Mucho antes de nacer sabían en que se convertiría, entre innumerables posesiones Evangeline se bautizó como la portadora de almas.
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Toda su vida ha vivido en una Iglesia con sus cuidadores. Después de muchos rechazos por dudar de sus intenciones...
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16 de septiembre de 2018
DORIAN
—Ustedes dos, irresponsables, ¿Dónde estaban?
Alysa nos intercepta con las manos en forma de jarra. Evangeline está sonrojada y muerde su labio inferior intentando contener la risa. Esa que reconozco cuando está nerviosa.
—Aly, Aly... —Vito niega abrazándola por los hombros—. Haces una pregunta tan obvia que ni siquiera ellos la van a responder.
Alysa nos examina de arriba a abajo.
—Bien. No quiero que se vuelvan a quedar por ahí sin avisar... —Ambos asentimos viendo su rostro lleno de preocupación y después nos sonríe.
Llevamos la misma ropa desde que estábamos en el Vaticano. Ya con el atardecer en nuestra nuca, Ragusa vuelve a estar tranquila. Comprobé que donde se encuentre Evangeline, el desastre se calma. Es una forma de corroborar que, al ser la representación de la Hija del Creador, el espacio donde esté, no sufrirá ese purgatorio por el que el resto del mundo está pasando.
—Está bien Aly —responde Evangeline. Mira hacia la entrada del hotel y ve a la Madre Marie, eso hace que respire hondo—. Voy a... — Su mirada está apagada.
—Tranquila, luego te busco. Ve con ella. —Se alza en las puntas de sus pies y deja un beso cerca de la comisura de mis labios.
—Si te sigues riendo te voy a quitar la cabeza. —Volteo a ver a Vito y deja de reírse rodando los ojos.
—Calma pueblo, solo me parecen tan tiernos que voy a vomitar —sonríe.
—Vimos en directo lo que le hicieron a Evangeline. Gregory se fue del Vaticano con los caídos. El arcángel Miguel envió a una unidad para buscarlo. —Masajeo mi sien cerrando los ojos.
Alysa está informada de lo que hablan en el Cielo y es bueno. Preferiría que Gregory estuviera en el Vaticano y no vagando por algún lado.
—También Narsés nos contó lo que le hiciste a Gregory... —continúa cautelosa.
Respiro hondo. Descargué mi molestia con él por todo lo que ha hecho. Lo que le hizo a Evangeline. Y nunca recurro a la violencia como método para solucionar las cosas y sé que no se solucionaron, pero se sintió bien hacerle eso. Merece entender que su forma de ver el mundo es retorcida y que sus querencias no son buenas para nadie más que él.
Vivir para querer destruir al prójimo es ser infeliz siempre. Porque no tendrá a nadie con quien compartir los aciertos o reconfortarse si se llega a equivocar.
—No estoy orgulloso de lo que hice, pero tampoco puedo sentir que no se lo mereciera. Su postura no beneficia a nadie más que a él y lo que le hizo a Evangeline no lo dejaré pasar.
—Eso. Nuestra Principita no tiene porqué recibir malos tratos —apremia Vito—. Yo si estoy orgulloso de ti Dorian, porque actuaste para proteger a quien te importa.
