Después de su problemático primer año, Harry le ruega al director que no tenga que volver con sus familiares. Con su solicitud denegada, Harry decide tomar medidas que detesta más de lo necesario. Desesperado piensa que esta decisión es su última al...
Snape puso a Harry en un sillón y luego fue a un armario que estaba en la esquina de la habitación a buscar una poción y luego se la llevó al chico que la tomó sin pestañear, luego suspiró aliviado.
Harry notó que la habitación era enorme, con grandes sofás de tres plazas, una alfombra muy mullida en el suelo y cuatro sillones a los lados y un televisor. Si el niño no sabía que diría que era una casa muggle, había ventanas que dejaban todo el lugar iluminado y eso dejaba un buen presentimiento para el niño.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Te presentaré a los tres elfos que siempre verás por aquí, ellos son los que se encargan de la mansión y de lo que necesitamos, y cada uno tiene un elfo personal. Milyese es el elfo personal de Draco y se encarga de los pavos reales que tuve que traer de la mansión Malfoy cuando Draco vino a vivir conmigo. Snape señaló al elfo más joven y quien hizo una reverencia.
"Encantado de conocerte joven maestro. - sonrió el niño saludando al ser.
"Esta es Mitsy, ella es mi elfa personal y la que se ocupa de mi sala de pociones y de todos los elfos que están aquí.
"A tu servicio, joven amo." El elfo mayor le sonrió al chico y se inclinó.
—Y por último tenemos a Dobby, es el antiguo elfo de Lucius Malfoy pero parece tener una fascinación por ti que pensé que sería una buena compañía.
-Dobby cuidará muy bien del Maestro Harry, y cuando lo necesites y lo desees podemos jugar juntos. El elfo estaba saltando de emoción y Snape lo ignoró porque Harry tenía una hermosa sonrisa en su rostro.
-Un placer conocerte.
"El placer es nuestro maestro Harry. Master Snape, todos los arreglos que solicitó están listos, si desea algo más, simplemente llámenos.
Los tres se inclinaron y salieron de la habitación, yendo a hacer otras cosas que Harry ya se estaba sintiendo mejor y más ligero. A Harry realmente le gustaba dónde estaría su nuevo hogar.
"Así que mientras leías tu libro, encargué algunas cosas para tu habitación. Por supuesto, todavía tienes que comprarte ropa nueva y todo eso, pero creo que te gustará. Y también tengo una sorpresa para ti, pero no estará lista hasta que lleguemos a casa de las compras.
-No hace falta, tengo mis cositas, no quiero darte trabajos ni gastos innecesarios. dijo el chico en voz baja pero el hombre sintió su nerviosismo.
-Harry ... El hijo viene para acá. Dijo Snape con un suspiro, pero el chico se acercó a él. "Escucha, te mereces todo lo que quiero darte, y no es innecesario. Las cosas que usaste nunca fueron solo tuyas y quiero que tengas tus propias cosas nuevas que no se agranden ni te lastimen.
Harry, que se había sentado en el regazo de su padre, dejó caer algunas lágrimas silenciosas, finalmente tendría sus propias cosas y no estaba molestando al hombre.
