada con el mundo de la... Mafia. La orden suprema lo quiere muerto y ha enviado a alguien que está dispuesto, alguien letal que nos ayudará, romper las reglas para la orden es de inmediata ejecución lo saben.

Jungkook estaba algo confundido, era verdad que la orden suprema que si rompes las reglas te mandan matar, incluso sus mejores asesinos. Estaba con la intriga de saber quién era.

─¿Y esa persona está aquí?.

Asintió Contadino.

─Te lo presentaré a mi querido Jeon Jungkook, pero espero que lo tomes con suma calma porque hasta yo me quedé realmente sorprendido.

─¿Quién es? ─le sigue Namjoon.

─¡Adelante John!.

Al oír ese nombre Jungkook se giró como en cámara lenta a la puerta, sintió que ahora mismo tenía un fantasma frente a él. No podía ser cierto, esto tenía que ser una broma. Estaba su padre frente a él, su maldito padre al que creyó muerto hace años.

De inmediato se puso de pie con una expresión confundida. John miró a su hijo con toda la nostalgia del mundo, tuvo la necesidad de abrazarlo, pero no sabía si sería aceptado. Su hijo estaba hecho un hombre ya, todo un hombre que por desgracia no llegó a ver crecer.

Namjoon estaba sin creerlo también, joder esto tenía que ser una broma.

La tensión se podía sentir y Franco lo sentía.

─John Jeon, te dejo para que hablara con tu hijo, ¿me acompañas Namjoon?.

Este asintió levantándose de su lugar, caminaron hasta la puerta cerrando la puerta.

Hubo un silenció entre los dos, sentía ambos que la garganta se les secó. Pero John rompió el silencio.

─Jungkook, cuánto has crecido eres… todo un hombre.

Empieza a decir.

─Tú... tú estabas muerto ¿cómo es que estás vivo?, ¿desde cuándo? ─su voz sonó molesta, claro que tenía derecho a molestarse.

𝗠𝗔𝗙𝗜𝗔 🍷𝗸.𝗺Where stories live. Discover now