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Fue a mediados de abril antes de que el sol decidiera finalmente revelarse a los habitantes de Hogwarts. Los brillantes rayos del sol rebotaban en las muchas ventanas del castillo y el Lago Negro parecía menos negro que nunca. Las trillizas Ash estaban todas sentadas en su dormitorio, tratando desesperadamente de estudiar mientras el sol cegador calentaba las tablas del suelo bajo sus pies.
—Al diablo con esto—gruñó Katrina, cerrando su libro de Transfiguraciones. Se levantó del escritorio, que era suyo, ya que las compañeras de dormitorio tenían que turnarse, y se arrojó sobre su cama con los ojos pegados a la ventana. —No puedo estudiar con este clima; No es justo.
—Es como si el sol se burlara de nosotros—agregó Poppy. Estaba sentada en su propia cama rodeada de una variedad de libros de texto de diferentes materias. Enderezó su columna que había estado encorvada previamente y dejó escapar un pequeño gemido mientras echaba los hombros hacia atrás. —Es como si supiera que se acercan los exámenes.
Ruth se bajó de la cama, completamente agotada por la tarde de estudio. Los profesores habían decidido darles a sus alumnos la tarde libre para hacer su propio trabajo. Sin embargo, estaba funcionando, ya que Ruth estaba empezando a sentirse bastante preparada para sus EXTASIS, incluso en Herbología. Ruth abrió la ventana y una brisa cálida entró en la habitación. —Las clases para los alumnos más jóvenes acaban de finalizar. Todos están afuera.
Katrina y Poppy corrieron hacia la ventana, paradas a ambos lados de Ruth. Las tres hermanas miraron hacia abajo, lo que parecía ser toda la escuela, disfrutando del primer día soleado del año, deseando desesperadamente ser ellas.
—A la mierda, vamos—Katrina grito y se alejó de la ventana. Se puso los zapatos y se enrolló la falda escolar. —No voy a pasar ni un segundo más en esta habitación.
—Estoy contigo en eso—dijo Poppy.
—Nos merecemos un descanso. Llevamos aquí tres horas—También se preparó para irse.
Ruth echó otra mirada por la ventana antes de unirse a sus hermanas. Una vez que estuvieron todos listos, salieron del dormitorio. La sala común estaba vacía cuando llegaron, a excepción de Fred y George, que susurraban en voz baja en el rincón más alejado.
—¡Oye Weasley!—Gritó Katrina, haciendo que los susurros de los hermanos se detuvieran. —Tómate un descanso de tus actividades secretas. Saldremos—No esperó una respuesta y salió de la Casa Gryffindor, sus hermanas siguiéndola.
Ruth respiró hondo tan pronto como salió. El sol calentó instantáneamente su piel expuesta e hizo que su piel cubierta se sintiera incómoda. Caminaron hacia el Lago Negro, encontraron un pedazo de césped libre y se sentaron.
—El agua se ve tan linda—comentó Katrina. Se apoyó en los codos y echó la cabeza hacia atrás, cerró los ojos mientras el sol besaba su rostro. Ruth tarareó de acuerdo, recogiendo una brizna de hierba a su lado y sintiendo que más hierba le hacía cosquillas en los muslos.
Se quedaron en silencio por un momento antes de que Poppy hiciera un pitido. —Entremos entonces—sugirió. Ruth y Katrina compartieron una mirada antes de dirigir sus ojos a su hermana, que estaba mirando el agua quieta. —Otros estudiantes lo están haciendo.
—¿Estás hablando en serio?—Preguntó Ruth. Poppy respondió quitándose los zapatos. La hermana más alta y aventurera tiró sus calcetines hasta la rodilla y su jersey escolar junto a sus zapatos y sonrió a sus hermanas cuando se puso de pie.
—Estoy hablando muy en serio—presionó Poppy alegremente. —¡Vamos!
El agua fría que enfriaba su piel les pareció agradable a Ruth y Katrina, así que copiaron a su hermana y agregaron sus propias partículas de ropa a la pila. Corrieron hacia la orilla del lago, riendo con entusiasmo. El agua del lago les lamió los dedos de los pies y Katrina dejó escapar un breve chillido.
—¡Hace más frío de lo que pensaba!—Exclamó ella. Se había alejado del agua de un salto, con los brazos alrededor de su cintura.
—Apenas entraste Kat—Poppy se rió. —Habrá más calor más adentro.
—El sol está más enfocado más cerca del centro—agregó Ruth. Katrina asintió y regresó al lago. Tanto Ruth como Poppy tenían razón, no pasó mucho tiempo para que el agua pasara de estar helada a ser refrescante.
—Vamos a nadar, ¿verdad?—Dijo una voz una vez que los trillizos se metieron hasta las rodillas en el lago. Ruth y Katrina se volvieron para ver a los gemelos Weasley examinándolos mientras Poppy se adentraba más en el lago. Ambos hermanos tenían las mangas arremangadas hasta los codos, probablemente debido al calor.
—Sí, y ustedes dos también—exclamó Katrina, agitando la mano hacia ellos. —Entra—Fred y George compartieron una mirada antes de quitarse los zapatos y los calcetines y remangarse los extremos de los pantalones de la escuela.
Se metieron en el agua y se detuvieron cuando el agua rozó sus pantalones. Fred compartió una mirada con su hermano, y como no podían acercarse más a las chicas, decidieron atacar desde donde estaban. Las hermanas fueron atacadas con agua viscosa, gritando fuerte.
Esto llevó a una lucha de agua total: chicas contra chicos. Otros estudiantes se unieron, pero Ruth solo se centró en salpicar a Fred tanto como fuera posible.
Una vez que sus brazos se quemaron y sus pulmones vacíos, la lucha se fue calmando lentamente. Ruth estaba empapada hasta la piel y sabía que su cabello estaría extremadamente encrespado una vez que se secara. Fred captó su mirada, su cabello pelirrojo mojado caía sobre sus ojos mientras la miraba de arriba abajo. Ruth miró su pecho y vio que su blusa blanca se había vuelto completamente transparente desde el agua. Cruzó los brazos sobre su cuerpo con dureza, haciendo pucheros a su novio.
—Detente—ordenó con fuerza. Fred solo sonrió y corrió hacia ella. Ruth se dio la vuelta y trató de alejarse de él, pero el agua ralentizó sus piernas ya demasiado cortas y los brazos de Fred se envolvieron alrededor de su cintura en cuestión de segundos. Ruth soltó un chillido cuando Fred le sopló una frambuesa en el cuello.
—¡Detende!—Ruth dijo de nuevo, pero riendo esta vez. Fred no se detuvo, solo le hizo más cosquillas hasta que se derrumbaron en el agua del lago. Ruth se quedó congelada por un momento mientras estaba sumergida bajo el agua, los brazos de Fred todavía la envolvían.
Ruth volvió a la superficie y respiró hondo. Ella reprendió a Fred, quien se rió a carcajadas y negó con la cabeza, el agua salía de su cabello. Tiró de Ruth hacia él y la besó con firmeza.
Ruth sonrió mientras le devolvía el beso, sus manos tirando suavemente de su cabello empapado. No podía sentir el agua fría rodeando sus muslos cuando el cuerpo de Fred se presionó contra el de ella, esparciendo calor por cada hueso de su cuerpo. Ella podía decir que Fred también lo sintió, por la forma en que la agarró por la cintura.
—¡Consiga una habitación!—Ruth escuchó a Poppy gritar desde la orilla. Ruth soltó una risita contra Fred, cuyo agarre no flaqueó.
—Pero preferiblemente no una en la que duerma tu hermano también—agregó George, ganándose una risa tanto de Katrina como de Poppy.
