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Febrero pasó rápido, para consternación de los Campeones y emoción para el resto de la escuela. La segunda prueba estaba sobre la escuela y los corazones estaban acelerados.
—A mi silbido—estaba anunciando Ludo Bagman. —Los campeones tendrán una hora para recuperar lo que les han quitado.
Ruth miró el agua del lago Negro, en el que los campeones se preparaban para sumergirse. Profunda y oscura, Ruth temía saber qué acechaba debajo de las pequeñas ondas.
Sonó un silbato y los campeones se lanzaron al lago helado, siendo Harry Potter el último en abandonar la orilla.
—¿Así que solo esperamos aquí?— Casper preguntó a cualquiera que quisiera escuchar. —¿Por una hora?
—No sé de qué te preocupas—Dijo Ruth. —Encuentro esto muy entretenido.
Se quedó mirando el lago, que se veía muy tranquilo ya que los cuatro campeones ya habían desaparecido en sus profundidades.
—Tengo hambre— comentó Casper. —¿Podemos conseguir algo de comida?
—El almuerzo no es hasta dentro de una hora—le recordó Ruth. —No habrá comida en el Gran Comedor
Casper resopló. —Ellos pueden, en serio, no esperes que nos quedemos aquí sin nada que hacer.
—Creo que tengo algunos dulces en mi dormitorio, que nos mantendrán llenos hasta la comida— dijo Ruth. —Guarde nuestros lugares. Regresaré en un minuto.
—Te juro que si traes regaliz...—advirtió Casper.
—Depende de mí decidir—respondió Ruth con aire de suficiencia. Casper hizo un puchero antes de dejar ir a Ruth, diciéndole que se apurara.
El castillo estaba completamente en silencio, con todos en el lago. Ruth escucho cuán fuertes suenan sus pasos en el silencio y casi quería caminar de puntillas hacia la Torre de Gryffindor.
La dama gorda se abrió cuando Ruth le dio la contraseña. Decidiendo que Casper había esperado lo suficiente, Ruth corrió escaleras arriba hacia el dormitorio de chicas y agarró una bolsa de dulce de azúcar que le había robado a Casper la semana anterior.
Regresó a la sala común, encontrándose cara a cara con la última persona que quería ver.
—¿Ruth?—Preguntó Fred. Ruth lo ignoró y pasó de largo, pero Fred la agarró por el antebrazo. —¿Por qué no has venido a nuestras clases de tutorías?—Preguntó. —Te has perdido más de 5 sesiones.
—Tengo un nuevo tutor—dijo Ruth con frialdad, sacudiendo su brazo para soltarlo.
Fred arqueó las cejas con sorpresa. —¿Un nuevo tutor? Pero yo soy tu tutor, ¿por qué querrías otro?
—Porque mi nuevo tutor realmente quiere ayudarme—escupió Ruth. —Y no me están usando para su propio beneficio, como tú.
Fred parecía aturdido. —¿Qué ... yo ... pensé que disfrutabas nuestras reuniones, realmente lo hice?—Tartamudeó. —Y lo estaba usando para salir de la detención al principio, pero ya no...
—No voy a dejar que alguien me pisotee Fred,—interrumpió Ruth, sintiendo la ira creciendo en su estómago. —¡No soy algo que puedas usar para entretenerte cuando estás aburrido!
Fred enarcó una ceja. —Siento que esto es más que nuestras lecciones de tutores—dijo. —¿Por qué estás tan enojado conmigo?
—¡Porque eres tan inconsistente Fred!—Ruth estalló.
—¡Actúas muy amigable conmigo los miércoles a las 12 p.m., pero me tratas como una completa extraña fuera de esa maldita biblioteca! ¡Me pides que baile en el baile de Navidad, pero no me dices una sola palabra durante una semana después!.
—¡Tengo amigos fuera de las lecciones, ya sabes!
Ruth negó con la cabeza. —Me trajiste afuera en el Baile de Navidad porque te avergonzaba que te vieran con la tercera trilliza Ash, ¿verdad?— Gritó. —Porque bajaría totalmente tu medidor de popularidad porque no soy nadie
—Oye, te pedí que bailaras conmigo afuera porque quería bailar contigo afuera! —Exclamó Fred. Ruth se rió en un tono burlón y frío.
—¿Querías bailar conmigo? ¿Estás seguro de que no fue porque te sentiste mal por mí porque aparentemente, estaba afuera sola?
La boca de Fred se abrió y se cerró, luego dejó escapar un suspiro. —Nos escuchaste a Angie y a mí hablando.
—Sí, Fred. Lo hice—dijo Ruth, tratando de calmar su voz, pero su enojo aún era claro. —Por qué estás tratando de hacer mi vida tan complicada?
—No lo estoy—dijo Fred en voz baja. —Por favor, déjame explicarte. Rue.
—No quiero que me expliques—dijo Ruth —Casper me está esperando. Tengo que irme—Salió de la sala común antes de que Fred pudiera siquiera decir una palabra.
Cuando regresó al lago, Ruth notó que Cedric Diggory había completado la tarea primero. Él y Cho Chang estaban empapados, sentados junto al lago con toallas y chocolates calientes Fleur también estaba junto al lago, luciendo extremadamente preocupada y llamando a una chica.
—¡Ahí estas!—Exclamo Casper y tomó el dulce de azúcar de manos de Ruth.
—¡Lo que tenían que recuperar era una persona!—Exclamo Casper, Ruth tarareo en respuesta y miró hacía el lago, justo cuando Viktor Krum y Hermione Granger aparecieron debajo del agua
— ¿Estas bien?—le pregunto Casper a Ruth con la boca llena de azúcar
