—E-está bien —me limité a decir.

Mi mirada seguía fija en mi mejor amigo, sabía que podía sentir mi mirada ya que cada vez que estaba nervioso comenzaba a jugar con los dedos de sus manos, lo cual estaba haciendo. Su cabeza no se alzaba, necesitaba esa mirada que me tranquilizaba. Necesitaba esa mirada por parte de Dominic, pero él ni siquiera se dignaba a mirarme.

—Vetter nos explicó que puedes tener una impresión fuerte con lo que te vamos a decir. Es mejor que tomes asiento, Gray —comentó Mai.

—Vayan al grano de una vez. Sea lo que sea lo puedo soportar —aseguré viendo a la pelinegra.

Mai miró específicamente a Thom en silencio, ellos intercambiaron miradas como si se comunicaran, podía sentir los latidos de mi corazón en mi garganta, mis ojos se desviaron hacia Dominic buscando aún esa mirada que me tranquiliza, pero él ni siquiera se había movido ni un puto milímetro. Buscando un poco de consuelo me crucé de brazos simulando un abrazo para mí misma. Todo está muy callado, el ambiente se había vuelto pesado. No entendía que pasaba. Por más que buscaba una razón o algo que haya hecho mal no la encontraba. Siempre he tratado de ser buena persona. Nunca he buscado hacerle daño a una persona que no lo merezca.

—Tratamos de ser cuidadosos con esto, Gray —habló Thom apoyando las palmas de sus manos en el respaldo del sillón donde estaba sentada Mai.

—¿Cómo te llamas? —preguntó Mai cortando en seco a Thom.

Mis cejas se juntaron ante su pregunta. ¿Por qué necesitan saber eso?

—¿Por qué la duda? —cuestioné confundida.

—Creemos que en realidad no te llamas Gray y que nos has estado mintiendo durante este tiempo, ¿Cómo te llamas en realidad? —explicó Thom.

—Tienen razón —contesté encogiéndome de hombros—. No me llamo así, pero eso no significa que mis actitudes con ustedes han sido falsas. No me gusta decir mi nombre, es solo eso, y si de cierta manera le hice daño, perdón por eso. No creí que los lastimaría —contesté.

—Di tu nombre, Gray —pidió Mai ignorando por completo mis palabras.

—Creo que dejé en claro que no me gusta decirlo —contesté cortante.

—Dilo por favor, princesa —pidió con tranquilidad Thom.

Mi mirada se posó en el chico moreno que estaba de pie detrás del sillón donde estaba Mai sentada, Thom me regaló una sonrisa a boca cerrada.

—No te haremos nada malo, todo está bien, Gray. Solo dinos tu nombre, por favor —agregó con tranquilidad.

—No entiendo para que lo quieren saber —confesé viendo a Thom—. Mi nombre no tiene nada que ver con mi persona. Solo no me siento identificada con él. No me gusta.

—Di tu nombre de pila, Gray. Solo quieren eso.

La voz de Dominic se llevó mi atención, mi mirada se dirigió hacia él. Por primera vez me regresó la mirada y honestamente preferí no verlo, se veía mal. Estaba mal.

—¿Pero por qué la insistencia con mi nombre? —le pregunté a Dominic.

—Cuando te pasó lo de la golpiza, con Jayden. Él te llamó por otro nombre que no es Gray, ¿cierto? —explicó Carter.

—Sí, me dijo por mi nombre de pila, pero no lo uso, no me gusta —recalqué.

—¿Cuál era el nombre? ¿Podrías decirnos el nombre, Gray? —preguntó O'Farrell desde la barra.

—Emma —hablé apretando los dientes viendo a O'Farrell a los ojos—. Me llamo Emma.

Eché una mirada fugaz a los demás, Mai y Thom estaban viéndome atentamente desde sus lugares, por un momento vi un brillo en sus ojos al decir mi nombre peor desapareció en menos de tres segundos. Mi mirada se desvió hacia Carter que solo miraba a su novia, después se dirigió a Salt que estaba confundido al igual que O'Farrell. Al último dirigí mi mirada hacia Dominic que estaba con la cabeza agachada sin verme y después miré a Black que estaba con las cejas ligeramente hundidas, estaba pero que O'Farrell y Salt juntos, no entendía nada. Al igual que yo.

Un Simple ErrorWhere stories live. Discover now