BNHA YANDERE ONE-SHOTS! (BNHA boys X Reader)

⚠️Togata Mirio capítulo 2⚠️

Antes de empezar
¡DISCÚLPENME! :'(
¡Eh estado demasiado inactiva!
Estoy ya finalizando el año y están mandando tareas como torrente de agua. Enserio lo siento por no haber escrito en mucho tiempo. No tengo otra excusa además de las tareas y el estudio, ¿Me perdonan? :'c sin más que decir ¡Comencemos!

Aléjate de cualquier persona a tu lado chamaca o chamaco pervertida/o >:v

⚠️Al decidir adentrarte en este capítulo, encontrarás el tema de: abuso, manipulación mental, síndrome de Estocolmo, secuestro y seguido de el uso de contenido explícito.⚠️

Parte 2 de Mirio X T/N con el título de

24 horas

Camino a mí hogar no podía evitar preguntarme

-¿Estoy enferma? -

susurré mientras veía hacia abajo.
Con mí mirada apreciando el asfalto lleno de pequeños pétalos de flores rosas por los cerezos tan lindos pero podridos a la vez...mí corazón...sentía un gran vacío horrible, palpitaba tan rápido que pensé que me quedaría ahí, rápidamente me hice a un lado elevando mí mirada y balanceando me hasta un árbol que estaba a mí lado en fila, me sostuve a como pude con ambas manos al momento de elevar mí mirada tube que bajarla de inmediato dejando que vómito saliera de mí boca, sentí como ese líquido asqueroso y grumoso subía por mí garganta hasta salir por mí boca. Cerré mis ojos y con miedo dejé que todo saliera, hasta al fin sentirme mejor analicé todo...el me tocó, sin mí permiso Y todavía encima...mato a tres de mis compañeros. Mis ojos comenzaron a sentirse húmedos, las lágrimas comenzaron a resbalar de mis cuencas, trate de pararlas pero me era imposible así que sin más remedio lleve ambas de mis manos hacia mí boca tapando está sin poder creer aún lo que pasó.

La noche comenzó a caer.
La luna alumbraba en todo su esplendor al igual que sus compañeras las estrellas y las leves nubes que vagaban por el cielo.
-soy una mierda -me dije en un susurro mientras llegaba al frente de mí casa.
Pare por un momento analizando todo hasta al fin avanzar de nuevo, camine lento y con cansancio hasta llegar al frente de la puerta blanca.

Antes de que pudiera dar los primeros toques, esta se abrió dejando ver a un hombre de cabello largo negro algo despeinado y una barba sin rasurar, su mirada se dirigió a mí desde lo alto con sorpresa visible al hacerlo fue empujado por mí madre.

-¡HIJA! -grito a los cuatro vientos abrazándome con una fuerza brutal.
Por más que quise no fui capaz de corresponder, me sentía vacía, dañada, enferma, sola...mierda.
-¿¡En donde estabas!? ¿¡Con quien estabas!? ¿¡Y por qué no me respondías las llamadas!? -gritaba con esmero esperando mis respuestas
Solo recibió un silencio incómodo y sospechoso que para nada trate de evitar, necesito ayuda. -¿Hija? -pregunto de nuevo su dulce voz mientras su mirada según me imagino trataba de descifrar mí forma de actuar, me safe de su agarre y caminé hacia las escaleras subiendo una por una con rapidez.

-¿Puedo hablar con ella? -escuche la voz del sensei antes de llegar al último escalón. Me detuve de inmediato.

-c-claro... -tartamudeo mí madre aún viéndome con preocupación.

El sensei tomo ambas manos de mí madre entrelazando las mientras la veía con cariño luego dirigiendo su mirada a mí. Pase saliva pensando lo peor, un interrogatorio por parte de mí queridísimo futuro padrastro.

-hija, ven aquí por favor -me llamo mí madre al momento en el que justo me di la vuelta para terminar de subir el último escalón.
-por favor -murmuro aún así yo siendo capaz de escucharla.

-T/N...solo queremos hablar -dijo el
de pelo negro.

No dije nada, apreté mí mandíbula en preocupación y miedo de nuevo volteando para comenzar a descender las escaleras, con cada paso me sentía muy mal, con náuseas y el corazón acelerado, el sudor comenzó a hacerse presente en mis manos mientras mis piernas temblaban, no pude soportar más y explote.

-¡MAMÁ! ¡TENGO QUE CONTARTE ALGO! -grite sintiéndome desesperada con una necesidad inmensa de gritar todo lo que había pasado esa tarde con ese desgraciado de mierda. -¡Mamá! -grite nuevamente esta vez con lágrimas en los ojos y mí boca en una mueca comenzé a ver manchas negras por todos lados, manchas pálidas y fuertes a la vez...caí al suelo impotente. Escuché a mí madre y sensei corriendo hacia mí, Aizawa sensei se arrodilló a mí lado pasando sus brazos bajo mí espalda alta y baja posando rápidamente la mano que sostenía mí espalda alta a mí cabeza dejándome reposar sobre su pecho.

-¡T/N! ¿¡Estás bien!?

-No...n-no estoy bien...por favor ayúdenme.

-¡Te prepararé un té de manzanilla para bajar tus nervios! -dijo mí madre asustada y con el rostro pálido levantándose y corriendo a la cocina. Mientras el sensei esta vez acomodo sus manos para poder cargarme llevándome hacia el sofá en el lado derecho de la habitación.
Sentí lo suave de este y a la vez rugoso, Aizawa preocupado analizo mí cuerpo y busco supongo yo heridas.

-¿¡Te paso algo camino acá!? -pregunto preocupado

-S-si... -respondí con el cuerpo temblando y mí mirada pérdida.

Comenzé a dudar aún más y a tartamudear, deseaba contar todo...del monstruo que por mala suerte me tope antes de llegar.
Me ayudó a levantarme buscando la forma de ayudarme a sostenerme. Se sentó a mí lado claro de una forma en la que aún podía verme a la cara.
Justo en ese momento mí madre termino el té colocando la bolsita de hojas dentro de la taza con agua caliente, tomo una porcelana y la puso bajo esta rápidamente tomándola y trayendo la a mí.

-haber, bebe esto -me dijo con nervios notorios.

Tomé la taza a como pude haciendo temblar la porcelana y rechinar la taza. Aizawa me vio con curiosidad y nervios mientras mí madre con miedo y dolor, tomé un sorbo sintiendo mis labios y lengua hervir pero apesar de esto tomé un trago grande y al terminar solo suspiré el aire caliente.
Temblando baje la taza siendo tomada rápidamente por mí madre.

-T/N...cuéntanos que te pasó -dijo el sensei

-hija...por favor...¿Te paso algo? ¿Estás bien?

Suspiré y hablé

-no...no mamá...no estoy bien.

Y así comenzé a relatar todo desde que vi a...Mirio botando los cuerpos de Izuku, Shoto y Katsuki al lago. Aún recuerdo...como la sangre se expandió por toda el agua con el simple hecho de tocarlos. Sus cuerpos hechos desechos soltando sus últimos litros de sangre y manchando aquella fuente cristalina y bendiciendo el cielo con tres ángeles nuevos. Comenzé a llorar, llore y seguí llorando.
Aizawa me veía y mí madre analizaba todo.

Un silencio profundo se hizo presente solo escuchándose mis gritos de dolor y quejidos como si un animal fuera. Me dolía tremendamente. Me dolía me dolía me dolía y mucho. Solte tantos gritos de dolor apretando mis manos en puños y apretando mí falda húmeda de lágrimas continuas hasta que sentí los brazos del sensei abrazándome.
Mí madre sin poder contenerse también comenzó a derramar lágrimas mientras nos veía a ambos.

-hija -susurro. Sus lágrimas cayeron sobre su misma falda verde musgo, su rostro se torció por completo en una mueca de dolor y tristeza comenzando a llorar de una forma que jamás había visto en ella. Me sentí mal, quería abrazarla...

-mamá -susurre

Rápidamente se abalanzó sobre mí.
Senti su calor abrazarme y hacerme sentir segura mientras los brazos de ambos...Aizawa sensei y mí madre, me envolvían con esmero de hacerme saber que estaba protegida...hay mamá...no te sientas mal por esta desquiciada...
Que disfruto el estar entre los brazos de un mounstro.