Capitulo 4

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[No puedes confiar en nadie]

Esas fueron las últimas palabras de mi madre.

[Bebé... esa es la única manera en la que podrás vivir]

Edrick parpadeo lentamente mientras volvía de su nebulosa conciencia.

Solo se escuchaba el sonido de la lluvia en su oscura habitación.

Además, soñó con su madre.

Debido a su agitación, su sirviente se veía más gritón de lo habitual.

—Sed...

Mientras se despertaba, buscaba a su alrededor.

Sin embargo, como había tirado todas sus cosas, sus sirvientes no habían dejado ningún jarro de agua en su habitación.

Antes había una línea de sirvientes a su lado, pero se sentía abrumado que lo adoraran como un dios, por lo que los echo.

Cerro los ojos y se obligó a dormir.

Pero inconscientemente un gemido salió de mi boca.

—¿Puedo traerle un poco de agua?

'Ahora estoy escuchando alucinaciones...'

Un suspiro escapo de entre sus labios.

Pero en un instante, un liquido fluyo por su boca.

'Esto es genial... un poco más...'

Instintivamente, abrió mas su boca y trato de beber el agua.

A pesar de que abría más la boca, el agua fluye igual.

Mientras fruncia el ceño por la frustración, escucho una voz tranquilizadora.

—No estés triste, vamos, el agua no huira de ti. Despacio, toma con calma

La voz que escuchaba se sentía tan real.

'Entonces ¿Quién me está dando de beber...? Mande a sacar a todos los sirvientes antes'

Mientras levantaba sus parpados pesados, vio a alguien.

Un chico flaco de su misma edad.

Mientras levantaba lentamente sus parpados, vio una cabellera bien peinada.

En su mente solo le llego un nombre.

—¿...Robert?

Robert no entendió muy bien porque sus palabras fueron enterradas bajo el sonido de la lluvia.

Mientras se dirigía hacia la ventana, rápidamente se dio la vuelta.

—Si, Robert está aquí ¿Le puedo ayudar en algo?

Se podía ver una leve alegría en su rostro y sus comisuras un poco levantadas.

Edrick quedo perplejo.

Solo había dicho su nombre sin pensarlo, pero no se le ocurrieron otras palabras.

Incluso si estaba enojado como de costumbre, no podía recordar las duras palabras, probablemente porque estaba medio dormido.

Después de un silencio, Robert inclino la cabeza como si lo hubiera entendido.

Su sonrisa todavía permanencia en sus labios.

—Llámame si piensas que necesitas algo

'...¿Vas a dejarme?'

Pero fue una suerte.

Me declaro Simp Where stories live. Discover now