IV. Vive para mi.

995 202 30
                                    

Se había subido y cuando vio uno de esos carros poderosos, se soltó y fue entonces que sintió que su brazo era apretado por una persona al otro lado.

El joven lo sostuvo con facilidad ya que era tan liviano, que solo necesito calmar su corazón un poco por el susto para subirlo de nuevo y lo sostuvo junto a su cuerpo.

-— Tu... niño... ¿Qué ibas a hacer? —

— ¿Qué pretendías?  

Yibo que tenía su mente en blanco ya mentalizandose para el impacto sintió por primera vez algo extraño, algo que jamás había sentido y era nuevo para el, pero a pesar del frío de la noche, supo que se sentía bien.

¿Tal vez esa persona era un ángel?

¿Ya estaba en el cielo?

En realidad sabía que se trataba del calor humano, pero no lo podia creer.

El pequeño solo se aferró al joven pelinegro y repasó sus facciones.

Tenía un rostro muy bonito. Si no era un ángel, parecía uno de verdad.

Alguien le había abrazado por primera vez en sus diez años. 

—  ¿Qué crees que haces?... ¿Ah? -  El de cabello negro volvió a regañar.

—  Gege yo... - 

— ¿Qué puede ser tan malo para un niño como tu... a esta edad?. Aún no puedes saber lo bella que es la vida -  

— Gege, la mía no... Yo no tengo nada ... -  Le dijo el niño con su voz infantil y entonces dejó de verle a la cara sin dejar de aferrarse.

Zhan no quiso insistir al ver la tristeza en los ojos del niño... Sólo verlo era bastante deprimente y su corazón se apretó cuando empezó a recorrer aquel cuerpo escuálido y pálido. Definitivamente ese pequeño apenas y comía, pero el nudo en la garganta se formó cuando aparte de que estaba descalzo pudo ver que su mano estaba como quemada y tenía moretones viejos y nuevos en sus brazos.  

Yibo por supuesto vio aquellos ojos marrones llenos de preocupación. 

¿Alguien se preocupaba por el?

¿Al final alguien lo buscó?

— Si no tienes una razón para vivir... Piensa en algo que te guste... Algo que te haga sentir que el mundo no es tan malo..Y vive por y para eso.   —   Fue lo único que se le ocurrió al inmaduro adolescente decirle al niño mientras le daba su primera caricia en el rostro.

El niño, que no aspiraba a nada en ese momento y se había sentido cálido, preguntó.

— ¿Puede ser una persona?

Zhan sonrió al ver una mirada más viva en el pequeño. — Claro!. Si fuera yo esa persona, te diría..."vive para mi". — Bromeó.

En seguida, Yibo se impactó cuando vio que alguien acercaba su mano a su rostro para tocarlo sin la fuerza para generar dolor... No le dolió, de hecho se sintió que su corazón saltaba de su pecho y sus mejillas ardían. 

¿Así que así se sentían los niños que eran queridos?

El chico de ojos marrones levantó al chico que era bastante liviano  y a pesar de que apestaba y sus ropas caras ahora estaban todas sucias, no le importó y lo llevo adentro de la pequeña posada que quedaba al lado de la gasolineria en la que se habían detenido  antes de poder llegar al aeropuerto de la ciudad, ese día Xiao Zhan se iba a Japón a realizar sus sueños.

- Mira tu ropa, es un desastre... ¿Quién es ese niño? -  Le preguntó Lele el conductor que se encargaría de llevar a Xiao Zhan al aeropuerto. Esa era la primera y la última vez que lo vería. 

Yibo se aferraba firmemente a su primer abrazo, pero Zhan debía irse   por lo que lo único que se le ocurrió fue entregarle todo el dinero que traía a Lele y algunos accesorios de marca que podía  vender a un buen precio y le dijo que aunque fuera por unos días cuidara de el o encontrará alguien honesto que lo hiciera.  

Lele le dijo que se haría cargo y Zhan no tuvo más opción que confiar en él, por lo que camino al aeropuerto mientras Yibo estaba cubierto con el costoso abrigo de Zhan, en los brazos del adolescente se durmió y cuando despertó, el ángel que lo había salvado de la muerte, ya no estaba. 

 Lele era solo un humilde conductor, por lo que pensó en quedarse con el niño mientras usaba el dinero que le dio Zhan o le conseguía al niño algún lugar... Sus intereses eran meramente económicos hasta que casi lo entrega a una familia de la que sabía muy poco y entonces miró al castaño que no se había ido pero ya  sentía que lo iba a extrañar.  Ese pequeño para bien o para mal le alegraba sus días, Yibo era totalmente complaciente, se comportaba muy bien, no hacia nada que Lele no le permitiera y se conformaba con cualquier cosa y a Lele le dolía el pensar el porque ese niño no era caprichoso ni egoista como los demás...

Lele, se enamoró de ese niño y lo cuidó como si fuera su propio hijo que nunca tuvo, incluso cuando el dinero de Zhan se acabo después de un par de meses. Por miedo a que Zhan apareciera de nuevo y por si acaso, desapareció cualquier vínculo... Zhan no se lo iba a quitar, si es que alguna vez aparecía. 

Lele le hizo ingresar a la escuela, le compró ropa a pesar de que su salario no era el mejor, era mucho más de lo que Yibo jamás tuvo, hasta que a la edad de 16, el juicioso niño le pidió algo de dinero prestado y se compró un computador y poco a poco fueron apareciendo cosas en la casa de Lele que con los años había conseguido una estabilidad económica en un barrio de clase media. 

Lele pensó entonces que era cierto que los niños venían con un pan debajo del brazo porque su vida cambió para mejor  o talvez era que desde que Yibo llegó a su vida,  el libertinaje y soltería se acabó y entonces tenía una razón para querer ser mejor. Yibo era su hijo y nadie... Nadie se atrevería a decir lo contrarío porque el hombre te golpearía, hasta el apellido se lo había dado... No pasaron muchos meses para que le dijera y le convenciera al niño. 

- Tu apellido es Wang ...  -  

Yibo se emocionó porque ninguno de los maridos de su mamá alguna vez tan siquiera le quería mirar. 

La vida no era tan mala... empezó a pensar y a luchar cada día, le pagaría a su ángel por haberle salvado la vida, por darle su primera caricia y sobretodo por regalarle un papá.  

Con su inteligencia y mucho esfuerzo estudió lo suficiente como para  aprender  de tecnologías, programación y otras cosas  y  trabajaba casi parejo con Lele desde los catorce a pesar de que el mayor quería que se enfocara en los estudios... empezó a leer información sobre un proyecto que tenía en mente desde pequeño y se arriesgó en una página ...

Yibo, con ayuda de Lele, sus propios ahorros y los inversionistas y estudiosos en el mundo, con los que se conectó por medio de esa página para inventar un dispositivo volador el cual le podían poner una cámara.  Después de unos meses super apretados con Lele, en los que apenas alcanzaban a comer porque habían invertido todo su dinero, los drones se convirtieron en la sensación al rededor del mundo...Y pasaron dos años antes de tener un producto cuya patente valía millones por lo que empezó a crear su compañía.  Finalmente sus esfuerzos y el dejar de comer y de dormir, habían valido la pena... 

Si no tienes una razón para vivir .... Vive para mí.... Pensó el día que inauguró su compañía  a los 21 años, la cual se extendió en varios países facilmente. 

Desde que se consolidó, quería buscar ... Necesitaba encontrar a su ángel... Necesitaba encontrar a Xiao Zhan.

Vive para mí. [FINALIZADA]Where stories live. Discover now